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Mostrando las entradas de junio, 2021

JESUCRISTO NOS INVITA A LA CONVERSIÓN

  CONTEMPLAMOS: Contemplar la conversión casi siempre se traduce mirar a los demás, ver sus pecados, parece innato en los seres humanos JUZGAR a los demás, quizás por lo mismo, Jesucristo constantemente repitió a sus discípulos la siguiente frase: “ No juzguen, para no ser juzgados” (Mateo 7, 1). De esta forma, muchos creemos que es solamente una tarea divina JUZGAR; en realidad, no es tan así, ya que estamos llamados a JUZGAR, aunque debemos JUZGAR las realidades que nos rodean y a nosotros mismos: “Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7, 5). Siendo sinceros la mayoría de nosotros, somos HIPÓCRITAS nos encanta mirar los pecados de los demás, y no mirar los pecados personales, es justamente lo contrario a la invitación permanente de Jesucristo y de Dios Padre, ellos quieren nuestra CONVERSIÓN personal, recordemos lo que nos dicen las Sagradas Escrituras en la Biblia Judía: “Tú diles, en cambio: Juro ...

JESUCRISTO NOS ENVÍA A SER DISCÍPULOS

  CONTEMPLAMOS: Hoy contemplaremos el envío misionero de Jesucristo, con ello, queremos reconocer la intención divina del RESUCITADO, en este sentido, deseamos y esperamos dar un paso más en nuestra interpretación cristológica, veamos en los santos evangelios, lo que nos señalan de Jesucristo: “Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres” (Lucas 2, 52). Con esto queremos afirmar que Jesucristo crece en sabiduría divina, NO es que desde el inicio de su vida terrena y desde su vida pública hubiera sabido totalmente la voluntad divina para Él, por esta razón, constantemente oraba, como dialogo permanente con Dios Padre para descubrir la voluntad paterna. Y en nosotros: ¿Cómo vamos creciendo en la sabiduría y el conocimiento divino?   Debemos recordar lo que nos dice San Pablo en una de sus cartas cristológicas: “El, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al c...

HOY SE HA CUMPLIDO ESTA ESCRITURA

CONTEMPLAMOS: La propuesta de este domingo nos sitúa en la región de Galilea, para ser más precisos, en la sinagoga de Nazaret, con ello, contemplamos a Jesucristo en el inicio de su misión, de su vida pública, de su predicación y enseñanza a los primeros seguidores que lo escuchaban; un simple hombre, que para muchos solamente era un hijo más de un carpintero, llamado José y que había fallecido hace unos años, dejando a una mujer viuda: María, para nosotros la madre del Salvador; desde esta familia que vivió gran parte del tiempo en Nazaret, es el lugar escogido por Jesucristo para anunciar su misión divina. Y nosotros: ¿Cómo hemos iniciado nuestras misiones divinas?   Nos hacemos esta pregunta creyendo que cada cristiano tiene una misión divina, una tarea divina en la tierra, que muchos ni siquiera se han preguntado y que otros todavía no logran descubrir, aunque han intentado meditar por años: ¿Cómo cumplir con nuestra misión Divina? Tal vez, es muy osado preguntarnos po...

JESUCRISTO NOS ELIGE PARA SER SUS DISCÍPULOS

 CONTEMPLAMOS: En la religión cristiana existe un profundo sentir de tener a Jesucristo como centro y culmen de la predicación; no siempre se ha logrado, menos entender en profundidad lo que Jesucristo vino a instaurar hace dos mil años; para muchos una Iglesia con Obispos, sacerdotes, diáconos y religiosos, para otros pastores que guíen al pueblo Santo de Dios, quizás en el deseo de la compasión de Jesucristo, que veía a la multitud como ovejas sin pastor; aunque la petición a sus cercanos fue la siguiente: “Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha” (Mateo 9, 36-38). ¿Pedimos esto a Dios Padre? En verdad, podemos deducir que hablaba comparaba a la gente como ovejas y como la “COSECHA”, la cual era abundante, en cambio NO PIDE que hayan “PASTORES”, sino t...

JESUCRISTO NOS CONVOCA PARA SER SUS PESCADORES

  CONTEMPLAMOS: Ciertamente iniciar una contemplación con la mirada puesta en la convocación de Jesucristo, para muchos surge inmediatamente una respuesta que les lleva a afirmar que el Hijo de Dios CONVOCA una Iglesia, recordemos que ese término se utiliza solamente tres veces en los Santos Evangelios, y que el Hijo de Dios, llamado a si mismo viene para otras misiones como Hijo del hombre, y no necesariamente para CONVOCAR una Iglesia, al parecer, la tarea de Jesucristo es muy distinta a lo que nosotros creemos hoy en día; para volver al fundamento cristiano se hace indispensable volver a los Santos Evangelios, y detener detenidamente que es lo que realmente nos quiso comunicar Jesucristo, debemos señalar y afirmar que es una TAREA muy difícil aunque no imposible, ya que creemos que junto a la   iluminación divina, por medio de la asistencia del Espíritu Santo todo es POSIBLE. Y PARA TI: ¿Para qué nos llama Jesucristo?   Recordemos el Evangelio de San Lucas, las...

EL CORAZÓN DE JESUCRISTO

  CONTEMPLAMOS: Al querer hablar del corazón de una persona deseamos adentrarnos en lo más profundo de su SER, ver sus motivaciones a la hora de hablar y de actuar en su entorno vital, en el caso de Jesucristo, el Hijo de Dios, es bueno recordar sus mismas palabras ante la oración a Dios Padre: “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana” (Mateo 11, 28-30). ¿Cómo es nuestro corazón?   Siempre es bueno comenzar por preguntarnos a nosotros mismos, antes de entrar a mirar a los demás o a Jesucristo, por esta razón, seguimos contemplando hacia nuestro interior: ¿Qué encontramos en nuestros corazones? En el caso de Jesucristo, al parecer se trata de un corazón humilde; es decir, es una persona que no aparenta ante los demás, menos le gusta aparecer como mejor o mayor que su prójimo, sino...

YO SOY EL PAN DEL CIELO

  CONTEMPLAMOS: Este domingo, gran cantidad de católicos celebra la festividad de Corpus Christi; en donde centran su mirada en el santísimo sacramento, adorando la presencia real de Jesucristo en medio de nosotros, en el PAN consagrado; muchas veces olvidando la unidad de la Sangre, dada la importancia que tiene para los judíos la concepción del cuerpo: en la unidad de la carne y de la sangre; para nosotros, al tener una mirada y una concepción más griega de los seres humanos, constituidos por CUERPO y ALMA, lo vemos de una forma distinta; además es bueno recordar que es solamente una concepción sobre la humanidad, existen otras miradas antropológicas: ¿Cuál es nuestra concepción humana sobre Jesucristo?   Ciertamente nuestra definición humana estará determinada de lo sabemos y hemos aprendido sobre nosotros mismos, por un lado, sobre lo que sabemos de la humanidad en general; y por otro lado, lo que descubrimos en la humanidad de cada ser humano, especialmente de nos...

EL CUERPO DE JESUCRISTO

  CONTEMPLAMOS: ¿Qué o quiénes son el Cuerpo de Cristo? Puede ser la pregunta de estos días, al celebrar nuevamente la festividad de Corpus Christi, recordando la imagen que nos narran las Sagradas Escrituras en la biblia cristiana; queremos reconocer en Jesucristo a la cabeza de la Iglesia, con ello, señalarlo como aquel que estableció una comunidad de seguidores, de discípulos que se reunían en torno a sus enseñanzas como nos lo cuentan los Santos Evangelios: “Entonces, dejando a la multitud, Jesús regresó a la casa; sus discípulos se acercaron y le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña en el campo. Él les respondió: El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno, y el enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles” (Mateo 13, 36-39). ¿Qué desprendemos de la explicación de Jesucristo a sus d...