¿QUÉ TENTACIONES DEBEMOS SUPERAR?
CONTEMPLAMOS:
En este primer
domingo de Cuaresma, vemos las tentaciones de Jesucristo en el desierto, a la
hora de escribir nuestro tema evangélico usaremos el capítulo 4 de San Mateo; con
ese marco práctico queremos profundizar en nosotros contemplando la humanidad
de Jesucristo, su voluntad humana a la hora de superar el obstáculo de las
tentaciones; recordemos que las se nos pueden presentar a diario, no tan
solamente en el desierto durante cuarenta días, ni en un tiempo de CUARESMA;
sino que todos los días estamos siendo TENTADOS por situaciones que brotan de
nuestro interior en cada pensamiento y emoción, y/o por acontecimientos
externos provocados en el encuentro con las demás personas. Y TÚ: ¿Qué
tentaciones tienes a diario?
Claramente nuestra
mirada de las tentaciones la veremos en la línea del concepto que tengamos en
el PECADO; ya que para algunos mirar a un hombre o a una mujer puede SER motivo
de una TENTACIÓN, si la persona está casada, incluso para las personas solteras
y que viven sin pareja, les puede resultar una TENTACIÓN para sus vidas mirar a
una PERSONA con deseo sexual; aquí hemos ingresado a CONTEMPLAR de manera
subjetiva las situaciones de las TENTACIONES, ya que quizás de la misma forma
usamos el término para otras situaciones de la vida, como cuándo escuchamos a
otras personas, decir algo y le respondemos: “NO me TIENTES”, como si lo que
dijera fuera una TENTACIÓN para nosotros; o como cuando vemos una comida
sabrosa, y afirmamos: “ESTOY TENTADO a comer o probarlo con el dedo”, por
ejemplo: ante una TORTA, aunque si puede ser mayor la TENTACIÓN, ante el mal
que le puede provocar para su salud a una persona que se encuentra enferma de
Diabetes; aquí se provocaría un DAÑO a sí mismo, creemos que justamente este
punto es al que debemos unir nuestra contemplación al hablar de las
tentaciones, en cuanto van a originar un MAL en nosotros o en los demás, o en
el sentido, del creyente, cuando como consecuencia tengan de manifiesto el
incumplimiento de lo que consideramos un MANDATO DIVINO, en este aspecto, nos
preguntamos: ¿Qué tan seguido caemos en las tentaciones?
Esta caída para los
creyentes en Dios es lo que hemos denominado “PECADO”, aunque a veces nos
justificamos desde nuestra naturaleza humana, ya que algunos llegan a afirmar
que el PECADO es algo propio de la HUMANIDAD, en Jesucristo es que descubrimos
que NO, no es así, ya que Él FUE verdaderamente un SER HUMANO; por ello, conoció
en su propia existencia la TENTACIÓN, más desde su VOLUNTAD HUMANA no cometió
PECADO, por lo tanto, es propio de la VOLUNTAD HUMANA decidir, o sea, la
decisión se encuentra en cada persona para llegar a cometer un PECADO, y de
esta forma, llegar a manifestar la caída ante la tentación. Y PARA TI: ¿Te
encuentras más una persona TENTADA o una persona PECADORA? ¿Cuál estas
realidades predomina en tu vida cristiana?
DISCERNIMOS:
Desde nuestra mirada
personal sobre las tentaciones y los pecados, pasamos a discernir sobre el
proceder de Jesucristo ante la tentación, aunque siempre es bueno recordar lo
que les dijo a sus discípulos en el huerto de los Olivos: «Oren, para no caer
en la tentación» (Lucas 22, 40). Con ello, es bueno afirmar la invitación a la
permanente ORACIÓN para no caer en la tentación, creemos que justamente fue lo
que hizo en el desierto: “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al
desierto, para ser tentado por el demonio” (Mateo 4, 1). Ya que es Espíritu
Santo es quien lo guía hacia el encuentro con Dios, su Padre; en un ambiente
propicio de soledad para entrar en contacto con su Padre, es que Jesucristo es
tentado; aunque humanamente debemos reconocer que NO es tan sencilla la
ORACIÓN, como solamente apartarse y dialogar con Dios, debemos ser sinceros y
señalar que en muchas ocasiones, vienen a nuestros pensamientos y oraciones
otras situaciones de la vida, que nos distraen, nos sacan de nuestro CENTRO;
bueno lo mismo le sucedió a Jesucristo, aunque esta vez fue algo externo; a lo
que hemos denominado DEMONIO, y para nosotros: ¿Cuáles son nuestros demonios
internos? ¿Qué nos persiguen en nuestras vidas?
De la misma manera
somos distraídos, o sea, tentados, en lo que nos causa placer, las que surgen
de nuestras necesidades humanas que desean ser satisfechas; de la misma manera le
sucedió a Jesucristo: Verdadero Ser Humano, siente la necesidad humana de
comer, en este punto, se manifiesta como una debilidad, o por lo menos, es lo
que cree el demonio, por ello, procede a TENTAR: “Después de ayunar cuarenta
días con sus cuarenta noches, sintió hambre. Y el tentador, acercándose, le
dijo: Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes”
(vv. 2-3). De la misma manera, somos TENTADOS, permanente por situaciones que
nos invitan a satisfacer nuestras sensaciones humanas: ¿Qué tentaciones de
PLACER están presentes en nuestras vidas?
Recordemos que el
tema es NO quedarnos centrados en la TENTACIÓN, sino descubrir que desde la
ella, existe una posibilidad de manifestar nuestra Fe y adhesión a DIOS, o sea,
comprender: ¿Por quién y por qué vivimos? Es lo que nos intenta enseñar Jesucristo,
discernir que vivimos con, en y por DIOS. “Jesús le respondió: Está escrito: El
hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de
Dios" (v. 4). Entonces, los creyentes en Dios, y los cristianos, hemos
logrado comprender que no se trata solamente de la TENTACIÓN del PLACER, sino
afirmar que la PALABRA de Dios es lo único que nos ALIMENTA y nos da el verdadero
PLACER, como lo decía Apóstol Pedro: «Señor,
¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y
sabemos que eres el Santo de Dios» (Juan 6, 68-69). A quién más recurrir, a
dónde más ir, solamente hacia Jesucristo, para eso los cristianos debemos tener
a JESUCRISTO, en primer lugar, NO a sus parejas, como cuando dicen: “Sin ti no
podría vivir”, o las madres por sus hijos: “Si mis hijos no están, me muero”. Y
para nosotros: ¿Quién es la razón de nuestra existencia humana?
Desde nuestra razón
de existir y vivir, la cual debería ser DIOS; Jesucristo para los cristianos,
como lo señalo Simón Pedro; aunque sea de esta forma y logremos poner en primer
lugar a Jesucristo en nuestras vidas, seguiremos siendo TENTADOS; quizás ya no
por los PLACERES de la Vida Terrena, cuando tenemos todos nuestros deseos
centrados en conseguir la VIDA ETERNA; aunque seremos TENTADOS en el PODER, ya
que muchos afirmarán desde su FE, que TODO es posible junto a DIOS; y creerán
que pueden hacer TODO, por ellos mismos, esta es la TENTACIÓN, que nos viene
del demonio, como lo experimento el Hijo de Dios: “Luego el demonio llevó a
Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo, diciéndole:
Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dios dará órdenes a
sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con
ninguna piedra" (vv. 5-6).
Un PODER para hacer
cosas extraordinarias y nunca tropezar en la vida; esto no es VERDAD; siempre
seguiremos TROPEZANDO con piedras en el camino hacia la Vida ETERNA, confiando
plenamente en Dios, debemos descubrir que es lo realmente POSIBLE para nosotros
como seres humanos; recordando la enseñanza del Maestro, su ejemplo: “Jesús le
respondió: También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios" (v. 7). Ante
esta situación, nos podemos preguntar: ¿En qué circunstancias de nuestra vida
hemos TENTADO a DIOS con nuestros deseos y anhelos de PODER?
Este deseo de PODER
es suponer que Dios siempre estará a nuestra disposición para hacer TODO POSIBLE
lo que queremos y deseamos, muchas veces, sin ORAR o dialogar con Dios
Trinidad, solamente por el hecho, de que creemos que es bueno para nosotros y
para nuestro entorno; cuidado: “NO DEBEMOS TENTAR a Dios”; nuestro PODER es
limitado, solamente DIOS es Todopoderoso, aunque NO es menos cierto que en
muchas ocasiones hemos CAÍDO en el PODER, y sus manifestaciones de abuso a los
demás, por el PODER, hemos abusado de la conciencia de las demás y en otras
tantas hemos abusado sexualmente de otras personas por creer que poseemos el
PODER, o sea, PODER HACERLO, en definitiva,
nos hemos OLVIDADO que no TENEMOS el PODER de hacer daño a otros,
afirmamos esto, sabiendo que muchos que han seguido el camino de JESUCRISTO han
caído en esta TENTACIÓN, no tan solamente cometiendo PECADOS; sino DELITOS, en
vez de convertirse en discípulos de Jesucristo, se han convertido en
DELINCUENTES de nuestra sociedad. Y nosotros: ¿Qué clase de PODER buscamos?
Ante tal cruel y dura
realidad eclesial y social: ¿Cómo seguir nuestro CAMINAR hacia la VIDA ETERNA?
Justamente DESPOJÁNDONOS de TODO, esto implica NO caer en esta última tentación:
“El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos
los reinos del mundo con todo su esplendor, y le dijo: Te daré todo esto, si te
postras para adorarme” (vv. 8-9). Ya que en cualquier momento de nuestra
existencia humana, se nos presentará de manera fácil la tentación de TENER,
quizás no como en el caso de Jesucristo: TENER TODO, aunque SI una parte, que
anhelará satisfacer nuestro deseo de TENER; de tener por tener, solamente por
el simple hecho de ACUMULAR, ya no para DIOS, sino para uno mismo. Y los
cristianos: ¿Qué queremos TENER?
Es aquí en dónde nos
vuelve a enseñar el Maestro: “Jesús le respondió: Retírate, Satanás, porque
está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto" (v.
10). Al fin y al cabo, para vencer cualquier tentación, ya sea de PLACER, de
PODER o de TENER, siempre debemos poner el primer lugar a DIOS: ¿Lo realizamos
en nuestra vida de creyentes? Cuando lo realizamos somos capaces de alejar a
los demonios y a nuestros demonios que conviven con nosotros cada día, así lo
señala el Santo Evangelio: “Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se
acercaron para servirlo” (Mateo 4, 11). Y PARA TI: ¿Eres capaz de alejar tus
propios demonios en tu vida o, por lo menos, no aceptar las tentaciones que nos
presentan?
EVANGELIZAMOS:
Esta capacidad que
tiene y posee cada persona, se logra manifestar, a luz de Jesucristo, como el
inicio de la EVANGELIZACIÓN en nuestra propia existencia; ya que EVANGELIZAR,
la mayoría de veces, no tiene que ver con IR a otros lugares, sino más bien,
con recibir el “Buen Mensaje” de Jesucristo en nuestras vidas; sin importar el
lugar en dónde nos encontremos, ni en qué situación de la vida sintamos estar;
sino que se trata de una transformación INTERIOR, que este domingo implica
FORTALECER nuestra VOLUNTAD HUMANA, a ejemplo de Jesucristo, para que por medio
de este fortalecimiento que se da desde nuestra oración personal, logremos
vencer toda TENTACIÓN que se nos presente en el camino de la Vida Terrena. Y
PARA TI: ¿Cómo has fortalecido tu propia Voluntad para superar las Tentaciones
de Placer, de Poder y de Tener?
Si nos hemos
FORTALECIDO es que vamos por el buen camino de Jesucristo, si todavía NO es
así, este tiempo de cuaresma se debe CONVERTIR en un tiempo propicio para
FORTALECER tu propia VOLUNTAD HUMANA; en una permanente restauración de tu SER
humano a ejemplo de Jesucristo, y en una constante renovación de tu ser persona
y ser cristiano. Y TÚ: ¿Quieres restaurar y renovar tu existencia humana usando
el modelo presentado por Jesucristo en los Santos Evangelios?
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