¿JESUCRISTO ES NUESTRO REY?
CONTEMPLAMOS:
Al mirar la figura del REY, muchos pensamos en una
persona que se sienta en un trono para gobernar a sus súbditos, junto a ello,
se piensa en un lugar determinado, un REINO el cual es gobernado por su REY;
ahora bien, cuando pensamos en Jesucristo como REY, nos podemos preguntar:
¿Jesucristo tiene su trono en el Reino de Dios? ¿Somos sus súbditos los que
pertenecemos al Reino de Dios?
Con este par de preguntas, queremos continuar
profundizando la reflexión que llevamos hace unas semanas sobre el Reino de
Dios, ya no en el sentido de nuestra pertenencia, ni cómo podemos entrar, menos
si estamos cerca o lejos, sino sobre el REY del Reino de Dios; de manera
sencilla, para la mayoría de creyentes es el mismo DIOS, y en cuanto Dios, para
los cristianos, el Rey es Jesucristo, que es justamente la celebración de este
domingo al terminar el año litúrgico, se celebra la festividad de Jesucristo
Rey del UNIVERSO, en esta amplia mirada, nos preguntamos: ¿El reino de Dios es parte
del UNIVERSO? Con esta pregunta, estamos diciendo que el UNIVERSO es más grande
que el Reino de Dios, o más bien es al revés, en ese sentido, la pregunta sería:
¿El Universo es parte del Reino de Dios? Una posibilidad es la de sinónimos, es
decir, el Reino de Dios es el UNIVERSO, y a la vez, el Universo es el Reino de
Dios. Y PARA TI: ¿Cómo lo interpretas?
Ahora bien, en el sentido histórico Jesucristo fue
calificado como Rey de los Judíos, es por esta realeza que enfrenta el juicio
político con Pilato, recordemos el hecho: “Pilato volvió a entrar en el
pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: ¿Eres tú el rey de los judíos? Jesús le
respondió: ¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han dicho de mí? Pilato
explicó: ¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han
puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?” (Juan 18, 33-35). Surge de la
acusación de los judíos con la participación de Pilato para que pueda ser
condenado a MUERTE, por ello, la respuesta de Jesucristo y del mismo PILATO, es
lo que dicen algunos judíos y los sumos sacerdotes que buscaban dar muerte a
Jesucristo: ¿Esta es la verdadera razón de su condena a la MUERTE?
“Jesús respondió: Mi realeza no es de este mundo. Si mi
realeza fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para
que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí. Pilato
le dijo: ¿Entonces tú eres rey? Jesús respondió: Tú lo dices: yo soy rey. Para
esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es
de la verdad, escucha mi voz” (Juan 18, 36-37). Vemos como el mismo Jesucristo
se reconoce como REY, aunque un rey que está dispuesto a ser condenado, para MORIR
CRUCIFICADO, y dar testimonio de la Verdad, los que son parte de su REINO creen
en la VERDAD, escuchan y obedecen ante su VOZ. Y TÚ: ¿Lo escuchas?
DISCERNIMOS:
Desde nuestra ESCUCHA atenta a Jesucristo y en la
vivencia de su “Buen Mensaje” es que damos TESTIMONIO del Reino de Dios y de su
REY Jesucristo, recordemos el contexto en que se revela como REY: “Pilato le
preguntó: ¿Qué es la verdad? Al decir esto, salió nuevamente a donde estaban
los judíos y les dijo: Yo no encuentro en él ningún motivo para condenarlo. Y
ya que ustedes tienen la costumbre de que ponga en libertad a alguien, en
ocasión de la Pascua, ¿quieren que suelte al rey de los judíos? (Juan 18, 38-39).
Un REY que es rechazado por su pueblo, un pueblo que quiere condenar a aquel
que en un momento lo querían hacer REY, como nos recuerda el mismo Evangelista:
“Jesús, sabiendo que querían apoderarse de él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña” (Juan 6, 15). Y para
nosotros, los cristianos: ¿Es Jesucristo nuestro REY?
Un REY que es condenado como lo veremos en el primer
evangelio escrito: “Pilato, para contentar a la multitud, les puso en libertad
a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que
fuera crucificado” (Marcos 15, 15). Un gobernador que solamente quiere calmar a
la multitud, un POPULISTA como muchos gobernantes y políticos de la actualidad,
por ello, deja en LIBERTAD a Barrabás y condenando a Jesucristo, el Hijo de
Dios para ser azotado y entregado para ser CRUCIFICADO, aquí esta nuestro REY:
¿Creemos en el REY CRUCIFICADO?
Con esto, vemos una MANIFESTACIÓN distinta a lo que
tenemos en nuestra percepción sobre un REY, ya que es un REY que no tenía un
palacio como PILATO, ni soldados que lo cuidarán: y protegieran; todo lo
contrario: “Los soldados lo llevaron dentro del palacio, al pretorio, y
convocaron a toda la guardia” (v. 16). Los soldados romanos se reunieron para
burlarse del rey de los judíos; por lo tanto, Jesucristo es un REY HUMILLADO.
“Lo vistieron con un manto de púrpura, hicieron una
corona de espinas y se la colocaron” (v 17). Lo visten con un manto y le ponen
una corona de espinas para manifestar su reinado, aunque con la intención de
reírse de Él: ¿Cómo creemos en el Hijo de Dios que se humilla ante los demás?
Humillación que se manifiesta en los saludos de la
guardia de los romanos: “Y comenzaron a saludarlo: ¡Salud, rey de los judíos!”
(v. 18). Reconocido y exclamado como Rey de los Judíos, aunque maltratado por
ellos: “Y le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían y, doblando la
rodilla, le rendían homenaje” (v. 19). Un REY que es golpeado, escupido y despreciado por los demás: ¿Cómo
nos sentimos ante esta situación de humillación a nuestro REY? ¿Vemos y creemos
que es un auténtico REINADO de Jesucristo, con estos signos de humillación, coronado
de espinas?
Ciertamente esta es la forma de REINAR, que Dios nos ha
revelado en Jesucristo; un REINO que se manifiesta desde la HUMILLACIÓN humana:
“Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto de púrpura y le
pusieron de nuevo sus vestiduras. Luego lo hicieron salir para crucificarlo”
(v. 20). Un Reino de Dios que se inicia en el acontecimiento de la CRUZ; ya
que, en este hecho, se manifiesta a Jesucristo como Rey de los Judíos, y por
ello, desde la FE cristiana, Rey de todos los pueblos, de todos los creyentes,
y para los cristianos: ¿Jesucristo es nuestro REY? Y PARA TI: ¿Lo es?
EVANGELIZAMOS:
Justamente a la luz de la mirada sobre Jesucristo como
REY, nace nuestro propio reinado, como se manifiesta en el bautismo, somos
sacerdotes, profetas y REYES, o sea, somos a ejemplo de Jesucristo, un REY: “Ya
mediaba la mañana cuando lo crucificaron. La inscripción que indicaba la causa
de su condena decía: El rey de los judíos” (Marcos 15, 25-26). ¿Creemos en este
Rey de los judíos?
Desde nuestra FE en el Rey de los judíos, nace nuestra
evangelización, una evangelización restaurada en su PERSONA, que se renueva en
la CRUZ y en su condena como REY, para nosotros, los cristianos, el REY del
UNIVERSO: ¿Qué significado tiene esta verdad de Fe para nuestras vidas?
Ya que el verdadero significado se manifiesta en la VIDA
de cada creyente, cuando cada cristiano es capaz en la vida diaria manifestar
con sus PALABRAS y sus OBRAS que verdaderamente es Jesucristo su REY. Y PARA
TI: ¿Jesucristo es el REY de tu vida?
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