¿Cómo somos las personas que seguimos a Jesucristo?
CONTEMPLAMOS:
Este Jueves, en que recordamos la Institución
Ministerial, la de Jesucristo con sus primeros seguidores, en la celebración de
la Última Cena, queremos contemplar la vida de todos nosotros, los que
intentamos seguir fielmente al Maestro Jesucristo, por esta razón, nos
preguntamos: ¿Cómo somos?
Más allá de nuestras denominaciones particulares, en las
diferentes Iglesias que compartimos la FE en Jesucristo, y que lo reconocemos
como Hijo de DIOS; reconociendo que por esta FE Cristiana somos PARTE del
Cuerpo de CRISTO, a la hora de hablar de quienes somos, manifestamos a los
demás que SOMOS parte del Cuerpo de Jesucristo, y por ende, SOMOS miembros de
su Iglesia. Y cada cristiano: ¿Qué dice de sí mismo? ¿Cómo nos presentamos ante
nuestro prójimo?
Ciertamente nuestra presentación, requiere la mayoría de
veces, solamente PALABRAS; aunque los demás nos vean de pies a cabeza, como
tratando de descubrir algo más sobre nosotros. Ahora bien, no basta lo que
decimos sobre nosotros mismos, ya que por nuestras palabras y nuestros bienes
materiales que poseemos solamente podemos estar aparentando ante los demás,
algo que realmente NO SOMOS. Entonces, con sinceridad de corazón: ¿Quiénes
SOMOS?
Ante esta interrogante del ¿Quiénes SOMOS? Nos centramos
en las personas que seguimos a Jesucristo, aquí ya NO nos interesan las
palabras, sino la manifestación de nuestras OBRAS, las de cada día, ya que
mediante nuestros actos diarios, en verdad, estamos revelando a los demás quienes
somos, y cada cristiano: ¿Cómo nos describimos al contemplar las OBRAS que
realizamos todos los días?
Vamos a lo más oculto, ya que también debemos distinguir
que cada ser humano, OBRA de una forma diferente cuando se encuentra ante otras
personas; y es una persona muy distinta cuando estamos a solas o al interior de
nuestros hogares. Ante esta realidad, nos podemos encontrar con cristianos
sumamente serviciales en el trabajo y en la vida social; aunque al interior de
sus hogares no hacen nada por los demás miembros de sus familias; ante esta
gran diferencia, con sinceridad, nos volvemos a preguntar: ¿Quiénes somos?
Somos la PERSONA que mostramos a los demás o aquella
persona que se revela en el interior de su casa o habitación. Y TÚ: ¿Cómo te
comportas en la soledad de tu pieza? Tal vez, en el interior de nuestros
hogares y en la soledad, es en Verdad en donde manifestamos quiénes SOMOS. Para
ello, les invitamos a seguir contemplando: ¿Quiénes somos? Es decir: ¿Cómo
SOMOS en la soledad de nuestras habitaciones? Y PARA TI: ¿Cómo eres a la hora
de SER un seguidor de Jesucristo?
DISCERNIMOS:
Reconociéndonos como Seguidores de Jesucristo, les
invitamos a Discernir JUNTOS, a cada cristiano, un hecho de la Vida del Hijo de
DIOS, acontecimiento que es narrado por el Evangelista Lucas y que se encuentra
en el capítulo Once de su primer Libro: “Cuando terminó de hablar, un
fariseo lo invitó a cenar a su casa”.
Esta vez, es invitado a CENAR el Maestro Jesucristo a la casa de un
Fariseo, quizás es recomendable, para situarnos, recordar cuando hemos sido
invitado a cenar a la casa de una persona importante en nuestro pueblo o
ciudad: ¿Cómo iríamos vestidos? ¿Qué llevaríamos para compartir a la cena?
¿Cómo nos comportaríamos?
Es lo que le sucedió al Maestro: “Jesús entró y se sentó a la mesa”. Él
de forma muy directa, entra y pasa a la mesa de los comensales, en dónde
servirán la comida para cenar, es aquí, cuando la persona que lo invita percibe
algo que va en contra de las costumbres propias de los judíos: “El fariseo
extrañó de que no se lavara antes de comer”. No tan solamente es el hecho de NO
lavarse antes de COMER, sino también de las oraciones de purificación que acompañaban
el Rito de Lavado. Y en la actualidad: ¿Qué ritos tenemos en nuestras familias
a la hora de comer? ¿Cuándo somos invitados a cenar a lugares importantes se
hacen oraciones de bendición sobre los alimentos?
Aquí se revela el pensamiento del dueño de casa, y la actitud permanente
de los fariseos, actitud que critica el Maestro Jesucristo: “Pero el Señor le
dijo: ¡Así son ustedes, los fariseos!” Ante esta exclamación de Jesucristo, nos
preguntamos: ¿Cómo son los fariseos? ¿Por qué les llama la atención el Hijo de
DIOS por su forma de SER?
El mismo Maestro
señala su mirada sobre el comportamiento de los Fariseos: “Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de
voracidad y perfidia”. Al respecto, afirma que los Fariseos son personas
que se preocupan más por las purificaciones externas de las cosas, que de su
interior, que se encuentra lleno de voracidad y perfidia, es decir, de un deseo
insaciable y desleales con la Verdadera Fe Judía. Y cada persona de nuestra FE
Cristiana: ¿De qué estamos llenos en nuestro Interior? ¿Qué cosas realmente nos
preocupan en nuestro diario vivir?
Ante esta forma de
vida de los Fariseos, Jesucristo los reprende: “¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro?” Señalando
su falta de sentido común o del Buen Juicio, por ello, los llama: INSENSATOS; y
los seguidores de Jesucristo: ¿Somos personas INSENSATAS?
Al SER personas insensatas se revela nuestra preocupación por cosas
materiales, por sobre los bienes espirituales; o el esmero por la apariencia
exterior manifestado en vivir interesados en cómo nos vemos y en qué ropa
usaremos, más que en nuestro interior. Ante esta realidad, de muchos
cristianos, nos seguimos preguntando: ¿Cómo VIVE cada cristiano en la
actualidad?
Cuando en realidad, los cristianos, debemos esforzarnos en VIVIR más
según el criterio de las Enseñanzas de Jesucristo, incluidas aquellas que les
revela a los fariseos: “Den más bien como limosna lo que tienen y todo será
puro”.
Con estas palabras Jesucristo, nos enseña que NO es lo importante lo
exterior, sino el interior de las personas, que se manifiesta en la generosidad
a los más necesitados, por ello, debemos favorecer la LIMOSNA, ya que esta revela
la pureza de nuestro corazón. Y PARA TI: ¿Qué tienes en tu interior? ¿De qué se
encuentra lleno tu corazón?
EVANGELIZAMOS:
Desde nuestro discernimiento en la PALABRA del Hijo de
DIOS, queremos realizar nuestra EVANGELIZACIÓN de cada día, que debe ser la
manifestación del cómo SOMOS los cristianos, y al interior de tu comunidad
cristiana: ¿Cómo revelan su SER cristiano los miembros de tu congregación
cristiana?
Desde estas revelaciones comunitarias, se pueden ir
esbozando nuestras misiones cristianas, aunque nos queda la evangelización
personal, la de cada persona creyente en Jesucristo, lo que revela cómo es cada
cristiano en el día a día. Y TÚ: ¿Cómo es tu vida cristiana en el diario vivir,
en el trabajo, en el compartir con el prójimo y al interior de tu familia?
Justamente TODAS estas manifestaciones de nuestra Vida
Cristiana, son PARTE de toda la Evangelización Cristiana, es decir, es parte
fundamental del Crecimiento de TODA la Iglesia de Jesucristo. Y PARA TI: ¿Qué
clase de Cristiano eres? ¿Cómo manifiestas en tus OBRAS diarias la Fe en
Jesucristo, el Hijo de DIOS?
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