¿CÓMO PREPARARNOS PARA EL ENCUENTRO CON EL NIÑO DIOS?

 CONTEMPLAMOS:

 

Este tercer domingo de Adviento, centramos nuestra mirada en la primera venida de Jesucristo, y seguramente muchos recordaremos el Nacimiento de Jesucristo en un Pesebre junto a sus padres, unos animales, los ángeles y pastores que llegan a adorarle a Belén; recordemos lo que hemos vivido estos dos últimos años, en el tiempo de Pandemia estamos más en nuestras casas, algunos con la imagen de QUÉDATE en CASA; ante este suceso, los invitamos a reconocer que es BUEN TIEMPO para nuestras Familias, por ello, los invitamos a retomar la sana costumbre de reunirnos como familias, sobre todo para celebrar la NOVENA de Navidad que comienza el jueves que viene, en donde juntos como familia vamos armando nuestro propio PESEBRE NAVIDEÑO con el sentido de ir contemplando cada personaje y los signos propios de esa primera venida del Salvador al Mundo: ¿Cómo nacerá el Salvador en tu familia?

 

Podemos afirmar que este es un tiempo de DIOS, si realmente queremos ver los signos a la luz de la FE, como el mismo hecho, que sucede cada 800 años aproximadamente, ver de nuevo, lo que creemos fue vista como la “ESTRELLA DE BELÉN”, signo que vivimos el año pasado, además nos encontrábamos con una mayor carga emocional producto de la Pandemia, muchas personas vieron morir a sus seres queridos, familiares, amistades y conocidos; entonces: ¿Cómo nos preparamos para el encuentro con el NIÑO DIOS?

 

Ante esta pregunta, debemos reconocer que la mayoría se prepara con luces, adornos, botas navideñas, árboles de Navidad y la figura de un Santa Claus que nos trae regalos, en particular a todos los niños y niñas del mundo; ciertamente en muchos hogares no es ASÍ, algunos por el Espíritu Navideño ayudan a otros dando cenas de Navidad o regalos de última hora; aunque siendo sinceros la mayoría quiere celebrar: ¿Qué? y ¿Cómo?, son las grandes preguntas que muchas veces dejamos de lado; claro que algunos afirman que debemos CELEBRAR como DIOS manda; y nos seguimos preguntando, la NAVIDAD, debe ser así, con este nivel de materialismo y consumismo, en verdad, para los cristianos: ¿Era con regalos, árboles y grandes banquetes?

 

Nos atrevemos a señalar que NO, en realidad Jesucristo viene como BUEN MENSAJE para nosotros, de manera sencilla y humilde, incluso así fue su vida pública, comienza con el anuncio de Juan Bautista, un simple mensajero, un hombre sencillo, que se encuentra en el desierto anunciando la CONVERSIÓN; este es el GRAN llamado DIVINO, desde antiguo con los profetas hasta Juan Bautista, y por sobre todo con el mismo JESUCRISTO, el HIJO de DIOS, que nos invita a la CONVERSIÓN, a un cambio de toda la humanidad, tal vez es lo que nos falta, una GRAN CONVERSIÓN: ¿Qué sociedad estamos construyendo?

 

 

DISCERNIMOS:

 

Desde nuestra propia contemplación sobre nuestra vida, queremos discernir con el inicio del Evangelio de Marcos: “Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios” (1, 1). Es justamente el sentido de los Santos Evangelios, el inicio de un BUEN MENSAJE para la vida de cada creyente en Jesucristo, creer en su MENSAJE de Conversión, siempre que hablamos de CONVERSIÓN, creo que muchos olvidamos que esto es una forma de VIDA, no un momento, no solamente un antes y un después, eso es en el primer encuentro, sino una PERMANENTE CONVERSIÓN: ¿Cómo vives tu proceso permanente de conversión? Lo que implica SER una buena persona, un mejor SER humano y SER un auténtico cristiano: ¿Eres todo esto?

 

Si en verdad, NO lo somos, es que no hemos logrado un encuentro real con el BUEN MENSAJE de Jesucristo, encuentro que en muchas ocasiones viene mediado por otras personas, en el caso de nosotros, mediado principalmente por las Sagradas Escrituras, como en los PROFETAS de la Biblia Judía: “Como está escrito en el libro del profeta Isaías: Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino. Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos" (vv. 2-3). Por medio de esta palabra descubrimos la necesidad de PREPARAR y ALLANAR el camino, para tener un encuentro real con DIOS; y esto NO consiste en un lugar, flores, velas y manteles; un color determinado de ropa, sino TU PROPIA VIDA. Y PARA TI: ¿Cómo preparas tu vida para encontrarte con DIOS?

 

Esta debe ser la pregunta para nuestra Navidad que se avecina: ¿Cómo preparamos nuestra vida para celebrar la NAVIDAD del año 2021?; en el sentido del evangelio, se hace por medio, de un PERSONAJE: “Así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados” (v. 4). Es la persona de Juan Bautista que nos proclama la necesidad de recibir el PERDÓN DE LOS PECADOS; para los primeros cristianos era por medio de, un Rito BAUTISMAL, que no era más, que SUMERGIRSE; para los católicos en el Sacramento de la confesión; para muchos creyentes en la oración personal con Dios; para muchas personas en el encuentro sincero con el prójimo cuando le pedimos disculpas o perdón por nuestras ofensas de palabra u obra hacia ellos; más allá de las formas, el verdadero sentido está en PEDIR PERDÓN, y nosotros: ¿Por qué vamos a pedir perdón en este año que termina, y en preparación para la Navidad 2021?

 

Aquí es en donde te invitamos a bautizarte nuevamente, en el sentido etimológico de la palabra: “BAUTIZAR”, que demos traducir como “SUMERGIR”; por lo tanto, se trata de sumergirse en tus propios actos, ya que para PEDIR PERDÓN, ya que debes saber primero que hiciste MAL o con que palabras o hechos has causado DAÑO a tu prójimo; con que cosas que has dejado de hacer has ocasionado más daño en tu entorno social y familiar; para recién poder así CONFESAR TUS PECADOS; insistimos más allá de la forma, como lo hizo San Juan Bautista: “Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados” (v. 5). En la que muchas personas, de Judea y Jerusalén, se hacían bautizar en el Río Jordán, confesando sus PECADOS, nosotros nos podemos CONFESAR al SUMERGIRNOS en nuestra vida interior, para sanar heridas del pasado, para terminar de cicatrizar relaciones pasadas; y nosotros los cristianos: ¿Cómo vamos a PEDIR PERDÓN esta navidad?

 

Además este personaje, nos enseña un estilo de Vida, de acuerdo al sentido de la CONVERSIÓN; es decir, si pedimos PERDÓN, el ideal es cristiano es NO volver a hacer lo mismo; sino realmente deseamos CAMBIAR, en este sentido, San Juan Bautista era radical en su vivencia: “Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre” (v. 6). Tanto en su forma de alimentarse y de vestirse; en cambio, nosotros en esta NAVIDAD, lo más probable que una gran cantidad de personas usarán ROPA NUEVA; él en cambio se vestía de piel de camello y cinturón de cuero, propio de su tiempo, algo sencillo y rústico, quizás es una INVITACIÓN, a NO preocuparnos tanto por la ROPA o por la COMIDA, sino a confiar más en la DIVINA PROVIDENCIA: ¿Lo hacemos cada día?

 

Preguntamos cada día, para recordarnos que la CONVERSIÓN es diaria, con nuestras palabras y hechos demostramos nuestro CAMBIO de VIDA, por nuestra forma de proceder damos testimonio de que nos hemos RENOVADO realmente; y no solamente de palabra o de compromisos escritos para navidad o fin de año; sino con nuestra propia EXISTENCIA: ¿Cómo vivirás este nuevo año 2022?

 

Desde San Juan Bautista, se nos revela con un sentido profético: “Y predicaba, diciendo: Detrás de mi vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo” (vv. 7-8).

 

Un camino de preparación para sí mismo y para los demás, para un encuentro real con Jesucristo, el Hijo de Dios, que CONSISTE en “SUMERGIRSE”, ya NO en un bautismo con agua, como lo era el de Juan, sino SUMERGIRSE en el BAUTISMO de Jesucristo; que es en el Espíritu Santo, y nosotros, los cristianos: ¿Cómo nos sumergimos en el Espíritu Santo? Y TÚ: ¿Cómo lo realizas?

 

 

EVANGELIZAMOS:           

 

Es aquí donde toma sentido nuestra Evangelización personal, en lo que hacemos día a día, en cómo vivimos nuestras existencia humana, para los cristianos en el desafío constante y permanente de no actuar por propia voluntad, sino por VOLUNTAD DIVINA impulsado por el Espíritu Santo: ¿Es así en nuestras vidas?

 

Al fin y al cabo, este es el gran objetivo del ENCUENTRO con Dios, ser restaurado en tu forma de vivir, que nos reconozcamos frágiles y débiles, NECESITADOS de Dios, es por ello, que te invitamos a mirar, en este tiempo de Adviento, desde el día 16 de diciembre las imágenes del PESEBRE de BELÉN, para que a la luz de esos encuentros familiares, seamos RESTAURADOS en nuestro SER,  y con ello, RENOVAR nuestra vivencia cristiana, que es lo que quiere Dios para nosotros en Jesucristo con la fuerza del Espíritu Santo. Y PARA TI: ¿Quieres Restaurar y Renovar tu vida?

 

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