¿CÓMO PREPARARNOS PARA LA CELEBRACIÓN DE NAVIDAD?

CONTEMPLAMOS:

En este día, queremos mirar nuestra realidad sobre la celebración navideña; por esta razón, hemos querido escribir este artículo teológico, reconociendo que, una vez más, hemos tenido un año difícil para toda la humanidad, sobre todo por la Pandemia mundial, ante la pérdida de muchos seres queridos: familiares, amigos, conocidos, colegas fallecidos durante este año y el año recién pasado. Por otro lado, tenemos una economía mundial tambaleante que ha hecho que los más ricos sean más ricos, y que la pobreza material de muchos quede de manifiesto, con una gran inflación en casi todos los países del mundo, cada día se hace más difícil comprar los alimentos para cada día, en donde muchos seguimos orando a Dios diciendo: “Danos hoy nuestro PAN de cada día”.

 

Contemplemos el Nacimiento de nuestro Salvador, por esta razón, les invitamos y proponemos seguir analizando el sentido cristiano y humano de la NAVIDAD; durante estos últimos años, podemos afirmar que han aumentado las cifras de consumo de alcohol, de drogas, o de violencia intrafamiliar, los datos son reales y ciertos. Aunque no es menos cierto que en la mayoría de familias es todo lo contrario, es que nos cuesta CONTEMPLAR toda la realidad familiar del mundo; en muchos hogares se ha logrado estar más unidos, otra gran cantidad de personas han logrado descubrir lo esencial de la VIDA: Lo que es más importante para la existencia humana y la vivencia de sus familias. Con este telón de fondo, queremos ayudarte a reflexionar e invitarte a celebrar una NUEVA y RENOVADA NAVIDAD: ¿Quieres caminar junto a nosotros para renovar nuestra celebración navideña?

 

Para lograr este “Camino Juntos”, queremos invitarte a celebrar una “NOVENA FAMILIAR” en miras de nuestra preparación para esta Navidad, desde hoy, 16 de diciembre hasta el día 24 de diciembre, a CONTEMPLAR, DISCERNIR y EVANGELIZAR sobre nuestra FE NAVIDEÑA, centrándonos en la figura del PESEBRE de NAVIDAD, recordando la tradición creada por Francisco de Asís, recordemos la petición de Dios a Francisco: “Repara mi Iglesia”, junto a él: ¿Aceptas reparar la Iglesia de Jesucristo? ¿Quieres reparar tu familia, como expresión y manifestación de la Iglesia de Jesucristo?

 

Al hacernos estas preguntas: “ACEPTAS y QUIERES”, intentamos desafiarte a que seas consciente de la importancia que tiene tu propia libertad y tu voluntad para la salvación, como nos decía San Agustín: “El que te creó a ti sin ti, no te salvará a ti sin ti.” Además, les recordamos que el periodo previo a Navidad es un tiempo de “Conversión”: «El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia» (Marcos 1, 15). Por esta razón, te invitamos a vivir dos aspectos de la conversión: restaurar la auténtica imagen sobre el Nacimiento de Jesucristo: ¿Quieres Restaurar la NAVIDAD?; y renovar tu celebración navideña: ¿Quieres Renovar tu Navidad Familiar?

 

 

DISCERNIMOS:

 

Desde nuestra voluntad y lo que queremos, los invitamos a discernir sobre este gran acontecimiento, que se celebra en el mundo entero, la navidad del Salvador con sus propias palabras que encontramos en el Evangelio de Lucas en el capítulo 7: “Cuando los enviados de Juan partieron, Jesús comenzó a hablar de él a la multitud, diciendo: ¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento?” (v. 24). Las preguntas del Maestro son por la figura de Juan Bautista, lo usaremos como referencia para preguntarnos sobre Jesucristo, el Hijo de Dios: ¿Qué vemos en Jesucristo? ¿Qué contemplamos en su nacimiento? ¿Qué vamos a celebrar en esta Navidad?

 

Ciertamente desde nuestra FE Cristiana, sabemos que celebramos al Hijo de Dios: ¿Somos capaces de entender el misterio del nacimiento del Hijo de Dios? ¿Logramos descubrir la real importancia de este nacimiento para la humanidad? “¿Qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que llevan suntuosas vestiduras y viven en la opulencia, están en los palacios de los reyes” (v. 25). Tal vez, estamos confundidos con la celebración navideña, tal como se confundieron con Juan Bautista, ya que no era un hombre vestido de refinamiento; tal como el Hijo de Dios que NO nació en un palacio, sino en la sencillez y la pobreza de un PESEBRE, entre paja y animales. Y nosotros: ¿En qué hemos convertido la NAVIDAD?

 

Sin duda, la hemos convertido en una celebración con la familia y amigos, en donde repartimos regalos y comemos a destajo: ¿Está es la celebración que Dios desea de nosotros? Con un árbol de fondo y un anciano vestido de rojo que trae regalos a todos los niños del mundo; ante esto, nos seguimos preguntando: ¿Es lo que Dios quería manifestar a la humanidad? ¿Qué hemos visto y contemplado para llegar a esta realidad?

 

“¿Qué salieron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta” (v. 26). Al parecer, no somos capaces de ver más allá, como los judíos del primer siglo, solo vieron a un profeta, no vieron más allá, nosotros lo mismo, no somos capaces de ver más allá de los signos de navidad, qué hemos ido creando: ¿Vemos y nos encontramos con Dios y su Palabra en la celebración navideña?

 

Recordando su “Buen Mensaje”: “Él es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino” (v. 27). Se trata de ir preparando un camino, ya que vamos más allá del nacimiento, sino que celebramos su NACIMIENTO por lo que ha significado su vida para cada uno de nosotros, una vida que vino a revelarnos y mostrarnos nuestro camino, como hijos de Dios: “Les aseguro que no hay ningún hombre más grande que Juan, y sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más grande que él” (v. 28).

 

Este es el camino hacia el REINO de DIOS; por ende, la Navidad se enmarca en la llegada del reino de Dios a la humanidad: ¿Cómo acogemos el Reino de Dios en cada Navidad? Justamente desde nuestra acogida se manifiesta la justicia y el designio de Dios, algunos la aceptan, como en el primer siglo: “Todo el pueblo que lo escuchaba, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, recibiendo el bautismo de Juan” (v. 29). Unos publicanos recibieron y acogieron el Reino de Dios, ya que supieron reconocer la justicia de Dios en la figura de Juan Bautista, por medio de la celebración del bautismo. Y nosotros: ¿Seremos capaces de descubrir y reconocer la JUSTICIA de Dios en el Nacimiento de Jesucristo en Belén? ¿Veremos la NAVIDAD como parte del designio de DIOS para toda la humanidad?

 

Cuando somos capaces de descubrir la manifestación de la justicia divina en un pesebre, en el nacimiento de Jesucristo, es que estamos comprendiendo el verdadero designio de Dios para cada uno de nosotros y para toda la humanidad; aunque siempre depende de nuestra respuesta: “Pero los fariseos y los doctores de la Ley, al no hacerse bautizar por él, frustraron el designio de dios para con ellos” (v. 30).

 

Para aquellos que se dedicaban a enseñar la Palabra de Dios fue lo contrario, NO LOGRARON descubrir el designio de Dios para sus vidas. Por lo tanto, los cristianos NO TENEMOS asegurado esta revelación divina, ni por el hecho de leer las Sagradas Escrituras, ni de celebrar la Navidad; por ello, nos preguntamos a cada uno de nosotros: ¿Descubriremos el designio de Dios para nuestras vidas en esta NAVIDAD? Y TÚ: ¿Lograrás descubrirlo?

 

 

EVANGELIZAMOS:

 

Justamente a la luz de Jesucristo, de sus palabras descubrimos el DESIGNIO de Dios, aunque desde la contemplación de nuestra humanidad y en el discernimiento de su vida, desde su origen en Belén, tenemos que demostrar en nuestra evangelización que vivimos según la voluntad o designio divino para cada uno de nosotros: ¿Quieres EVANGELIZAR en conformidad a la voluntad divina?

 

En este proceso, de Evangelización queremos acompañarte a: “Caminar Juntos”, para ello, te invitamos a realizar la NOVENA de NAVIDAD; tener nueve días de renovación familiar, en donde logremos restaurar nuevas vidas cristianas: ¿Aceptas este desafío diario de preparación para la celebración navideña de este año?

 

Así lograremos Manifestar el Amor Divino, en el niño Dios, hecho ser humano entre nosotros, ya que este tiempo, es el tiempo de nuestra tarea como cristianos, el de llevar a buen término esta OBRA iniciada en Jesucristo, esta misión personal es RENOVARNOS; descubriendo que nosotros somos la IMAGEN DE JESUCRISTO; y así como Jesucristo nace para nosotros, para la humanidad en un PESEBRE,  nuestras vidas deben ser una NUEVA VIDA para los demás; es decir, debemos ser una MANIFESTACIÓN DIVINA DE SU AMOR, cuando somos capaces de amarnos los unos a los otros: ¿Lo hacemos?

 

Este Amor se debe manifestar, en primer lugar, con los más necesitados y excluidos, se trata de trabajar por una sociedad más justa y solidaria, esto se logra cuando vencemos nuestros egoísmos personales y construimos un mundo que vive en el bien común para todos los seres humanos. En definitiva, cuando somos seres humanos para las demás personas: ¿Cómo manifiestas tu humanidad al prójimo y a los demás?

 

Con esto, estamos descubriendo un nuevo sentido para la NAVIDAD, ya no se trata solamente de ver a DIOS, al niño Dios en el PESEBRE, sino que iniciar nuestro propio proceso de Divinización marcado con el NACIMIENTO de Jesucristo; o sea, todo consiste en que nuestra humanidad se vaya transformando en Dios, además algunos debemos volver a restaurar, descubriendo que debemos vivir según nuestra propia HUMANIDAD; lo más puro, lo más bueno, lo perfecto de la Humanidad para llegar a SER así PERSONA de BIEN para el mundo actual: ¿Estamos dispuestos a SER más humanos?

 

Para finalizar, lo que buscamos para esta NAVIDAD, es que sea una RENOVADA NAVIDAD para cada uno de nosotros y nuestras familias, en la que somos capaces de INICIAR en cada uno de nosotros y en nuestros corazones una NUEVA FORMA DE VIDA, una auténtica vida CRISTIANA; que conlleva ser mejores personas y mejores seres humanos; porque descubrimos la vivencia de la verdadera Humanidad en Jesucristo, el Hijo de Dios, el Verbo Encarnado; que consiste solamente en SER, no en tener cosas materiales, ni en el poder humano, sino únicamente en SER. Y TÚ: ¿Quién eres? ¿Cómo renacerás para esta NAVIDAD?