¿CÓMO RECONOCER A DIOS TRINIDAD?

 CONTEMPLAMOS:


Para la gran mayoría de cristianos, su fe implica tener una FE TRINITARIA; creemos lo mismo que la tradición cristiana nos ha transmitido en los primeros siglos de FE, que es CREER en un Dios que es Padre, es Hijo y es Espíritu Santo; un Dios, uno y trino; una realidad divina en tres personas distintas que viven eternamente su amor, y desde esa irradiación de amor surge toda la Creación: ¿Creemos en esto?

 

En verdad, cada tanto es bueno preguntarnos con sinceridad de corazón: ¿Quién es Dios para cada uno de nosotros? ¿En qué Dios Creemos y qué implicancia tiene para nuestras vidas? Aquí no hablamos de beneficios, como estamos acostumbrados los seres humanos, como esperando VER que recibimos de DIOS, y el Dios que más nos da o más nos beneficia en ese creemos; y si deja de ayudarnos o beneficiarnos dejamos de CREER, más bien, hablamos de implicancias en nuestro forma y estilo de vida, es decir, que CREER en un Dios Trinidad debe producir algo distinto en nuestras forma de vivir distinto a los otros creyentes y a los que no creen: ¿Realmente es así? O más bien vivimos como la mayoría del mundo sin importar nuestras creencias personales: ¿Cómo es para ti?

 

Cuando preguntamos de manera personal, es para lograr que entremos en nuestra propia CONTEMPLACIÓN, la de nuestra vida y la del entorno en que vivimos; ya que en estos temas debemos reconocer que vivir la FE, es distinta y diversa en todo el mundo, y que la vivencia comunitaria y de la fe personal como testimonio es muy distinta a la hora de vivir en pueblo pequeño, un campo o una gran ciudad; estamos determinados en muchos aspectos de nuestra por el entorno en donde vivimos, en donde estudiamos, en donde trabajamos, incluso nos condicionan las demás personas, dependiendo de nuestros familiares, la fe de ellos, la de nuestros amigos y conocidos, todo el entorno en mayor o medida nos condiciona en nuestra forma de actuar y vivir, ante esta realidad: ¿Cómo vives tu FE cristiana y trinitaria?

 

Debemos afirmar que la FE cristiana y trinitaria se unen en la persona de Jesucristo, de la misma manera, que se unen en su persona la humanidad y la divinidad, Él UNE en una misma realidad lo que parece imposible UNIR, DIOS Y SER HUMANO; con ello, desde su vida podemos CONTEMPLAR al Dios TRINIDAD, ya que en su presencia como Hijo de Dios se revela la presencia del PADRE DIOS; su Padre y nuestro padre; y la manifestación del Espíritu Santo como aquella divinidad que guía toda realidad humana al encuentro con DIOS; así se manifestó en Jesucristo y de la misma manera, se manifiesta en cada cristiano, es decir, solamente UNIDOS al Espíritu Santo es que podemos reconocer a DIOS, al Dios Trinidad que habita en nuestras vidas: ¿Cómo habita Dios Trinidad en tu existencia terrena?

 

 

DISCERNIMOS:

 

Desde nuestra propia existencia podemos mirar a Jesucristo, verdadero ser humano y Dios; con ello, DISCERNIR desde sus palabras, obras y vida, lo que nos quiere manifestar a toda la humanidad, lo que ha venido a revelarnos a cada uno de nosotros para iluminar nuestro conocimiento humano, por esta razón, queremos adentrarnos en sus palabras, en su mensaje sobre los cristianos, con ello manifestar la intención divina, para nosotros la intención de Dios que se revela en la actuación de cada persona de la Santísima Trinidad: ¿Cómo se ha revelado la Santísima Trinidad en tu vida? ¿Cómo reconocemos su presencia entre nosotros?

 

Para muchos esta revelación nos llega por medio de Jesucristo, en su presencia reconocemos a la Santísima Trinidad, sobre todo, aquellos que creemos que Jesucristo ha orado por nosotros, como iremos viendo con el capítulo 17 de San Juan: “No ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí” (v. 20). Nosotros somos los que hemos creído en la tradición apostólica, los que creemos en Jesucristo como el Hijo de Dios, y con ello, en la revelación del Padre: “Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” (v. 21). A la unidad divina es que estamos invitados, a SER UNO a su ejemplo, uno entre todos los cristianos del mundo: ¿Todos los cristianos estamos constituidos en solo cuerpo, que es la Iglesia de Jesucristo?

 

Aquí no se trata de ver diferencias, ni buscar cuál es la Verdadera Iglesia de Jesucristo, sino entender que los que CREEN en Jesucristo son parte de su IGLESIA, así de sencillo, aunque en la complejidad de aceptarnos en la DIVERSIDAD de PERSONAS con el desafío divino de SER UNO: “Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno” (v. 22). Esa es la Gloria de los seguidores de Jesucristo, de los cristianos SER UNO como Dios, uno y trino, lo es: ¿Lo hemos logrado?

 

En este objetivo por lograr se encuentra la PERFECCIÓN, en SER UNO, según las mismas palabras del MAESTRO: “–yo en ellos y tú en mí– para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me amaste” (v. 23). Esta PERFECCIÓN que se vive en la UNIDAD de todos y todas, se logra cuando somos capaces de poner, en primer lugar, el AMOR, allí no hay división, solo hay respeto por el otro aceptando sus diferencias; realmente cuando AMAMOS aceptamos al otro con todo lo que es, sea bueno o malo; esto consiste en el AMOR a las personas, a ejemplo del Amor Divino, que existe entre el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo: ¿Estamos viviendo en este amor trinitario nuestro cristianismo? ¿Somos personas que manifestamos AMOR e nuestro entorno como lo hace la Santísima Trinidad con la toda la humanidad?

 

Esto es lo que quiere Jesucristo, UNIDAD: “Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, porque ya me amabas antes de la creación del mundo” (v. 24). Ante esto, DEBEMOS AFIRMAR que solamente somos parte de la IGLESIA de JESUCRISTO si vivimos en el AMOR, ya que en AMOR conocemos totalmente al OTRO: ¿Nos damos la posibilidad de AMOR a los demás?

 

Es lo que realizo Jesucristo, darse por AMOR a TODOS y TODAS; sin realizar distinción de personas, como lo hacemos generalmente los seres humanos. “Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te conocí, y ellos reconocieron que tú me enviaste. Les di a conocer tu Nombre, y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me amaste esté en ellos, y yo también esté en ellos” (vv. 25-26). Para muchos basta escuchar las palabras de los enviados de Dios Trinidad para reconocer su PRESENCIA; y afirmar aquí esta Dios con nosotros, aunque no cualquier Dios, sino el Dios UNO Y TRINO; a Él debemos conocer al que es Padre, Hijo y Espíritu Santo: ¿Lo conocemos y amamos?

 

 

EVANGELIZAMOS:

 

Desde nuestro conocimiento sobre a la Santísima Trinidad surge nuestra la EVANGELIZACIÓN; contemplando y discerniendo sobre Jesucristo, el Hijo de Dios, somos capaces de reconocer al Dios Trinidad, y desde este reconocimiento lograr AMARLO, ya que desde este AMOR VIVIDO se renueva toda evangelización, se restaura toda misión evangelizadora: ¿Qué misión realizas en nombre de la Santísima Trinidad?

 

No se trata solamente de un rito, que se hace un bautismo en su nombre, ni realizar una señal de la cruz en nuestro cuerpo diciendo: “En el nombre del Padre, en el nombre del Hijo, y en nombre del Espíritu Santo”; sino en una forma de vida para cada creyente, que implica VIVIR como DIOS, un Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo: ¿Qué imitamos de Dios Padre en nuestras vidas? ¿Qué vivimos a ejemplo de Jesucristo? ¿Qué nos enseña a experimentar el Espíritu Santo en nuestro entorno familiar y social?

 

Más allá de lo que conocemos y logremos aprender de Dios Trinidad, se trata de hacerlo vida cada día de nuestra existencia humana. Y TÚ: ¿Lo haces?

 

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