¿Creemos en la Sanación Divina?
CONTEMPLAMOS:
Hoy queremos contemplar la Sanación Divina, aunque en
primer lugar, deseamos centrarnos en la FE de aquellas personas que buscan su
Sanación en la Divinidad que CREEN, de hecho, desde los primeros pueblos que
habitaron nuestro planeta, descubrimos la FE en Dioses que intervienen en el
cuidado y la protección humana, esto implicaba la sanación de las enfermedades
o las dolencias que padecían en esos tiempos antiguos. Y en la actualidad:
¿Seguimos BUSCANDO la ayuda y la protección Divina a la hora de nuestras
enfermedades?
Ciertamente para muchas personas, esto puede ser una
LOCURA; ya que la ciencia actual nos muestra y revela que la sanación la
debemos buscar en la Medicina, en su aplicación de los médicos y los
medicamentos que nos recetan para nuestras enfermedades; como para muchos
creyentes, también les puede parecer una LOCURA que algunas personas busquen la
sanación en la lectura de las cartas, con personas que administran hierbas u
otras terapias alternativas para la sanación de las personas. Y cada uno de
nosotros: ¿En quién y dónde colocamos nuestras Esperanzas para nuestra sanación
corporal, emocional, mental o espiritual?
Quizás es lo que debemos comprender que nuestras
Enfermedades van más allá de las expresiones físicas de dolor, heridas o
malestar, ya que, tal vez, tienen un ORIGEN más profundo que no logramos
descubrir a simple vista, que se necesita una sanación más integral de cada ser
humano, es decir, si la persona NO logra sanar su Vida Emocional en muchas
ocasiones NO logrará SANAR su Cuerpo; de la misma manera, en otras ocasiones se
requiere la sanación metal o espiritual; por ello, las personas recurren a las
demás personas para buscar sanación. Y los cristianos: ¿A quién recurrimos para
nuestra sanación en todas las dimensiones de nuestra Humanidad?
Es aquí, en dónde podemos AFIRMAR que Jesucristo, desde
su Humanidad se presenta como aquel que ha venido a SANAR a los ENFERMOS, ya
que son los que necesitan médico. Y TÚ: ¿Consideras en el Camino de tu Vida
Cristiana a Jesucristo como el Médico para nuestra Existencia Humana?
Justamente esta consideración de nosotros, como
CRISTIANOS, requiere una FE especial en la persona de Jesucristo, una FE que
descubre que Él es el Hijo de DIOS; y al ser el Hijo de DIOS ha venido al mundo
para SANARNOS de TODAS nuestras dolencias y enfermedades, si es que ha VENIDO a
SANAR de TODAS, esto conlleva CREER que Jesucristo nos SANA en todas nuestras dimensiones:
la Corporal, la Espiritual, la Mental y la Emocional. Y PARA TI: ¿Crees que
Jesucristo puede SANARTE de TODAS las enfermedades y dolencias que padeces en
el Camino de tu Existencia Humana?
DISCERNIMOS:
Desde nuestra FE en Jesucristo, en el cual CREEMOS y lo
profesamos como Médico para los cristianos, es que queremos invitarlos a
DISCERNIR JUNTOS un milagro de sanación del Hijo de DIOS, en este día, tomaremos
una lectura del Evangelista Marcos, recordando que es el primer Evangelio que
se ha escrito, relato que encontramos en el capítulo quinto de este Libro
Evangélico: “Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la
multitud, y tocó su manto, porque pensaba: Con sólo tocar su manto quedaré
curada”.
Descubrimos a una MUJER que padecía una enfermedad es la que se acerca a
Jesucristo, ya que había OÍDO hablar de Él, de su PODER, por ello, esta MUJER
ha llegado a la conclusión que basta TOCAR el MANTO de Jesucristo para quedar
completamente SANADA. Y nosotros, los cristianos: ¿Tenemos la misma FE que esta
Mujer enferma?
Ya que así como CREÍA ¡Ha Sucedido!, según nos narra el mismo Evangelista
Marcos: “Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que
estaba curada de su mal”. Y cada uno de nosotros: ¿En qué momentos de nuestras
vidas hemos sentido que DIOS nos SANA de nuestros males?
Es aquí que el Maestro toma consciencia de lo que ha sucedido: “Jesús se
dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta y,
dirigiéndose a la multitud, preguntó: ¿Quién tocó mi manto?” Aunque sabía que
había salido una FUERZA de su SER, no lograba reconocer quien era la persona
que lo había tocado con esa intención de Sanación, por ello, el sentido de su
pregunta: ¿Quién tocó mi manto?
Una pregunta que parece ilógica para sus primeros seguidores: “Sus
discípulos le dijeron: ¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y
preguntas quién te ha tocado?” Aunque Jesucristo preguntaba porque sabía que
alguien lo había tocado de una forma especial, con una intención de FE, y
nosotros: ¿Tenemos esta FE grande cuando nos acercamos al Hijo de DIOS?
“Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido”.
Quizás, Jesucristo nos sigue mirando para descubrir nuestra verdadera FE, y con
ello, reconozcamos nuestros hechos. Y los cristianos: ¿Nos sentimos
contemplados por la mirada Divina de Jesucristo, el Hijo de DIOS?
Es la mirada que siente aquella mujer al ser descubierta, y ella, toma la
iniciativa para acercarse más a Jesucristo: “Entonces la mujer, muy asustada y
temblando, porque sabía bien lo que le había ocurrido, fue a arrojarse a los pies
y le confesó toda la verdad”. Nos damos cuenta, que aunque estaba ASUSTADA se
acerca para decir la VERDAD; y nosotros: ¿Cuántas veces por MIEDO hemos
preferido Mentir a decir la VERDAD?
Al parecer, nos olvidamos de las Palabras del Maestro: “La VERDAD los
hará LIBRES”, y es lo que sucede con esta mujer: “Jesús le dijo: Hija, tu fe te
ha salvado”. Por medio de su FE y la Verdad manifestada, obtiene la LIBERTAD y
la SALVACIÓN. Y TÚ: ¿Eres una persona Veraz y Libre?
Ciertamente esto requiere muchas veces una salvación concreta, como le
sucedió a esa mujer que padecía de hemorragias, esta salvación la recibe en las
Palabras de Jesucristo, el Médico: “Vete en paz, y queda curada de
tu enfermedad”.
Con estas palabras Jesucristo, nos revela que
la Sanación Divina, nos trae PAZ, como consecuencia de una verdadera sanación
de todas nuestras dolencias y enfermedades. Y PARA TI: ¿Eres un Cristiano que
VIVE en la Sanación Divina que nos regala Jesucristo, el Hijo de DIOS?
EVANGELIZAMOS:
Desde nuestro discernimiento, al reconocer a Jesucristo
como AQUEL SER DIVINO que nos trae la SALVACIÓN, queremos imitar su VIDA en
nuestra EVANGELIZACIÓN, con ello, queremos transmitir, con la misma FUERZA, que
emanaba de Jesucristo la sanación para todas las personas enfermas, por esta
razón, cada lunes en nuestra ITAE oramos por nuestro hermanos enfermos, ya que
CREEMOS y afirmamos que el Hijo de DIOS quiere, de la misma manera que a la
mujer con hemorragia, SANARNOS de todos nuestros males. Y TÚ: ¿Cómo irradias
sanación a las personas que te rodean?
Justamente con este sentido y la voluntad de IRRADIAR la SANACIÓN
DIVINA a toda la humanidad, nos ponemos al servicio de nuestros hermanos
enfermos con nuestra oración de cada día. Y PARA TI: ¿Cómo cooperas en la
Sanación de tus seres queridos, familiares y amigos? ¿Cómo AYUDAS a los hermanos
enfermos? ¿Cómo trabajas en tu Propia Sanación Espiritual, Mental, Emocional y
Corporal?
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