¿CÓMO SERÁ NUESTRO ENCUENTRO CON EL NIÑO DIOS?

 CONTEMPLAMOS:

 

Este último domingo de Adviento, nos centramos en el origen de Jesucristo, para la mayoría de creyentes el nacimiento se dio en un PESEBRE, que es como un establo o un  granero; aunque, lo más probable si es verdad este hecho; que la realidad fue muy distinta, no era más que una cueva, en donde se refugiaban animales o algunas personas, ante las inclemencias del tiempo o cuando la noche te encontraba a las afueras de los  pueblos y ciudades; como hemos señalado con anterioridad, lo más probable que la mayoría de personas, en el mundo,  siguen preocupados por obtener los últimos regalos de los niños y familiares; para el intercambio del amigo secreto o en adquirir algo para sí mismo dada las supuestas ofertas Navideñas; ciertamente muy alejado del auténtico Espíritu del Nacimiento del Hijo de Dios: ¿Qué significado tiene para nosotros el Nacimiento de Jesucristo? Y PARA TI: ¿Qué importancia y significado tiene en tu vida?

 

Es aquí en nos seguimos dividiendo; según nuestras creencias: entre ateos y creyentes; entre cristianos y las demás religiones; entre católicos y protestantes; entre los mismos católicos; y entre los mismos evangélicos; cada grupo según su propia interpretación de la vida y sus creencias en la divinidad; desde la propia interpretación sobre la VIDA JESUCRISTO, aquel que vive eternamente, el Hijo de Dios, que se hace carne para nosotros: ¿Con qué intención? ¿Para qué? ¿Por qué motivo decide nacer en Belén? ¿Cuándo realmente sucedió este hecho? ¿Cómo se produjo la encarnación del Hijo de Dios en medio de la humanidad?

 

Sin duda, muchas personas de FE han tratado de responder estas interrogantes, algunos creando sus propias teorías e hipótesis, desarrollado en libros y artículos de nuestra Fe Cristiana y católica; otros, en cambio, han tomado los primeros escritos entre los cristianos, de los seguidores de Jesucristo, especialmente los Santos Evangelios, literalmente, la pie de la letra, sin el espíritu en que han sido escritos, aunque reconocemos que estos escritos se han nutrido de la enseñanza apostólica, que hemos encontrado en la tradición oral que se fue transmitiendo en el primer siglo de nuestra era cristiana: ¿Cómo nos acercamos a estos escritos de los Santos Evangelios?

 

Ciertamente para la mayoría de creyentes es la PALABRA de Señor, o sea, la PALABRA de Dios manifestada a la humanidad, en especial, para los cristianos, los que creen que Jesucristo es el Hijo de Dios, en dónde el gran problema es. ¿Cómo hacemos vida esa PALABRA que sale de la boca de Jesucristo? Y nosotros: ¿Qué hemos aprendido de los Santos Evangelios? ¿Qué nos enseñan estos escritos? ¿Qué hemos aprendido de nuestro Maestro Jesucristo? Y PARA TI: ¿Qué sabes del origen y nacimiento del Salvador, del niño Dios?

 

 

DISCERNIMOS:

 

Al hablar del origen humano de Jesucristo, podemos tomar dos de los cuatro Santos Evangelios: Lucas y Mateo, en este cuarto domingo de Adviento usaremos para nuestro discernimiento el primer capítulo del Evangelio de Mateo, en los últimos ocho versículos, los cuales utilizaremos para nuestro tema de este primer día de la semana; recordemos que estamos a una semana de la NAVIDAD; celebración que tiene su origen en las festividades romanas; además le recordamos que no tenemos certeza histórica de cuando se produjo realmente el Nacimiento de Jesucristo; en el siglo IV el Patriarcado de Roma, después del Concilio de Nicea, decide celebrar el 25 de Diciembre como el día del Nacimiento del Salvador, una de las dos fiestas más importantes del Cristianismo. Y PARA TI: ¿Qué significado tiene para tu vida esta festividad cristiana?

 

Desde nuestro significado personal, queremos dar un paso más para nuestra reflexión sobre el Origen del Mesías: “Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no han vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo” (v. 18).

 

En este versículo, se nos habla de tres personajes que acompañan el origen de Jesucristo: Una madre, una joven comprometida con un varón llamado José; cuando todavía no vivían juntos, esta joven queda embarazada, para muchos esto puede ser motivo de un engaño y escándalo; aunque el texto nos revela la intervención de un tercer personaje: El Espíritu Santo. Y para nosotros: ¿Quién es María? ¿Quién es José? ¿Quién es el Espíritu Santo?

 

Son preguntas que nos pueden acompañar en estos días, y por un largo tiempo, en el desafío personal y cristiano de investigar más sobre nuestra FE Cristiana y los personajes más importantes del primer siglo de cristianismo; aunque el mismo texto de hoy, nos ayuda a responder una de esas preguntas: ¿Quién es José? “José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto” (v. 19).

 

Se nos informa y señala que es un hombre justo, y por ello quería abandonarla en secreto, ya que el acto de repudio público, le podría haber significado para María una condena de muerte: La LAPIDACIÓN; ya que para muchos es difícil creer en una intervención divina para una concepción humana, esto lo creemos por medio de nuestra FE; reconociendo que millones de personas en la actualidad no creen en este hecho divino de la ENCARNACIÓN, para nosotros los cristianos: ¿Cómo se produjo la Concepción de Jesucristo? ¿Cómo sucedió el misterio de la Encarnación Divina en medio de la humanidad?

 

Seguramente muchos tenemos la imagen que nos entrega el evangelista Lucas en el acontecimiento de la encarnación del Señor; mismo anuncio que recibió San José en la versión de Mateo, veamos que nos dice al respecto: “Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados” (vv. 20-21).

 

Aquí se nos trata de responder como sucedió el misterio de la Encarnación, fue porque ha sido engendrado por intermedio del Espíritu Santo; y con ello, se le invita a NO tener miedo a José, lo mismo que debe provocar el Espíritu Santo en nosotros, cuando recibimos un don o un carisma en nuestras vidas, descubrir que proviene de Dios y por ello, debemos acogerlo, aceptándolo y viviéndolo en nuestras vidas; desde esta vivencia cristiana surge la finalidad, el objetivo, el porqué del Nacimiento de Jesucristo; que es la SALVACIÓN del PUEBLO, en realidad, la salvación de cada uno que se adhiere en la FE CRISTIANA; y para nosotros como cristianos: ¿Estamos salvados?

 

Y aquí encontramos diversidad de miradas, ya que algunos se creen los salvados, los Santos de los últimos días, otros esperan alcanzarla al final de los tiempos, otros la anhelan el día de su muerte con la resurrección, y así, al fin como se cumplirán las Sagradas Escrituras de los Santos Evangelios, que a su vez, son el cumplimento de la Biblia Judía, por lo menos, así lo interpreta Mateo, y con ello, a nosotros, como se nos dice a continuación: “Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: Dios con nosotros” (vv. 22-23).

 

Aquí vemos la promesa del Nacimiento de Jesucristo, para nosotros, en la actualidad, NO solamente debe suceder en un PESEBRE, sino en nuestras vidas, para que siempre DIOS esté con nosotros, y ¿Lo está? ¿Realmente se encuentra entre nosotros? ¿Cómo lo demostramos? Es aquí en dónde necesitamos encontrarnos constantemente con Dios, estos días, con el NIÑO DIOS; más allá de las diversas formas o ritos, oraciones o cultos; es el hecho de ENCONTRARNOS con el niño DIOS: ¿Para qué encontrarnos con Él?

 

A veces es, como le sucedió a San José, a través de un sueño; para otros una oración, o una lectura de las Sagradas Escrituras; al fin y al cabo el objetivo es que a partir del encuentro descubramos la voluntad de Dios para cada uno de nosotros, como le paso a San José, con el anuncio del Ángel, y desde ese anuncio cumplir la voluntad divina: “Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa, y sin que hubieran hecho vida en común, ella dio a luz un hijo, y él le puso el nombre de Jesús” (vv. 24-25). Y TÚ: ¿Cumplirás la voluntad divina?

 

 

EVANGELIZAMOS:           

 

La Evangelización en el mundo actual nos exige, como cristianos, hacer la VOLUNTAD de Dios; y aquí un desafío mayor es ser COHERENTES a la voluntad divina; esto conlleva ante de todo descubrir su voluntad para nuestras vidas, muchas veces a ejemplo de Jesucristo, esto requiere una confrontación entre voluntades, la voluntad humana, que se enmarca en nuestros propios sueños, nuestros propios gustos, lo que queremos; y la voluntad divina, lo que nos pide para nuestras vidas: ¿Qué creemos que Dios nos pide para esta Navidad y este año 2022 que se encuentra por comenzar?

 

Creemos que esto debe ser un discernimiento personal, ya que DIOS le habla a cada hijo en particular, de manera individual, esperamos en Dios Trinidad que este tiempo de Navidad sea un tiempo propicio para cada cristiano, en qué logremos encontrarnos con el Niño Dios, de una forma tan significativa, que transforme nuestra existencia, renueve a cada cristiano, para tener una vida más radical en el verdadero seguimiento de nuestro Señor Jesucristo. Y TÚ: ¿Cómo vivirás el Nacimiento del Salvador?

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