¿Cómo es nuestro Seguimiento a JESUCRISTO?
CONTEMPLAMOS:
Desde la FE Cristiana, cada congregación y agrupación
tiene su forma de seguir al Hijo de DIOS, y para cada persona se puede
manifestar de distintas maneras el mismo seguimiento a Jesucristo. Y TÚ: ¿De
qué forma SIGUES a Jesucristo?
Sin lugar a dudas, la FORMA de nuestro seguimiento
implica nuestra percepción sobre Jesucristo, es la manera en qué respondemos
desde nuestra propia FE en el Hijo de DIOS, y tal vez, aquí ya nos encontramos
con una mirada diversa, ya que muchos cristianos que señalan SEGUIR a
Jesucristo, no lo contemplan como el Hijo de DIOS, sino solamente como una gran
persona que realizó buenas obras y anunciaba el Buen Mensaje de DIOS. Y TÚ:
¿Cómo CONTEMPLAS a Jesucristo?
Además de la diversidad de maneras de CONTEMPLAR a
Jesucristo, surge la coherencia de cada cristiano, es decir, la propia
CAPACIDAD para VIVIR las enseñanzas de Jesucristo, sea un Maestro o el Hijo de
DIOS; y esto ya no tiene que VER con nuestra forma de Contemplar a Jesucristo,
sino con nuestra respuesta a Jesucristo: ¿Seguimos a un Maestro humano o al
Hijo de DIOS?
Ahora bien, esta respuesta implica ir definiendo nuestra
FE Cristiana, ya que podemos tener Fe Cristiana, siguiendo a Jesucristo como un
Maestro siendo sus discípulos o seguir al Hijo de DIOS siendo su Hermano.
Recordemos que, en algunos casos, se puede dar el complemento de estas dos
miradas sobre Jesucristo; también debemos señalar que la CONTEMPLACIÓN a
Jesucristo no se acaba al descubrirlo como Maestro o como Hijo de DIOS, sino
que solamente es el comienzo de la Vivencia en la Fe Cristiana. Y TÚ: ¿Cómo
manifiestas la Vivencia de la FE Cristiana?
Es aquí en dónde nos podemos encontrar con niveles de
SEGUIMIENTO a Jesucristo, de la misma manera que nos narran los Santos
Evangelios, ya que existen personas que SIGUEN solo a Jesucristo por sus
milagros, es decir, SIGUEN a Jesucristo por conveniencia personal, señalando
que muchos de estas personas NO CONTEMPLAN a Jesucristo como MAESTRO, ya que no
son sus discípulos, NI como Hijo de DIOS, porque lo perciben como un Hombre de
DIOS que puede hacer MILAGROS en nombre de DIOS, como otros profetas anteriores.
Y TÚ: ¿Por qué SIGUES a Jesucristo?
En el seguimiento a Jesucristo aparecen los llamados por
DIOS, que se convierten, a la vez, en sus propios ENVIADOS; incluso ellos
fueron creciendo en su CONOCIMENTO a Jesucristo, aunque estaban dispuestos a
SER sus discípulos; sin comprender a cabalidad a quién seguían; y en la
actualidad, los cristianos del Tercer Milenio: ¿A quién SEGUIMOS en nuestra
Vida Cristiana?
DISCERNIMOS:
Desde esta última interrogante: ¿A quién SEGUIMOS en
nuestra Vida Cristiana? Queremos proponerles el siguiente DISCERNIMIENTO, con
la ayuda de la Lectura de nuestro Evangelio Dominical, tomado del noveno
capítulo del primer Libro de Lucas: “Un día en que Jesús oraba a solas”. A simple
vista nos encontramos con un hombre que le gustaba ORAR a solas, en lugares
desiertos, a una cierta distancia de la multitud de personas que lo seguían o
de sus propios discípulos; por lo tanto, analizado desde esta simple frase
descubrimos a una persona que le gustaba ORAR, como millones de personas en el
mundo que ORAN a diario, según sus propias creencias y costumbres religiosas. Y
cada cristiano: ¿Dónde y cómo realiza su oración personal?
Desde la ORACIÓN y la relación con los demás, descubrimos a Jesucristo
como MAESTRO, ya que tiene discípulos, a los que les hace la siguiente
interrogante: “Y sus discípulos estaban con él, les preguntó: ¿Quién dice la
gente que soy yo?” Les pregunta sobre su PERCEPCIÓN de lo que DICE la gente, de
lo que piensa al respecto de su propio Maestro; tal vez, ellos podían escuchar
mejor los comentarios de los demás, palabras que decían referente a Jesucristo.
Y si hoy hiciéramos el mismo ejercicio: ¿Qué dirían las personas Ateas o
Agnósticas sobre el Hijo de DIOS? ¿Qué dirían las personas de otras religiones
sobre Jesucristo?
Tal vez, nos encontraríamos con algunas respuestas parecidas a lo
manifestado hace dos mil años: “Ellos le respondieron: Unos dicen que eres Juan
el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha
resucitado”. Esto nos hace descubrir que la mayoría de personas percibían a Jesucristo
como un buen hombre, un profeta, un hombre de DIOS o alguien que había vuelto a
la Vida, por ello, podemos asumir que la gente del Tiempo de Jesucristo creía
en la Resurrección o en una especie de Reencarnación. Y nosotros: ¿En qué y
quién creemos? ¿Cómo explicamos nuestra FE Cristiana?
Al explicar nuestra Fe Cristiana, cada cristiano debería responder la
misma pregunta que le hace Jesucristo a sus discípulos: “Pero ustedes, les
preguntó, ¿quién dicen que soy yo?” Lo más probable, es que, en un grupo de personas, NO
nos encontremos con dos respuestas iguales sobre quién es Jesucristo. Y para tu
vida cristiana: ¿Quién es Jesucristo?
En varias ocasiones
los Santos Evangelios ponen al discípulo Pedro, como aquel que responde en
nombre de los demás discípulos, aunque lo más probable que cada uno haya tenido
su propia opinión sobre Jesucristo: “Pedro,
tomando la palabra, respondió: Tú eres el Mesías de Dios”. Aunque podemos
descubrir que, lo que un consenso general de la Comunidad de Discípulos, Jesucristo
era el Mesías de DIOS: ¿Qué significa esto para cada cristiano? ¿Qué
importancia tiene esta VERDAD de FE Cristiana para cada creyente en Jesucristo?
¿Qué implica para nuestra vivencia cristiana que Jesucristo sea el Mesías de
DIOS?
Recordemos que los otros Evangelios agregan otros términos, o describen
de otra manera esta respuesta de los discípulos, por esta razón, queremos
comprender a Jesucristo más allá de una definición apostólica, aunque existen
palabras más adecuadas, que otras, para describir a su persona. De hecho, Él
mismo trata de explicar la realidad del Mesías de DIOS: “Y él les ordenó
terminantemente que no lo dijeran a nadie. El hijo del hombre, les dijo, debe
sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas,
ser condenado a muerte y resucitar al tercer día”.
Nos enseña de un Mesías como Hijo del Hombre, otro título que tenían los
judíos para hablar del Enviado que llegaría de parte de DIOS; y nos revela que
este Mesías tenía que padecer sufrimiento hasta la MUERTE para resucitar al
tercer día, de hecho aquí se condensa lo central de nuestra FE CRISTIANA:
¿Creemos en este Misterio de la Redención Divina?
Ahora bien, JUNTO a la FE viene nuestra ADHESIÓN, es decir, nuestro
seguimiento al Mesías de DIOS: “Después dijo a todos: El que quiera venir detrás de
mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga”.
Jesucristo nos explica que conlleva ser su SEGUIDOR, por un lado,
entender que todos los cristianos al seguir al Mesías vamos DETRÁS de Él, por
otro lado, implica en que seamos capaces de RENUNCIAR a nosotros mismos por Él
y que llevemos nuestras CRUCES de cada día en el seguimiento que hemos
emprendido al Hijo de DIOS; los cristianos: ¿Estamos dispuestos a esta forma de
SEGUIMIENTO a Jesucristo?
El Maestro nos
explica el ¿Por qué? “Porque el que
quiera salvar su vida, la perderá y el que pierda su vida por mí, la salvará.
¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde y arruina su
vida?” En primer término, por nuestra propia Salvación: ¿Queremos ser personas
salvadas por el Hijo de DIOS?
Y en segundo lugar: “Porque si alguien se avergüenza de mí y de mis
palabras, el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y
en la gloria del Padre y de los santos ángeles”. Se trata de COHERENCIA de FE,
ya que el SEGUIMIENTO es algo permanente y constante, o sea, es de TODOS los
días: ¿Estamos dispuestos a SEGUIR a Jesucristo durante TODA nuestra Vida
Terrena?
Aquí nos deja una nueva afirmación Divina: “Les aseguro que algunos de
los que están aquí presentes no morirán antes de ver el Reino de Dios”. Y TÚ:
¿Quieres contemplar y ENTRAR en el Reino de DIOS?
EVANGELIZAMOS:
Para nuestra EVANGELIZACIÓN debemos seguir respondiendo
la pregunta que motiva y le da sentido a este Artículo Teológico: ¿Cómo es nuestro Seguimiento a JESUCRISTO? Solamente
hemos compartido nuestra reflexión desde nuestro Método ITAE; la misión sigue
siendo de cada cristiano, recordando que NO HAY fórmulas absolutas, sino que
Jesucristo nos señala algunos principios básicos de la Vivencia para sus
seguidores, desde estos enunciados del Hijo de DIOS podemos CONSTRUIR nuestra
propia Evangelización en la Renovación de la vida cristiana y en la
Restauración del Reino de DIOS. Y TÚ: ¿Aceptas y Quieres?
Por último, señalemos los principios básicos para un
verdadero Seguimiento a Jesucristo: Ir detrás de Él, RENUNCIAR a nosotros
mismos, y LLEVAR nuestra propia CRUZ. Y PARA TI: ¿Quieres IR detrás del Hijo de
DIOS? ¿Aceptas a RENUNCIAR a tu Estilo de vida por VIVIR según el Estilo de
Jesucristo? ¿Estás dispuesto a LLEVAR tu cruz de cada día a ejemplo del Mesías
de DIOS?
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