QUE SE CUMPLA LA PALABRA DE DIOS EN LA HUMANIDAD

CONTEMPLAMOS:


En el día de la Inmaculada Concepción de María, queremos afirmar la necesidad de la humanidad por el cumplimiento de la PALABRA de Dios: ¿Cumplimos fielmente la Palabra divina? Para que esto sea posible, se hace necesario descubrir y reconocer en dónde se encuentra la Palabra de Dios. Muchos creyentes de manera sencilla dirán y afirmarán que  se encuentra en las Sagradas Escrituras, en nuestras biblias: ¿Cómo podemos afirmar la Inmaculada Concepción de María? Si no se narra en nuestras biblias cristianas, sino que lo encontramos en los libros apócrifos: “Y, obedeciendo al mandato del ángel, ambos esposos, abandonando uno y otro los parajes respectivos en que estaban, subieron a Jerusalén. Y, al llegar al lugar designado por el oráculo del ángel, se encontraron mutuamente. Entonces, gozosos de volver a encontrarse, y poseídos de confianza en la verdad de la promesa de que tendrían descendencia, rindieron acción de gracias bien debidas al Señor, que exalta a los humildes. Y, habiendo adorado al Altísimo, regresaron a su casa, y, llenos de júbilo, esperaron la realización de la divina promesa. Y Ana concibió y parió una hija, y, conforme a la orden del ángel, sus padres le pusieron por nombre María”. (Evangelio de la Natividad de María V). De este texto desprendemos que María tiene una como madre a una mujer llamada ANA, que junto a su esposo (Joaquín) OBEDECEN un mandato de un ángel: ¿Por qué OBEDECEN las palabras de un ángel?

 

Desde la FE podemos señalar que OBEDECEN por qué creen que las palabras de ángel vienen de DIOS, es decir, que el ángel pronuncia la Palabra de DIOS; por ende, podemos afirmar que la PALABRA de Dios también se comunica por otros medios, y NO solamente se revela y se contiene en las Sagradas Escrituras; incluso, podemos señalar que a partir de este Evangelio Apócrifo del Nacimiento de la VIRGEN MARÍA, obtenemos datos importantes sobre los padres de María; ahora bien, al pensar en la CONCEPCIÓN de MARÍA, nos podemos preguntar lo siguiente: ¿Qué pensamos cuando hablamos de Concepción de María? ¿Cuándo se da para nosotros la concepción de un nuevo ser humano?

 

En el sentido biológico, algunos pueden manifestar que se trata de la unión de un óvulo con un espermatozoide dando el paso a un CIGOTO, este cigoto es el germen de un nuevo ser humano, que pasa a ser un embrión, posteriormente un feto antes de su nacimiento; en los hechos, para que este proceso suceda, generalmente se necesita de un acto sexual entre un varón que dona el espermatozoide y la mujer que dona el óvulo, aunque hoy en día, este proceso se puede realizar en laboratorios para posteriormente implantarlos en una mujer que sería su madre gestante; más allá de la forma o del mandato divino revelado; en este día, celebramos la concepción NUEVE meses antes del nacimiento de María que se celebra el 8 de Septiembre: ¿Por qué razón el mundo católico celebra con mayor devoción la fiesta de la Concepción de María y no su nacimiento?

 

 

DISCERNIMOS:

 

En este momento de discernimiento, a la luz de los Santos Evangelios, que hoy haremos con el relato del primer capítulo del Evangelista Lucas; ya que no tenemos el relato de la concepción de María en los Evangelios, por esta razón, tomamos el texto de la CONCEPCIÓN de Jesucristo, el Hijo de Dios, mismo relato que se utiliza en la festividad del 25 de marzo, día de la Encarnación del VERBO de Dios; aunque a diferencia con las festividades Marianas, el nacimiento del Salvador, que celebraremos en unas semanas más, el día 25 de Diciembre es mucho más importante para todos los cristianos que la celebración del 25 de marzo. Por ello, sigue siendo extraño, en el mundo católico, la pregunta que realizamos en la CONTEMPLACIÓN: ¿Por qué celebramos con mayor dedicación y fervor la Inmaculada Concepción y no el NACIMIENTO de María, la Madre del Salvador? Y en nuestras vidas personales: ¿Celebramos el día del nacimiento, del parto o de nuestra concepción?

 

Nos atrevemos a responder y afirmar que la mayoría de personas en el mundo, celebran su cumpleaños en el día del parto y no en día de la concepción, en la que éramos un “Cigoto”: ¿Por qué lo hacemos con la Madre del Salvador? Veamos que hace especial, a María: “En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María” (Lucas 1, 26-27). Se nos señala que en el sexto mes, que si es de los judíos que se habla, el sexto mes es el de Nisán que corresponde a nuestro calendario al mes de Marzo, es cuando la VIRGEN María recibe la visita el ángel Gabriel, para comunicarle la palabra de DIOS: ¿Por qué y para qué fue elegida una joven virgen que se encontraba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José?

 

“El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: ¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo” (v. 28). El ángel, en primer lugar, le manifiesta que debe estar ALEGRE porque Dios se encuentra con ella, ella la “Llena de Gracia”; tal vez, al igual que María: “Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo”. Estaba desconcertada aunque más que por la presencia del ángel, era por las palabras que había dicho en su saludo. Y nosotros: ¿Cómo nos sentiríamos si estuviéramos en la presencia de un ángel del Señor?

 

“Pero el Ángel le dijo: No temas, María, porque Dios te ha favorecido”. (v. 30) Ciertamente con miedo, preguntas y dudas, por más que nos diga el ángel no tengas MIEDO, en nuestro interior de seguro, si tendríamos MIEDO a tal encuentro: ¿Cómo escuchar a DIOS en un ambiente de MIEDO y TEMOR?

 

Sin duda, el MIEDO no tan solamente nos paraliza, sino que no nos deja escuchar, ya que nuestro interior y emociones nos hablan más fuerte; aquí es en dónde María revela una fuerza interior, y mayor a muchos seres humanos, es capaz de dejar su temor y desconcierto en segundo plano, para escuchar lo que Dios le quiere revelar: ¿Qué Palabra le quiere comunicar?

 

“Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin” (vv. 31-33). Le comunica una promesa que se cumplirá en ella, va a CONCEBIR un hijo, dará a luz a ese hijo el que debe llamar JESÚS, el cuál será REY de un reino que no tendrá fin: ¿Cómo aceptar la Palabra de Dios? ¿Cómo cumplir con la misión divina?

 

En el ¿Cómo? se centra y queda la Virgen, la joven, por ello, su pregunta: “María dijo al Ángel: ¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?” (v. 34). Ella sabe muy bien, que para qué una MUJER quede embarazada y dé a luz un hijo, debe tener relación sexual con un hombre, ya que desde el acto sexual, la mayoría de veces, se da el surgimiento de una nueva vida humana en el vientre materno; entonces, era válida su pregunta: ¿Cómo puede SUCEDER? ¿Cómo se llevará a CUMPLIMIENTO lo que me anuncias como PALABRA de Dios?

 

“El Ángel le respondió: El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios” (vv. 35-37). Justamente el ángel le recuerda la asistencia del Espíritu Santo, es decir, para que allá cumplimiento de la PALABRA divina necesitamos de la PRESENCIA del Espíritu Santo, y junto a Él, TODO se hace posible, ya que con DIOS TODO es posible: ¿Creemos en esto? Y TÚ: ¿Lo crees?

 

Aquí la figura de María se presenta como modelo de FE, de nuestra Fe Cristiana, en cuanto ACEPTA la PALABRA de Dios en su vida, en su existencia, con todas sus consecuencias: “María dijo entonces: Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho. Y el Ángel se alejó” (v. 38).

 

Vemos claramente como ella misma se hace la SERVIDORA de Dios en el cumplimiento FIEL de la PALABRA de Dios en su HUMANIDAD, en todo su SER. Y nosotros, los cristianos: ¿Somos capaces de vivir en nuestra humanidad fielmente a la Palabra de Dios y su “Buen Mensaje” revelado en Jesucristo? Y PARA TI: ¿Vives en la Fidelidad de la revelación Divina? ¿Eres un servidor fiel a ejemplo de María, la Madre del salvador?

 

 

EVANGELIZAMOS:

 

Justamente a la luz del Evangelio de Jesucristo, descubrimos la PALABRA de Dios hecha carne, no tan solamente en su vida, sino en la vida de muchas personas que escucharon su “Buen Mensaje” y la llevaron a la práctica, una de ellas fue su propia Madre, que junto a varios seguidores cumplieron sus peticiones junto a sus primeros discípulos: “Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. Uno de esos días, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos –los que estaban reunidos eran alrededor de ciento veinte personas– y dijo” (Hechos 1, 14-15). En este caso, no nos interesa que dijo PEDRO; sino el hecho de que 120 personas se reunían en ORACIÓN; entre ellos, María como la primera cristiana, la que creía fielmente la promesa de Jesucristo, de su HIJO, que debían permanecer UNIDOS hasta la venida del Espíritu Santo, o sea, ella CREE en la palabra del Maestro. Y nosotros: ¿Creemos fielmente en todas las PALABRAS de Jesucristo?

 

La mayoría diremos SÍ, aunque el CREER FIELMENTE no es una mera manifestación de palabras, sino de HECHOS, o sea, lo que dicen CREER en fidelidad deben VIVIR según las palabras y enseñanza del Maestro, tal como MARÍA cumple en su humanidad la Palabra de Dios, nosotros estamos invitados a vivir de la misma manera, en FIDELIDAD a la voluntad de Dios. Y los cristianos: ¿Lo hacemos? Y TÚ: ¿Lo harás?

 

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