¿CÓMO PREPARARNOS PARA EL ENCUENTRO CON EL NIÑO DIOS?
CONTEMPLAMOS:
Este tercer domingo de Adviento, centramos
nuestra mirada en la primera venida de Jesucristo, y seguramente muchos
recordaremos el Nacimiento de Jesucristo en un Pesebre junto a sus padres, unos
animales, los ángeles y pastores que llegan a adorarle a Belén; recordemos lo
que hemos vivido estos dos últimos años, en el tiempo de Pandemia estamos más
en nuestras casas, algunos con la imagen de QUÉDATE en CASA; ante este suceso,
los invitamos a reconocer que es BUEN TIEMPO para nuestras Familias, por ello,
los invitamos a retomar la sana costumbre de reunirnos como familias, sobre
todo para celebrar la NOVENA de Navidad que comienza en unos días más, en donde
juntos como familia vamos armando nuestro propio PESEBRE NAVIDEÑO con el
sentido de ir contemplando cada personaje y los signos propios de esa primera
venida del Salvador al Mundo: ¿Cómo nacerá el Salvador en tu familia?
Podemos afirmar que este es un tiempo de DIOS,
si realmente queremos ver los signos a la luz de la FE, como el mismo hecho,
que sucede casi unos 800 años, ver de nuevo, lo que creemos fue vista como la
“ESTRELLA DE BELÉN”, signo que vivimos hace dos años, en el año 2020, además
nos encontrábamos con una mayor carga emocional producto de la Pandemia, muchas
personas vieron morir a sus seres queridos, familiares, amistades y conocidos;
entonces: ¿Cómo nos preparamos para el encuentro con el NIÑO DIOS?
Ante esta pregunta, debemos reconocer que la
mayoría se prepara con luces, adornos, botas, árboles de Navidad y la figura de
un Santa Claus que nos trae regalos, en particular a todos los niños y niñas del
mundo; ciertamente en muchos hogares no es ASÍ, algunos por el Espíritu
Navideño ayudan a otros dando cenas de Navidad o regalos de última hora; aunque
siendo sinceros la mayoría quiere celebrar: ¿Qué? y ¿Cómo?, son las grandes
preguntas que muchas veces dejamos de lado; claro que algunos afirmar, en
varias ocasiones, CELEBREMOS como DIOS manda; y me sigo preguntando, la
NAVIDAD, debe ser así, con este nivel de materialismo y consumismo, en verdad,
para los cristianos: ¿Era con regalos, árboles y grandes banquetes?
Nos atrevemos a señalar que NO, en realidad
Jesucristo viene como BUEN MENSAJE para nosotros, de manera sencilla y humilde,
incluso así fue su vida pública, comienza con el anuncio de Juan Bautista, un
simple mensajero, un hombre sencillo, que se encuentra en el desierto
anunciando la CONVERSIÓN; este es el GRAN llamado DIVINO, desde antiguo con los
profetas hasta Juan Bautista, y por sobre todo con el mismo JESUCRISTO, el HIJO
de DIOS, que nos invita a la CONVERSIÓN, a un cambio de toda la humanidad, tal
vez es lo que nos falta, una GRAN CONVERSIÓN: ¿Qué sociedad estamos
construyendo?
Tal vez, necesitamos un cambio, restauración y
renovación de nuestra forma de celebrar la NAVIDAD; más aún, necesitamos un cambio
real para nuestras vidas; algunos pensarán que esto se encuentra en viajar y
conocer nuevos lugares, en realidad NO, se trata de conocerte a ti mismo; y
desde ese conocimiento, CONVERTIR TU FORMA DE VIVIR. Y TÚ: ¿Quieres SUMERGIRTE
en ti mismo para vivir como auténtico cristiano?
DISCERNIMOS:
Desde nuestra propia
contemplación sobre nuestra vida, queremos discernir con el inicio del Evangelio
de Marcos: “Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios” (1, 1).
Es justamente el sentido de los Santos Evangelios, el inicio de un BUEN MENSAJE
para la vida de cada creyente en Jesucristo, creer en su MENSAJE de Conversión,
siempre que hablamos de CONVERSIÓN, creo que muchos olvidamos que esto es una
forma de VIDA, no un momento, no solamente un antes y un después, eso es en el
primer encuentro, sino una PERMANENTE CONVERSIÓN: ¿Cómo vives tu proceso
permanente de conversión? Lo que implica SER una buena persona, un mejor SER
humano y SER un auténtico cristiano: ¿Eres todo esto?
Si en verdad, NO lo
somos, es que no hemos logrado un encuentro real con el BUEN MENSAJE de
Jesucristo, encuentro que en muchas ocasiones viene mediado por otras personas,
en el caso de nosotros, mediado principalmente por las Sagradas Escrituras,
como en los PROFETAS de la Biblia Judía: “Como está escrito en el libro del
profeta Isaías: Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el
camino. Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus
senderos" (vv. 2-3). Por medio de esta palabra descubrimos la necesidad de
PREPARAR y ALLANAR el camino, para tener un encuentro real con DIOS; y esto NO
consiste en un lugar, flores, velas y manteles; un color determinado de ropa,
sino TU PROPIA VIDA. Y PARA TI: ¿Cómo preparas tu vida para encontrarte con
DIOS?
Esta debe ser la
pregunta para nuestra Navidad que se avecina: ¿Cómo preparamos nuestra vida
para celebrar la NAVIDAD del año 2022?; en el sentido del evangelio, se hace
por medio, de un PERSONAJE: “Así se presentó Juan el Bautista en el desierto,
proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados” (v.4). Es
la persona de Juan Bautista que nos proclama la necesidad de recibir el PERDÓN
DE LOS PECADOS; para los primeros cristianos era por medio de, un Rito BAUTISMAL,
que no era más, que SUMERGIRSE; para los católicos en el Sacramento de la
confesión; para muchos creyentes en la oración personal con Dios; para muchas
personas en el encuentro sincero con el prójimo cuando le pedimos disculpas o
perdón por nuestras ofensas de palabra u obra hacia ellos; más allá de las
formas, el verdadero sentido está en PEDIR PERDÓN, y nosotros: ¿Por qué vamos a
pedir perdón en este año que termina, y en preparación para la Navidad 2022?
Aquí es en donde te
invitamos a bautizarte nuevamente, en el sentido etimológico de la palabra:
“BAUTIZAR”, que demos traducir como “SUMERGIR”; por lo tanto, se trata de
sumergirse en tus propios actos, ya que para PEDIR PERDÓN, ya que debes saber
primero que hiciste MAL o con que palabras o hechos has causado DAÑO a tu
prójimo; con que cosas que has dejado de hacer has ocasionado más daño en tu
entorno social y familiar; para recién poder así CONFESAR TUS PECADOS;
insistimos más allá de la forma, como lo hizo San Juan Bautista: “Toda la gente
de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar
en las aguas del Jordán, confesando sus pecados” (v. 5). En la que muchas
personas, de Judea y Jerusalén, se hacían bautizar en el Río Jordán, confesando
sus PECADOS, nosotros nos podemos CONFESAR al SUMERGIRNOS en nuestra vida
interior, para sanar heridas del pasado, para terminar de cicatrizar relaciones
pasadas; y nosotros los cristianos: ¿Cómo vamos a PEDIR PERDÓN esta navidad?
Además este personaje,
nos enseña un estilo de Vida, de acuerdo al sentido de la CONVERSIÓN; es decir,
si pedimos PERDÓN, el ideal es cristiano es NO volver a hacer lo mismo; sino
realmente deseamos CAMBIAR, en este sentido, San Juan Bautista era radical en
su vivencia: “Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de
cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre” (v. 6). Tanto en su
forma de alimentarse y de vestirse; en cambio, nosotros en esta NAVIDAD, lo más
probable que una gran cantidad de personas usarán ROPA NUEVA; él en cambio se
vestía de piel de camello y cinturón de cuero, propio de su tiempo, algo
sencillo y rústico, quizás es una INVITACIÓN, a NO preocuparnos tanto por la
ROPA o por la COMIDA, sino a confiar más en la DIVINA PROVIDENCIA: ¿Lo hacemos cada
día?
Preguntamos cada día, para
recordarnos que la CONVERSIÓN es diaria, con nuestras palabras y hechos
demostramos nuestro CAMBIO de VIDA, por nuestra forma de proceder damos
testimonio de que nos hemos RENOVADO realmente; y no solamente de palabra o de
compromisos escritos para navidad o fin de año; sino con nuestra propia
EXISTENCIA: ¿Cómo vivirás este nuevo año 2023?
Desde San Juan
Bautista, se nos revela con un sentido profético: “Y predicaba, diciendo:
Detrás de mi vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno
de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado
a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo” (vv. 7-8).
Un camino de
preparación para sí mismo y para los demás, para un encuentro real con
Jesucristo, el Hijo de Dios, que CONSISTE en “SUMERGIRSE”, ya NO en un bautismo
con agua, como lo era el de Juan, sino SUMERGIRSE en el BAUTISMO de Jesucristo;
que es en el Espíritu Santo, y nosotros, los cristianos: ¿Cómo nos sumergimos
en el Espíritu Santo? Y TÚ: ¿Cómo lo realizas?
EVANGELIZAMOS:
Es aquí donde toma
sentido nuestra Evangelización personal, en lo que hacemos día a día, en cómo
vivimos nuestras existencia humana, para los cristianos en el desafío constante
y permanente de no actuar por propia voluntad, sino por VOLUNTAD DIVINA
impulsado por el Espíritu Santo: ¿Es así en nuestras vidas?
Al fin y al cabo, este
es el gran objetivo del ENCUENTRO con Dios, ser restaurado en tu forma de
vivir, que nos reconozcamos frágiles y débiles, NECESITADOS de Dios, es por
ello, que te invitamos a mirar, en este tiempo de Adviento, desde el día 16 de
diciembre las imágenes del PESEBRE de BELÉN, para que a la luz de esos
encuentros familiares, seamos RESTAURADOS en nuestro SER, y con ello, RENOVAR nuestra vivencia
cristiana, que es lo que quiere Dios para nosotros en Jesucristo con la fuerza
del Espíritu Santo. Y PARA TI: ¿Quieres Restaurar y Renovar tu vida?
Desde cada uno y por medio del Evangelio, se nos sigue invitando a descubrir el Buen Mensaje de Jesucristo, que nos trae con su vida, esto desde su nacimiento en Belén hasta su muerte en Jerusalén, a vivir como Él, sumergiendo al mundo en Espíritu Santo, SUMERGIÉNDONOS cada uno de nosotros en el ESPÍRITU SANTO. Y TÚ: ¿Cómo lo harás esta NAVIDAD?
Comentarios
Publicar un comentario