¿Cómo recibimos las enseñanzas de Jesucristo?
CONTEMPLAMOS:
En este día Ministerial, queremos contemplar nuestra
vivencia como seguidores de Jesucristo, o sea, descubrir: ¿Cómo recibimos las
PALABRAS del Hijo de DIOS? Palabras que deben transformar nuestras vidas, para
que cada día logremos manifestar mejor sus Enseñanzas en el mundo presente. Y
cada cristiano: ¿Cómo recibe las Palabras de Jesucristo en su vida cristiana?
Al desarrollar nuestra respuesta, los invitamos a
CONTEMPLAR las mismas palabras de Jesucristo, las que manifestó a los DOCE: «A
ustedes se les ha confiado el misterio del Reino de Dios; en cambio, para los
de afuera, todo es parábola, a fin de que miren y no vean, oigan y no
entiendan, no sea que se conviertan y alcancen el perdón» (Marcos 4, 11-12). Y
cada cristiano, en la actualidad: ¿Cómo se nos revela el Misterio del Reino de
DIOS? Es bueno reconocer que muchos cristianos, reciben la Palabra de
Jesucristo, como en Parábolas, al final, como afirma el mismo Hijo de DIOS,
escuchamos y no entendemos el Buen Mensaje de Jesucristo. Y TÚ: ¿Logras
entender el Buen Mensaje de Jesucristo?
Afirmamos que muchos cristianos NO logran comprender a
cabalidad el Buen Mensaje de Jesucristo, por ello, se hace difícil recibir y
aceptar las Enseñanzas de Jesucristo, ya que si no logramos comprender: ¿Cómo
las vamos hacer vida, sino logramos entender el Buen Mensaje Divino que nos
trae el Hijo de DIOS?
Ante esta realidad, CREEMOS que nos urge una adecuada
Formación Teológica, partiendo por la lectura asidua de los Santos Evangelios,
y recordar que aunque leamos y escuchemos a menudo las Palabras del Maestro,
nos va a suceder lo mismo que Jesucristo dice a los Primeros Discípulos: “¿No
entienden esta parábola? ¿Cómo comprenderán entonces todas las demás?” (Marcos
4, 13) Por ello, necesitamos MAESTROS que siguiendo el ejemplo de Jesucristo
nos EXPLIQUEN las Palabras del Maestro. Y cada cristiano: ¿De quién sigue
recibiendo las Enseñanzas de Jesucristo?
Para ello, necesitamos ir a la misma PALABRA del Hijo de
DIOS, y desde allí, descubrir JUNTOS el Buen Mensaje, reconociendo que: “El
sembrador siembra la Palabra. Los que están al borde del camino, son aquellos
en quienes se siembra la Palabra; pero, apenas la escuchan, viene Satanás y se
lleva la semilla sembrada en ellos” (Marcos 4, 14-15). Es decir, que aunque se
siembre la PALABRA de DIOS en nuestras vidas, vendrá el MAL a nuestras vidas y
se llevará la semilla Divina. Y cada cristiano: ¿En qué momento nos ha pasado
esta situación?
Además, es bueno identificar, que a muchos creyentes en
Jesucristo nos sucede como a este segundo grupo de personas: “Igualmente, los
que reciben la semilla en terreno rocoso son los que, al escuchar la Palabra,
la acogen en seguida con alegría; pero no tienen raíces, sino que son
inconstantes y, en cuanto sobreviene la tribulación o la persecución a causa de
la Palabra, inmediatamente sucumben” (Marcos 4, 16-17). Y TÚ: ¿Eres un
cristiano como esta clase de personas que describe Jesucristo?
Ciertamente nos ha pasado en muchos momentos de nuestras
existencias cristianas, hemos sido personas que aunque ESCUCHAMOS con la
alegría y asiduamente la PALABRA, por nuestra falta de constancia en el ESTUDIO
de la misma PALABRA, hemos sucumbido al estilo de vida que tiene la mayoría de
personas en el mundo actual, de tal manera que nos sucede lo que señala el Hijo
de DIOS: “Hay otros que reciben la semilla entre espinas: son los que han
escuchado la Palabra, pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las
riquezas y las demás concupiscencias penetran en ellos y ahogan la Palabra, y
esta resulta infructuosa” (Marcos 4, 18-19). Y para cada cristiano: ¿Qué
preocupaciones, seducciones y concupiscencias de la Vida en el mundo actual
hacen que dejemos de lado la VIVENCIA de la Palabra de Jesucristo?
Sin lugar a dudas, es bueno reconocer y CONTEMPLAR que
esta situación también es parte de nuestra vida como cristianos, y que pocas
veces o un número reducidos de cristianos cumplen lo que realmente quiere el
Hijo de Dios, que surge cuando recibimos la semilla de la Palabra Divina: “Y
los que reciben la semilla en tierra buena, son los que escuchan la Palabra, la
aceptan y dan fruto al treinta, al sesenta y al ciento por uno” (Marcos 4, 20).
Y PARA TI: ¿Cuánto FRUTO das en tu Vida Cristiana a partir de la Enseñanza de la
PALABRA de Jesucristo?
DISCERNIMOS:
Con el anhelo y el deseo de dar FRUTO en nuestra vida
como cristianos, queremos invitarlos a DISCERNIR JUNTOS algunas de las
Parábolas de Jesucristo, las que Anuncio en su Vida Terrena, y que encontramos
en el Capítulo 13 del Evangelio de Lucas: “Jesús dijo entonces: ¿A
qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo?”
Al parecer, un tema
recurrente, que logramos desprender de las Enseñanzas de Parábolas del Hijo de
DIOS es el Reino de Dios, de tal manera, que los Santos Evangelios, nos
muestran a Jesucristo preguntándose constantemente por este tema: ¿A qué se
parece el Reino de DIOS? Y cada cristiano: ¿Qué diríamos al respecto? ¿Cómo
camparíamos en la actualidad el Reino de DIOS?
Ciertamente, cada
cristiano, puede tener su propia opinión sobre este tema crucial de nuestra FE
Cristiana, y deberíamos ser capaces de CREAR nuestra propias interpretaciones
sobre cómo es el Reino de DIOS. Y TÚ: ¿Cómo describes el Reino de DIOS?
Reconociendo que
aunque cada cristiano tenga su propia opinión al respecto, la PALABRA más
importante al interior del cristianismo, es la PALABRA del mismo Jesucristo,
que es el iniciador del Reino de DIOS, y Él sigue diciendo lo siguiente sobre
el Reino de Dios, su Padre: “Se parece
a un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció, se convirtió
en un arbusto y los pájaros del cielo se cobijaron en sus ramas”. Con esto,
podemos deducir que DIOS es una persona que SIEMBRA, esperando que su SEMILLA
sembrada crezca de tal forma que se CONVIERTE en un lugar y espacio en dónde
otros se cobijan, y cada cristiano: ¿Es una persona que COBIJA a su prójimo?
¿Nos hemos convertido en personas que cobijan a quienes buscan apoyo y
consuelo? Y TÚ: ¿A quiénes has cobijado en tu corazón?
Tal vez, una comparación NO basta para lograr comprender TODA la realidad
del Reino de DIOS, por ello, el mismo Maestro Jesucristo se sigue preguntando: “Dijo
también: ¿Con qué podré comparar el Reino de Dios?” Y TÚ: ¿Cómo comparas actualmente el Reino de DIOS?
Descubramos el
segundo ejemplo de Jesucristo: “Se
parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta
que fermentó toda la masa”. Ahora se centra en la actuación de una mujer y la fermentación
de la masa, por esta razón, logramos afirmar que el Reino de DIOS es algo que
va CRECIENDO, lo mismo que en el ejemplo de la semilla debe CRECER, aquí hasta
que TODA la masa logre ser fermentada. Y en nuestras vidas: ¿Toda nuestra
existencia ha sido FERMENTADA con la levadura de la PALABRA de Jesucristo?
Con estas parábolas Jesucristo, nos muestra el trato igualitario que
tenía el Hijo de DIOS con los hombres y las mujeres de su tiempo, ya que
manifiesta dos parábolas sobre el Reino de DIOS, la primera con el Ejemplo de
la Vida de los varones y la segunda con manifestando un ejemplo de la Vida
Diaria de las mujeres. Y PARA TI: ¿Qué más disciernes de estas parábolas sobre
el Reino de DIOS? ¿Qué enseñanza descubres en las Palabras de Jesucristo, el
Hijo de DIOS?
EVANGELIZAMOS:
Desde nuestro discernimiento reconocemos que Jesucristo
se preocupa de cada persona, por esta razón, manifiesta ejemplos para que
logren entender tanto los hombres, como las mujeres, sin lugar a dudas, este
simple hecho, lo hace un Maestro muy distinto a los de su tiempo, ya que
solamente enseñaban a los varones, con ello, el MAESTRO revela que su PALABRA
debe llegar a TODA la Humanidad, es decir, la MASA es toda la Humanidad que
debe recibir la LEVADURA de Jesucristo, esta debe SER una tarea de nuestra EVANGELIZACIÓN
cristiana, o sea, debemos llevar la PALABRA de Jesucristo a todos los seres
humanos, sin hacer distinción de personas. Y TÚ: ¿Cómo llevas la SEMILLA de la
Palabra Divina a cada persona que lo necesita y lo pide?
Justamente afirmamos y creemos que es nuestra Misión en
la ITAE; llevar a cada espacio, y en especial, a cada hogar la PALABRA del Hijo
de DIOS; iniciando por nuestras propias vidas y en nuestras familias. Y PARA
TI: ¿Cómo ANUNCIAS la PALABRA de Jesucristo? ¿Cómo ENSEÑAS a los demás sobre el
Reino de DIOS?
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