TIEMPO DE LA MANIFESTACIÓN DIVINA

En este Tiempo Litúrgico nos encontramos con las Festividades de la Epifanía y del Bautismo del Señor que expresan la Manifestación de Dios en medio de nosotros.

Por esta razón, en nuestra ITAE creemos oportuno descubrir la presencia DIVINA en la persona de Jesucristo, con este objetivo vamos a contemplar, en mayor profundidad, los primeros versículos del Evangelio de Juan hasta la Festividad de la Epifanía del Señor; con la recta intención de discernir la presencia de Dios en la persona del Verbo Encarnado. 

Juan 1, 1-5.

"Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Al principio estaba junto a Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe. En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron".

Y nosotros: ¿Cómo percibimos la presencia de DIOS en medio de nuestras comunidades cristianas? ¿Cómo sentimos la LUZ de Jesucristo? ¿Cómo acogemos la PALABRA de DIOS en nuestras vidas?

Con este telón de fondo: Cada Día del Señor, el Domingo, se irá determinando nuestro camino a seguir, semana a semana, como discípulos de Jesucristo, teniendo como texto principal, para este Tiempo de la Manifestación Divina, el Evangelio de Juan, esto es ya que usa repetidamente el  Título Divino del “YO SOY”, manifestado en las mismas Palabras de Jesucristo, de tal forma lo podemos RECONOCER como el Hijo de DIOS; Hijo Eterno que  se nos presenta como modelo para todos los bautizados, con Él podemos afirmar que somos Hijos Adoptivos de Dios Padre y Madre.