¿CÓMO SERÁ NUESTRO ENCUENTRO CON EL NIÑO DIOS?
CONTEMPLAMOS:
Este último domingo de Adviento, nos centramos
en el origen de Jesucristo, para la mayoría de creyentes el nacimiento se dio
en un PESEBRE, que es como un establo o granero; aunque, lo más probable si es
verdad este hecho; que la realidad fue distinta, no era más que una cueva, en
donde se refugiaban animales o algunas personas, ante las inclemencias del
tiempo o cuando la noche te encontraba a las afueras del pueblo; como hemos
señalado con anterioridad la mayoría de personas siguen preocupados por los regalos
de los niños, el intercambio del amigo secreto o en adquirir algo para sí mismo
alguna oferta Navideña; ciertamente muy alejado del auténtico espíritu del
Nacimiento del Hijo de Dios: ¿Qué significa para nosotros el Nacimiento de
Jesucristo?
Y aquí ya nos dividimos, según nuestras
creencias, entre ateos y creyentes; entre cristianos y las demás religiones;
entre católicos y protestantes; entre los mismos católicos; y entre los mismos
evangélicos; cada grupo según su interpretación de la vida y sus creencias en
la divinidad, y su propia interpretación de la VIDA JESUCRISTO, aquel que vive
eternamente, el Hijo de Dios, se hace carne para nosotros: ¿Con qué intención?
¿Para qué? ¿Por qué motivo decide nacer en Belén? ¿Cuándo realmente sucedió
este hecho? ¿Cómo se produjo la encarnación del Hijo de Dios?
Muchas personas han tratado de responder estas
preguntas, algunos creando sus propias teorías e hipótesis; otros tomando los
primeros escritos entre los cristianos, de los seguidores de Jesucristo, especialmente
los Santos Evangelios que se nutrieron de la enseñanza apostólica y la
tradición oral que se fue transmitiendo en el primer siglo de nuestra era
cristiana. Y nosotros: ¿Qué hemos aprendido de los Santos Evangelios leyendo
este Libro de reflexiones? ¿Qué hemos aprendido de nuestro Maestro Jesucristo? Y
PARA TI: ¿Qué sabes del origen y nacimiento del Salvador, del niño Dios?
DISCERNIMOS:
Al hablar del origen
humano de Jesucristo, podemos tomar dos de los cuatro Santos Evangelios: Lucas
y Mateo, en este cuarto domingo de Adviento usaremos para nuestro
discernimiento el primer capítulo del Evangelio de Mateo, en los últimos ocho
versículos, los cuales utilizaremos para nuestro tema de este primer día de la
semana; recordemos que estamos a una semana de la NAVIDAD; celebración que tiene
su origen en las festividades romanas; además le recordamos que no tenemos
certeza histórica de cuando se produjo realmente el Nacimiento de Jesucristo;
en el siglo IV el Patriarcado de Roma, después del Concilio de Nicea, decide
celebrar el 25 de Diciembre como el día del Nacimiento del Salvador, una de las
dos fiestas más importantes del Cristianismo: ¿Qué significado tiene para tu
vida esta festividad cristiana?
Desde nuestro
significado personal, queremos dar un paso más para nuestra reflexión sobre el
Origen del Mesías: “Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba
comprometida con José y, cuando todavía no han vivido juntos, concibió un hijo
por obra del Espíritu Santo” (v. 18). Se nos habla de tres personajes que
acompañan el origen de Jesucristo: Una madre, una joven comprometida con un
varón llamado José; cuando todavía no vivían juntos, esta joven queda
embarazada, para muchos esto puede ser motivo de un engaño y escándalo; aunque
el texto nos revela la intervención de un tercer personaje: El Espíritu Santo:
¿Quién es María? ¿Quién es José? ¿Quién es el Espíritu Santo?
Son preguntas que nos
pueden acompañar en estos días, y por un largo tiempo, en el desafío personal y
cristiano de investigar más sobre nuestra FE Cristiana y los personajes más
importantes del primer siglo de cristianismo; aunque el mismo texto de hoy, nos
ayuda a responder una de esas preguntas: ¿Quién es José? “José, su esposo, que
era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla
en secreto” (v. 19).
Se nos señala que es
un hombre justo, y por ello quería abandonarla en secreto, ya que el acto de
repudio público, le podría haber significado para María una condena de muerte:
La LAPIDACIÓN; ya que para muchos es difícil creer en una intervención divina
para una concepción humana, esto lo creemos por FE; reconociendo que millones
de personas en la actualidad no creen en este hecho divino de la ENCARNACIÓN,
para nosotros los cristianos: ¿Cómo se produjo la Concepción de Jesucristo?
¿Cómo sucedió el misterio de la Encarnación Divina?
Seguramente muchos
tenemos la imagen que nos entrega el evangelista Lucas en el acontecimiento de
la encarnación del Señor; mismo anuncio que recibió San José en la versión de Mateo,
veamos que nos dice al respecto: “Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor
se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a
María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del
Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús,
porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados” (vv. 20-21).
Aquí se nos trata de
responder como sucedió el misterio de la Encarnación, fue porque ha sido
engendrado por el Espíritu Santo; y con ello, se le invita a NO tener miedo a
José, lo mismo que debe provocar el Espíritu Santo en nosotros, cuando
recibimos un don o un carisma en nuestras vidas, descubrir que proviene de Dios
y por ello, debemos acogerlo, aceptándolo y viviéndolo en nuestras vidas; desde
esta vivencia cristiana surge la finalidad, el objetivo, el porqué del
Nacimiento de Jesucristo; que es la SALVACIÓN del PUEBLO, en realidad, la
salvación de cada uno que se adhiere en la FE CRISTIANA; para nosotros los
cristianos: ¿Estamos salvados?
Y aquí encontramos diversidad
de miradas, ya que algunos se creen los salvados, los Santos de los últimos
días, otros esperan alcanzarla al final de los tiempos, otros la anhelan el día
de su muerte con la resurrección, y así, al fin como se cumplirán las Sagradas
Escrituras de los Santos Evangelios, que a su vez, son el cumplimento de la
Biblia Judía, por lo menos, así lo interpreta Mateo, y con ello, a nosotros,
como se nos dice a continuación: “Todo esto sucedió para que se cumpliera lo
que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz
un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: Dios con
nosotros” (vv. 22-23). Es decir, el Nacimiento de Jesucristo, se debe dar no
solamente en un PESEBRE, sino en nuestras vidas, para que siempre DIOS esté con
nosotros, y ¿Lo está? ¿Realmente se encuentra entre nosotros? ¿Cómo lo
demostramos?
Es aquí en dónde
necesitamos encontrarnos constantemente con Dios, estos días, con el NIÑO DIOS;
más allá de las diversas formas o ritos, oraciones o cultos; es el hecho de
ENCONTRARNOS y ¿Para qué?
A veces, como le
sucedió a San José, a través de un sueño; para otros una oración, una lectura
de las Sagradas Escrituras, y al fin y al cabo el objetivo es que a partir del
encuentro descubramos la voluntad de Dios para cada uno de nosotros, como le
paso a San José, con el anuncio del Ángel, y desde ese anuncio cumplir la
voluntad divina: “Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había
ordenado: llevó a María a su casa, y sin que hubieran hecho vida en común, ella
dio a luz un hijo, y él le puso el nombre de Jesús” (vv. 24-25). Y TÚ: ¿Cumplirás
la voluntad divina?
EVANGELIZAMOS:
La Evangelización en
el mundo actual nos exige, como cristianos, hacer la VOLUNTAD de Dios; y aquí
un desafío mayor ser COHERENTES a la voluntad divina; esto conlleva ante de
todo descubrir su voluntad para nuestras vidas, muchas veces a ejemplo de
Jesucristo, esto requiere una confrontación entre voluntades, la voluntad
humana, que se enmarca en nuestros propios sueños, nuestros propios gustos, lo
que queremos; y la voluntad divina, lo que nos pide para nuestras vidas: ¿Qué
creemos que Dios nos pide para esta Navidad y este año 2023 que se encuentra
por comienza?
Creemos que esto debe
ser un discernimiento personal, ya que DIOS le habla a cada hijo en particular,
de manera individual, esperamos en Dios Trinidad que este tiempo de Navidad sea
un tiempo propicio para cada cristiano, en qué logremos encontrarnos con el
Niño Dios, de una forma tan significativa, que transforme la existencia de cada
cristiano, para tener una vida más radical en el verdadero seguimiento de
nuestro Señor Jesucristo. Y TÚ: ¿Cómo vivirás el Nacimiento del Salvador?
Comentarios
Publicar un comentario