¿Los Cristianos somos personas SERVIDORAS?

 CONTEMPLAMOS:


Este Miércoles Santo queremos contemplar un aspecto que nos parece esencial en la Vida de los Cristianos, la del SERVICIO; ya que CREEMOS que TODOS los Cristianos debemos SER SERVIDORES de los demás, y en este sentido, estamos ampliando la Vida Ministerial, porque estas realidades las podemos usar como sinónimos, además que se complementan mutuamente, el ministerio no tan solamente es un SERVICIO, sino que debe ser un Servicio Concreto, lamentablemente a nivel eclesial, contemplamos, como ITAE, que ha perdido fuerza la palabra SERVICIO, en su origen Bíblico, porque desde la Biblia Cristiana la palabra Diaconía que se traduce como SERVICIO, ha originado un Ministerio Eclesial, para muchos en el Sacramento del Orden Diaconal, y con ello, se perdió de vista que TODOS los Cristianos debemos ser Diáconos, es decir, SERVIDORES. Y TÚ: ¿Qué SERVICIO realizas en tu comunidad cristiana?

 

Justamente el Servicio concreto de cada cristiano, al interior de sus comunidades, es un DIACONADO, y esta riqueza de la Pluralidad y Diversidad de SERVICIOS Eclesiales es el gran Testimonio de TODOS los Cristianos, este testimonio se ha perdido con la Jerarquía Eclesial, además en una Jerarquía fundada en Ministerios, aunque más que manifestar SERVICIOS Eclesiales, manifiestan y revelan una Estructura de PODER. Y cada cristiano: ¿Cómo CONTEMPLA la Vida Ministerial al interior de sus estructuras eclesiales y comunidades cristianas?

 

Ciertamente CONTEMPLAMOS que una persona cuando tiene un Ministerio, utiliza ese Ministerio más como un PODER, que en la Verdadera dinámica de Servicio Eclesial, por ejemplo, cuando tenemos un Encargado de una Capilla o de un Templo, más que prestar un SERVICIO para los demás hermanos de la Comunidad, se transforma en un dueño del lugar, determinando cuándo y quiénes lo pueden utilizar, incluso creyéndose dueño de todas las cosas que hay en el lugar de Culto y Encuentro Comunitario. Y TÚ: ¿Qué otros Ministerios Eclesiales lo CONTEMPLAS en la sintonía del PODER más que en el auténtico Servicio Eclesial?

 

Ahora bien, al CONTEMPLAR la realidad Ministerial, estamos contemplando solamente a algunos miembros de la Comunidad Cristiana, y cuando NOSOTROS queremos hablar de la Vida de Servicio, o sea, de la Vida Ministerial queremos dialogar sobre TODOS los cristianos, ya que creemos y afirmamos que TODOS los cristianos deben SER SERVIDORES, es decir, deben ser MINISTROS. Y TÚ: ¿Qué Ministerio (servicio o diaconado) realizas al interior de tu familia y comunidad? En este sentido, queremos recordar que TODOS los cristianos, debemos SER como Jesucristo, por ello, seguimos su ejemplo: “Así como el Hijo del Hombre no vino para que lo sirvieran, sino para SERVIR (Diaconía) y dar su Vida...” (Marcos 10, 45). Y TÚ: ¿Sigues su Ejemplo de Servicio?

 

 

DISCERNIMOS:

 

Desde nuestra Imitación a la Vida de Servicio que nos trae Jesucristo al mundo, queremos invitarlos a DISCERNIR, a TODOS los cristianos, sobre la Dimensión de Servicio que realiza Jesucristo con sus primeros seguidores en la Celebración de la Última Cena, para ello, reflexionaremos los primeros versículos del capítulo 13 del Evangelio de Juan, que comienzan de la siguiente forma: “Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin. Durante la Cena, cuando el demonio ya había inspirado a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo, sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos y que él había venido de Dios y volvía a Dios, se levantó de la mesa, se sacó el manto y tomando una toalla se la ató a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura”.

 

En este acontecimiento, con el que comienza la Cena Pascual, descubrimos a Jesucristo realizando un SERVICIO a sus discípulos, un sencillo servicio que realiza con una toalla y un recipiente con agua, con estos dos elementos inicia su SERVICIO de lavado y secado de PIES de sus discípulos, desde nuestra FE: ¿Cómo interpretamos y explicamos este Servicio de Jesucristo?

 

Ya que al parecer, no TODOS los discípulos lo logran entender a CABALIDAD, es lo que sucede con uno de ellos, después de haber realizado el SIGNO del Lavatorio en varios de sus discípulos, uno de ellos, se opone, por su oposición, creemos que es el motivo de su interrogante: “Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo: ¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?”

 

Es Simón Pedro el que se opone al SIGNO de Jesucristo, seguramente porque CREE que el SEÑOR no puede realizar un SIGNO de servicio que realizaban las mujeres en su época, en realidad, lo que le pesa a PEDRO son sus PREJUICIOS, sus ideas propias que le son difícil de cambiar, aunque el Maestro le trata de enseñar, tal vez, nos sucede lo mismo a cada cristiano, nos CUESTA comprender, ya que estamos inmersos en nuestros prejuicios teológicos, cristianos y humanos, por esta razón, nos cuesta descubrir la novedad que nos trae Jesucristo con su VIDA y en sus PALABRAS; que siguen resonando en nuestros hogares y templos: “Jesús le respondió: No puedes comprender ahora lo que estoy haciendo, pero después lo comprenderás”. Y cada cristiano: ¿Comprende lo que dice Jesucristo en los Santos Evangelios?

 

Quizás nos seguimos oponiendo como Pedro: “No, le dijo Pedro, ¡tú jamás me lavarás los pies a mí!” Sí, es nuestra oposición para ACEPTAR los SIGNOS de Jesucristo, como elementos de una nueva forma de Vida, o sea, nos revela un nuevo ORDEN de las cosas y las realidades humanas, marcado por su presencia en medio de la Humanidad, por ello, manifiesta lo siguiente: “Jesús le respondió: Si yo no te lavo, no podrás compartir mi suerte”. Porque se trata de un SIGNO que va más allá de lo que vemos a simple vista, ya que nos REVELA un MISTERIO DIVINO, que consiste en compartir la misma suerte que el Hijo de DIOS, o sea, compartir la misma VIDA que Jesucristo. Y para los que CREEMOS en el Hijo de DIOS: ¿Compartimos su misma Vida?

 

Y aquí se trata más que de la Vida Terrena, la cual vemos: “Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!” Pedro sigue viendo lo corporal, lo terreno, y sigue pensando en la lógica humana, por ello, pide ahora SER lavado de manos y cabeza, y nosotros: ¿Seguimos preocupados por las cosas de la Vida Terrena y corporal?

 

El Maestro quiere que descubramos más, ir a lo esencial, a lo que no vemos, lo que sentimos en el ALMA cuando se UNE al Espíritu Divino: “Jesús le dijo: El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque está completamente limpio”. Y Cada cristiano: ¿Se encuentra LIMPIO?

 

Justamente el sentido cambia, cuando Jesucristo nos INVITA a pensar que el LAVADO de PIES; no es por la limpieza del cuerpo, entonces, nos preguntamos: ¿Por qué se realiza? Adonde nos quiere conducir Jesucristo con su GESTO del Lavatorio de los Pies a sus discípulos: “Ustedes también están limpios, aunque no todos. Él sabía quién lo iba a entregar, y por eso había dicho: No todos ustedes están limpios”. Sin lugar a dudas, no se trataba de la limpieza física, ni de la limpieza espiritual, porque igualmente le LAVA los PIES al traidor, a Judas Iscariote que comparte con ellos, gran parte de la Última Cena. Y los cristianos: ¿Somos personas LIMPIAS de corazón?

 

Es lo que CREEMOS que pide el Maestro, que sus seguidores tengan un Corazón dispuesto a recibir sus enseñanzas: “Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo: ¿comprenden lo que acabo de hacer con ustedes?” Y con sinceridad de corazón: ¿Comprendemos el SIGNO que realizo Jesucristo en la Última Cena con sus primeros discípulos?

 

CREEMOS que NO; ya que si, en verdad, hubiéramos comprendido, viviríamos nuestra FE Cristiana de otra manera, a la manera de Jesucristo, y NO con ESTRUCTURAS de PODER, las cuales hemos ido creando a lo largo de dos mil años de nuestra Religión Cristiana, por esta razón, les invitamos a RESTAURAR nuestra FE en las PALABRAS de Jesucristo: “Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen razón, porque lo soy. Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros”. Y nos seguimos preguntando: ¿Realizamos este SIGNO entre TODOS los Cristianos?

Realizar, este SIGNO conlleva VIVIR en HUMILDAD entre TODOS los cristianos, es decir, esto va más allá de un SIGNO realizado una vez al año, sino que DEBE ser una forma de VIDA para todas las personas que CREEMOS en Jesucristo. Y TÚ: ¿Lavas los PIES a tus hermanos de la FE Cristiana, aunque participen en otras comunidades cristianas y distintas Iglesias a la que perteneces?

 

Creemos que es lo que DEBEMOS hacer todos los cristianos, ya que es el TESTIMONIO que nos ha dejado el Hijo de DIOS: “Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes”. Es el EJEMPLO que nos ha dejado Jesucristo para TODOS los cristianos. Y TÚ: ¿Sigues el EJEMPLO de Jesucristo?

 

Recordemos que este EJEMPLO; no es entender la literalidad de lavarse los PIES los unos a los otros, sino descubrir en ello un ejemplo de SERVICIO: “Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía. Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican”.

 

Con este TESTIMONIO de Jesucristo, nos ENSEÑA lo que es SER SERVIDOR de los demás, o sea, Jesucristo es un DIACONO, por ello, TODOS sus seguidores debemos ser Diáconos, es decir, SERVIDORES de nuestros hermanos en la FE, aquí se juega, en PALABRAS de Jesucristo, nuestra FELICIDAD; en que cuando SABEMOS lo que nos ENSEÑA y lo hagamos VIDA cada día de nuestra existencia. Y PARA TI: ¿Eres una persona que realiza su SERVICIO al prójimo tal como nos ENSEÑA Jesucristo?

 

 

EVANGELIZAMOS:

 

Desde nuestro SERVICIO, que es el Diaconado que deben vivir TODOS los que CREEN en Jesucristo, se realizan nuestros Ministerios, que son la viva expresión de nuestra EVANGELIZACIÓN cristiana, ya que SIEMPRE tienen como FUNDAMENTO a la misma persona de Jesucristo. Y TÚ: ¿Eres un SERVIDOR como lo fue Jesucristo?

 

Justamente la Vivencia de nuestro SERVICIO; nos hace parte de la Iglesia de Jesucristo, porque ÉL es nuestro CAMINO, VERDAD y VIDA, es nuestro Ejemplo y Modelo a SEGUIR en nuestra Vida terrena, o sea, en cada momento de nuestras existencias humanas debemos SER como el Hijo de DIOS. Y al descubrir en esta Semana Santa la presencia de Jesucristo, en su Misión de Servicio a toda la Humanidad. Y los cristianos: ¿Cómo lo imitamos? Y PARA TI: ¿Eres un SERVIDOR Cristiano a ejemplo del Hijo de Dios? ¿Cómo revelas y manifiestas tu Vida de SERVICIO, en el modelo instituido por Jesucristo, en la celebración de la Última Cena, con sus primeros discípulos?

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