MARÍA: DISCÍPULA DE LA PALABRA DE DIOS

 CONTEMPLAMOS:

En este día, en que recordamos el nacimiento de María: Virgen y Madre del Salvador, Jesucristo, el Mesías que debía venir al mundo; si duda, nuestra mirada la queremos centrar el Nacimiento de una MUJER, de la misma manera como miles de mujeres nacen a diario en el mundo, muchas de ellas vivirán sumergidas en obstáculos permanentes durante toda su vida, porque hemos construido una sociedad machista y patriarcal que pone a la mujer en segundo lugar, en desigualdad frente a los hombres, en muchos aspectos de la vida diaria. Más compleja es la realidad para aquellas MUJERES que nacen y nacerán en varios países de Medio Oriente, países árabes medio que ni siquiera consideran a la MUJER, sin posibilidad de estudios ni trabajos, solamente destinadas a ser la esposa o una esposa más de un hombre que la va a considerar su posesión; es una situación lamentable para millones de MUJERES, y que la misma María compartió en su humanidad; ella vivió esta realidad en el ambiente judío en el siglo I, antes y después de Cristo: ¿Cómo podemos ayudar a que esta realidad cambie para millones de MUJERES en el MUNDO?

 

Muchos olvidamos que el matrimonio de María, una adolescente virgen fue arreglado por sus padres para ser desposada por un hombre mayor llamado José, que se dedicaba a la carpintería entre los pueblos de Nazareth y Belén; situación que sigue sucediendo en este tiempo, el siglo XXI; en muchos países, sobre todo en los continentes de África y Asia se siguen vendiendo HIJAS para contraer matrimonios, hijas que no PUEDEN optar a un MATRIMONIO por AMOR, sino solamente en la conservación de una tradición PATRIARCAL y MACHISTA, en que la mujer sirve para dos cosas: Las tareas domésticas y procrear; una situación cuestionada por muchos y callada por millones, NIÑAS y ADOSLENTES vendidas al mejor postor para una vida de sumisión a su futuro esposo. Es la vida que le esperará a María y que lamentablemente le sigue pasando a miles de mujeres en mundo: ¿Hasta cuándo seguiremos avalando una sociedad Machista y Patriarcal?

 

Desde este destino para María; DIOS la elige para una misión especial, ser DISCÍPULA de la PALABRA, en este sentido, de la PALABRA ENCARNADA en la persona de Jesucristo, el VERBO encarnado; y de la PALABRA ANUNCIADA a ella, y en su aceptación voluntaria al anuncio del Ángel del Señor: “María dijo entonces: Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho. Y el Ángel se alejó” (Lucas 1, 38). Con ello, MARÍA se convierte en la DISCÍPULA del Señor, una servidora FIEL al “Buen Mensaje” de Dios, que nace en su vientre bendito, como lo señala, Isabel, una mujer mayor que debía vivir en un pueblo alejado en una montaña de Judá por ser la vergüenza de su familia, al estar estéril, aunque DIOS muestra su AMOR con estas dos MUJERES al ser benditas con el nacimiento de sus hijos. Y TÚ: ¿Por qué razón eres bendito?

 

 

DISCERNIMOS:

 

Al discernir sobre la Madre de Jesucristo, María Virgen lo haremos con el mismo texto del evangelista Lucas, es probable que por el origen griego de este Evangelista, sea el único que nos narra este encuentro de las MUJERES EMBARAZADAS; por un lado, ubicar a la MUJER y a las mujeres en el lugar que les corresponde en el PLAN de Salvación Divino; y, por otro lado, el Espíritu Santo nos dejó una herramienta para terminar con la cultura machista y patriarcal que todavía predomina en gran parte del mundo; con este telón de fondo, iremos discerniendo sobre el canto de María, el que conocemos y hemos denominado: MAGNIFICAT. Y nosotros: ¿Cómo le cantamos a Dios Trinidad?

 

“María dijo entonces: Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador” (Lucas 1, 46-47). Esta adolescente señala que desde su ALMA señala la grandeza de Dios, en la actualidad: ¿Qué importancia tiene nuestra Alma? Reconociendo que hay un grupo de personas que no creen en la existencia de un alma humana, menos de que sea inmortal por su creador. Y TÚ: ¿Qué crees sobre el Alma?

 

Para otros el ALMA es lo que forma a cada ser humano, es su esencia, lo que no vemos de cada persona, es lo que logra ver pocas personas, en este caso, es DIOS quién mira a esta joven: “Porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz” (v. 48). No por su grandeza, sino por su BONDAD, ya que tenía en ella una gran actitud de servicio, de fortaleza y de esperanza transformadora de su entorno; de la misma manera, han existido, siguen y seguirán surgiendo ALMAS de MUJERES que transforman la humanidad, las primeras en muchos cambios de nuestra sociedad: Las primeras que estudiaron, las primeras que escribieron, las primeras médicas, las primeras profesores, las primeras aviadoras, las primeras en TODO, las que están dispuesto a DARLO TODO por la propia FELICIDAD y la FELICIDAD de los suyos, en especial de sus hijos, es la FELICIDAD que queremos compartir en este nuevo cumpleaños de María, de la misma que celebramos el día de nuestros Nacimientos, CELEBRAR la imagen de María, Virgen y Madre. Y PARA TI: ¿Cómo celebras tu cumpleaños cada año?

 

El ¿Cómo? debe estar cimentado en una razón; para muchos es por CELEBRAR un nuevo año de vida, nuevos proyectos, nuevos desafíos, nuevas razones de nuestras vidas, para María el ¿Por qué? se encuentra en Dios: “Porque el Todopoderoso he hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!” (v. 49). Un Dios que hace grandezas y maravillas en su vida, que manifiesta su Amor: “Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen” (v. 50). Un amor que trasciende de generación en generación, ella una persona que ama a Dios y cree en sus PALABRAS, y nosotros: ¿Creemos? Y TÚ: ¿Crees en la Palabra divina?

 

Para María esta Palabra se la manifestado y se manifiesta: “Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón” (v. 51). En el poder de su DERECHA; para los cristianos, al DERECHA de Dios, es Jesucristo, su Hijo, aquel Hijo que dio la vida por la humanidad, y con su HUMILDAD dispersa a los soberbios de corazón: “Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes” (v. 52). Sacando de su trono a los PODEROSOS, ya es hora de sacar de su trono a los HOMBRES, al PATRIARCADO y a la cultura MACHISTA; para elevar a las HUMILDES; a las MUJERES sencilla, que como María educan a sus hijos cada día, que se preocupan de su bienestar, estas son las MUJERES que necesitamos en los tronos, miradas de MUJERES COMPASIVAS, FUERTES y con gran ESPERANZA en que la transformación del mundo es posible. Y TÚ: ¿Lo crees posible?

 

“Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías” (v. 53). En verdad, creemos que es posible erradicar la pobreza y hambre de millones de personas en el mundo, de ser capaces de vivir en la igualdad salarial y acortar la brecha de desigualdad económica entre las personas; María lo creía posible porque Dios se manifiesta: “Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia” (v. 54). Por su Misericordia con su Pueblo Santo y por su promesa: “Como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre” (v. 55). Es ahora, DIOS TRINIDAD que te pedimos que cumplas tu promesa del cumplimiento de tu REINO, un REINO de Justicia para todos y todas, un Reino de Amor para toda la humanidad, un Reino de igualdad para todos los seres humanos, tu Reino en medio de nosotros. Y TÚ: ¿Qué deseas que Dios haga por la humanidad?

 

 

EVANGELIZAMOS:

 

Hoy lo hacemos a la luz de la Virgen y Madre: “María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa” (v. 56). Ella la mujer servidora de su prima ISABEL, la que acompaño y ayudo a que diera a la LUZ a su hijo, Juan, para regresar a su hogar, con el FRUTO del vientre, para cumplir su misión de ser la CUIDADORA del VERBO hecho carne, de Jesucristo, enseñarle con su ejemplo, siendo discípula le enseña a SER MAESTRO, siendo compasiva y empática con Isabel, le enseña a su Hijo sobre la empatía y la compasión al prójimo. Y nosotros, como acto de evangelización: ¿Qué le enseñamos a los demás? Y TÚ: ¿Qué le entregas al prójimo?