¿Cómo descubrimos la Divinidad en JESUCRISTO?
CONTEMPLAMOS:
Con esta pregunta Dominical queremos
adentrarnos en el Misterio de nuestra Fe Cristiana, aunque la podemos
comprender de diversas formas al interior de la misma religión cristiana, ya
que nuestra contemplación sobre Jesucristo es diversa; de hecho, desde otras
religiones se ve a Jesucristo como un profeta más entre muchos, un simple ser
humano; aunque dentro del cristianismo le damos un PODER especial, tal PODER le
atribuimos a DIOS, NO necesariamente TODOS los cristianos definen a Jesucristo
como DIOS, ya que muchos siguen siendo UNITARIOS, es decir, CREEN solo en un DIOS
Monoteísta, DIOS es un SOLO SER.
En cambio, hay otros que tienen una Fe
TRINITARIA, o sea, CREEN en un DIOS que en su DIVINIDAD coexisten tres
personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, en dónde el Hijo es parte de esta
DIVINIDAD, la que conocemos y denominamos Santísima Trinidad: ¿Cómo es nuestra
Creencia en Jesucristo?
Sin lugar a dudas, desde NUESTRA ITAE, CREEMOS
en la Santísima Trinidad, por esta razón, el nombre de nuestra agrupación
cristiana: Iglesia Trinitaria, Apostólica y Ecuménica, por lo tanto, creemos en
Jesucristo como una persona, en igualdad, al interior de la Santísima Trinidad,
creemos que es el Hijo de DIOS que se ha encarnado en la naturaleza humana de
Jesús de Nazareth, de esta UNIDAD: Humana y Divina, contemplamos a esta
persona, al cual desde esta Unidad, preferimos llamarlo JESUCRISTO, a esta
persona, le CREEMOS en todas sus PALABRAS; por ello, nuestra misión se centra,
en enseñar y vivir según las palabras y obras de Jesucristo, el Hijo de Dios, mientras
cumplió su misión divina para perdonar los pecados de toda la Humanidad. Y PARA
TÍ: ¿Cómo has vivido la experiencia del Perdón de tus pecados, por parte del
Hijo de DIOS, en tu existencia cristiana?
Un sentido de la Misión de Jesucristo, como
Hijo de DIOS, se manifiesta en la comprensión del que mismo DIOS nos PERDONA
por medio de un ACTO REDENTOR hacia la humanidad, de una entrega de su propia
humanidad, en una MUERTE en la CRUZ; y la manifestación de un DIOS en medio de
nosotros, o con nosotros, de esta manera, algunos lo lograron descubrir la
Divinidad en Jesús de Nazareth, como nos lo narran los mismos Santos
Evangelios, en muchos citas evangélicas, aunque en esta contemplación deseamos destacar
la FE de uno que contemplo su crucifixión: “Entonces
Jesús, dando un grito, expiró. El velo del Templo se rasgó en dos, de arriba
abajo. Al verlo expirar así, el centurión que estaba frente a él, exclamó:
¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!” (Marcos 15, 37-39). Justamente
un centurión romano, uno de los mismos que lo habían crucificado, es capaz de
descubrir en Jesús al Hijo de DIOS, este lo descubre en su MUERTE al Hijo de
DIOS. Y TÚ: ¿Cómo has descubierto la DIVINIDAD de Jesucristo?
DISCERNIMOS:
Desde esta pregunta: ¿Cómo has descubierto la
Divinidad de Jesucristo? Queremos discernir, reconociendo nuestra Fe
Apostólica, como los primeros seguidores del Maestro fueron descubriendo la Divinidad de Jesucristo, apoyamos nuestro discernimiento con el escrito
del Evangelista Marcos, en el capítulo noveno de su Libro, que nos relata el
siguiente hecho: “Seis días después, Jesús tomó a Pedro, Santiago y
Juan, y los llevo a ellos solos a un monte elevado”. La tradición Apostólica se
funda en los primeros seguidores de Jesucristo, hoy vemos a tres de ellos,
acompañando al Maestro a un monte elevado, lugar que muchas veces el Hijo de
Dios usaba para Orar o para transmitir sus enseñanzas, y esta vez: ¿Qué quería
revelar Jesucristo a Juan, Pedro y Santiago?
Justamente la revelación de Jesucristo, en la
intimidad de la amistad, qué al parecer, tenía con Pedro, Santiago y Juan, es
en dónde el Hijo de DIOS decide dar a conocer su DIVINIDAD, se muestra tal cual
es, en su naturaleza divina: “Allí se transfiguró
en presencia de ellos. Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan
blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas”. Por medio de una
transfiguración, es que Jesucristo revela su FIGURA, una muestra de su SER, un
SER ILUMINADO, brillante, con todo su esplendor frente a sus tres amigos, y
nosotros, en la amistad con Jesucristo: ¿Cómo se nos ha manifestado su
DIVINIDAD?
Sin lugar a dudas, de muchas maneras y formas
se nos manifiesta la DIVINIDAD en nuestras vidas, de la misma manera, el Hijo
de DIOS utiliza muchos medios para darse a CONOCER, como en esta ocasión: “Y se
les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús”. Se presenta con dos
personas de la Historia del Pueblo de Hebreo, tal vez, a nosotros se nos
manifiesta junto a familiares difuntos para manifestar la trascendencia divina
de los seres mortales, en cambio, para los tres discípulos, era la UNIDAD de
Jesucristo en la revelación divina en las Sagradas Escrituras, la unidad del
profetismo judío y la Ley hebrea; y para nosotros: ¿Qué unidad nos expresa la
Divinidad de Jesucristo para todo el cristianismo?
Claramente la DIVINIDAD de Jesucristo debería
unir a TODA la cristiandad, seguramente lo hace con las personas más sencillas,
aunque para muchas personas FUNDAMENTALISTAS: NO, hablar de las
interpretaciones Divinas de Jesucristo, nos divide y nos separa; ahora bien, en
el plano personal: ¿Cómo nos sentimos en nuestro encuentro personal con
Jesucristo y manifestación divina?
Ese sentir es lo que podemos discernir juntos
en la persona de uno de los amigos de Jesucristo: “Pedro dijo a Jesús: Maestro,
¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y
otra para Elías”. ¿Nos sentimos de la manera que Pedro?
Muchos cristianos expresan a diario que se sienten
de la misma manera, que se sienten muy bien junto a DIOS, en la oración, en la
eucaristía, en la celebración comunitaria, aunque el gran dilema es la Vida
Diaria, y a muchos otros les cuesta reconocer sus verdaderas emociones
interiores, es lo que nos deja ver el mismo Evangelista: “Pedro no sabía qué
decir, porque estaban llenos de temor”. Ya que, en verdad, más que sentirse
bien, los tres amigos tenían temor, el miedo los cubría a no saber bien que
pasaba con Jesucristo y la reunión con Elías y Moisés; y en verdad: ¿Cuáles
serían nuestras emociones ante tal revelación manifestación Divina de
Jesucristo?
Más allá del MIEDO o del temor personal ante
ciertas situaciones, se trata de la revelación divina en medio de la Humanidad,
en la persona de Jesucristo, en la que manifiesta la VOZ de DIOS, es lo que
logran comprender los primeros discípulos: “Entonces una nube los cubrió con su
sombra, y salió de ella una voz: Este es
mi Hijo muy querido, escúchenlo. De pronto miraron a su alrededor y no vieron
a nadie, sino a Jesús solo con ellos”. A Pedro, Santiago y Juan se le revela la
dicha de conocer la VERDAD sobre Jesucristo, que es realmente el Hijo de DIOS,
el HIJO muy amado por DIOS Padre; junto a esta Revelación Divina de Jesucristo
como el Hijo de DIOS, surge la tarea y misión para sus primeros discípulos:
ESCUCHAR al Hijo de DIOS. Y TÚ: ¿Cómo ESCUCHAS a diario a Jesucristo?
EVANGELIZAMOS:
Desde la ESCUCHA atenta al Maestro, a
Jesucristo el Verdadero DIOS, es que queremos realizar nuestra EVANGELIZACIÓN,
ya que desde nuestra ITAE creemos y afirmamos que no basta con la ESCUCHA; que
solamente es el primer paso, porque la ESCUCHA nos debe guiar a la Vida
concreta, a VIVIR en el día a día según las enseñanzas del Hijo de DIOS: ¿Cómo
pones en práctica lo que ESCUCHAS a diario del Hijo de DIOS?
Por ello, es IMPORTANTE saber a quién estamos
ESCUCHANDO realmente, tal vez, CREEMOS estar escuchando a Jesucristo y estamos
escuchando las VOCES de otras personas, y no al VERDADERO Hijo de DIOS, por esta
razón, URGE descubrir bien en dónde nos encontramos realmente con Jesucristo, y
al encontrarnos con Él, que lo ESCUCHEMOS con un corazón dispuesto a acoger sus
PALABRAS, y desde esta acogida en nuestro SER, logremos recibir estas PALABRAS
como una ENSEÑANZA para nuestras vidas, renovándolas en nuevas vidas
cristianas. Y PARA TI: ¿Cómo RENUEVAS tu vida cristiana en la Escucha al Hijo
de DIOS? ¿Cómo restauras tu Fe Cristiana desde la Escucha atenta a Jesucristo?
Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre! Desde niña, desde que tuve uso de razón en mi credo, conocí y reconocí al hijo de Dios, lo descubrí en la Eucaristía (aunque no participaba de ella) yo confirmé en mi profesión de fe.
ResponderBorrarHoy, vivo atenta a la lectura de los Santos Evangelios, en donde descubro el mensaje vivo a mi persona y realidad.
No vivo en un "adoctrinamiento", más bien, en la mirada del perdón, la misericordia de Dios, el amor profundo de Jesucristo y el servicio a mis hermanos para corresponder a ese amor divino.
Como escribía en el comentario del otro blog, Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre. En su origen divino, Jesús es el Redentor y único mediador entre el Padre y los hombres. Jesús es el sanador por excelencia, así como tiene la capacidad de hacer milagros.
ResponderBorrarJesús es el cordero de dios para el perdón de los pecados de la humanidad, y quienes crean en Él, caminarán hacia la santidad, pasando por un proceso de conversión, reconciliación y sanación, mediante un proceso de conversión personal, y en cierto modo comunitario. Eso me hace recordar que dios nunca deja su obra sin concluir, pero respeta el libre albedrío del hombre.