JESUCRISTO QUIERE QUE SEAMOS SUS DISCÍPULOS
CONTEMPLAMOS:
Este domingo queremos adentrarnos en el envío misionero
de Jesucristo que nos relata el Evangelio de San Mateo, descubriendo la
intención divina revelada en Jesucristo para la humanidad, para todos los
pueblos, y con ello, la misión que tendrá la Iglesia de Jesucristo, para esto,
podemos iniciar con una pregunta para cada uno de nosotros: ¿Cuál crees que es
tu misión divina?
Seguramente podemos enumerar varias aspectos, dependiendo
nuestra relación con Dios, sobre todo a la hora de definirlo como la Santísima
Trinidad; varias personas lo ven desde los ministerios eclesiales, otros lo
verán desde un servicio al pueblo de Dios, a toda la humanidad, en cambio,
muchos más ni siquiera han pensado en una pregunta de esta magnitud; y a otros
más les lleva varios años llegar a la conclusión de una respuesta que les
satisfaga en su vida personal y descubran: ¿Qué les pide Dios en sus vidas
terrenas? Y nosotros: ¿En qué situación estamos?
Nos atrevemos a señalar que las religiones cristianas han
complicado más la existencia de sus miembros; ya que en realidad, si leyéramos
en profundidad la vida de Jesucristo narrada y contada en los Santos
Evangelios, se nos haría más sencillo vivir un auténtico seguimiento a
Jesucristo, desde nuestra contemplación a nuestras existencias a la luz del
Evangelio seríamos capaz de descubrir con mayor facilidad que nos pide
realmente Jesucristo, como expresión de la voluntad divina para nuestras vidas:
¿Qué crees que te pide Jesucristo para tu vida?
Seguro descubriremos que pasa por un par de cosas: Tener
FE en Él y todo lo que conlleva creer en el Mesías, el Hijo Eterno de Dios
Padre; y AMAR como respuesta al Amor Divino que hemos recibido; claramente esto
es más sencillo, que toda la doctrina y enseñanzas que nos tratan de trasmitir
a diario nuestros pastores y las diversas congregaciones religiosas a la que
pertenecemos, la mayoría de veces, reinterpretando las palabras de Jesucristo,
algunos agregando más de la cuenta, y otros quitando valor a sus palabras, ante
esto, debemos AFIRMAR que NO tenemos CERTEZA de las palabras de Jesucristo, o
sea, no sabemos desde nuestras traducciones, muchas veces inadecuadas, que dijo
realmente Jesucristo al leerlo en español, menos en latín o griego, idiomas en
que tenemos los textos más antiguos de los Santos Evangelios, tal vez algún día
tendremos más certeza si se realizará un hallazgo arqueológico que contenta
algunos textos de los Santos Evangelios en ARAMEO, que es el idioma más
probable que utilizó el Maestro Jesucristo con sus discípulos, solamente de
esta forma tendremos absoluta certeza de las Palabras de Jesucristo, mientras
tanto, creemos en lo que hemos recibido como transmisión de las Sagradas
Escrituras, sobre todo de las palabras de Jesucristo en los Evangelios. Y PARA
TI: ¿Crees y vives según las Palabras del Maestro Jesucristo?
DISCERNIMOS:
Desde nuestra Fe en Jesucristo, queremos invitarte a
DISCERNIR juntos sobre nuestra VIVENCIA de la Fe Cristiana, recordando que ella
surge de la FE en el RESUCITADO, es la experiencia de la Resurrección de
Jesucristo que hace brotar la FE Cristiana, y con ello, la religión cristiana,
que en su mayoría de personas cristianas implica CREER en la Santísima
TRINIDAD, es lo que iremos viendo con el último capítulo (28) de San Mateo, en
la última aparición del Resucitado, antes de la Ascensión al Cielo: “Los once
discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado” (v.
16). Esto nos lleva a comprender que la Fe Cristiana se funda en los APÓSTOLES
de Jesucristo, ya que no tenemos la certeza que Jesucristo haya utilizado
realmente el vocablo: IGLESIA; si tenemos mayor certeza de que se presentó como
Maestro de muchos discípulos; y nosotros: ¿Somos Discípulos de Jesucristo?
Seguramente la mayoría de cristianos se considera un
discípulo de Jesucristo, aunque nos atrevemos a interrogarnos en profundidad:
¿Somos auténticos discípulos de Jesucristo? Con esta pregunta, queremos ir más
allá, de la simple mirada, si pertenecemos a una Iglesia con mayor número de
integrantes que validan nuestro discipulado, recordando que solamente eran ONCE
discípulos que siguieron el último mandato de Jesucristo, si creemos que estas
fueron sus últimas palabras, en muchas culturas las últimas palabras de una
persona son las más importantes, son el testamento que nos queda, incluso,
algunos hablan de su última voluntad, fue lo último que dijo, antes de pasar a
esas palabras, veamos la actitud de los discípulos que habían sido citados por
Jesucristo a una montaña en la región de Galilea: “Al verlo, se postraron
delante de él; sin embargo, algunos todavía dudaron” (v. 17). A pesar de la
duda que tenían, se postran en signo de adoración, ya no tan solamente ven a
Jesucristo, verdadero ser humano, sino que también VEN al verdadero Dios, al
Hijo de Dios, lo VEN en la persona de Jesucristo, por esta razón, se postran:
¿Cuál es nuestra actitud frente a Dios? ¿En dónde nos reunimos con Jesucristo?
¿Cómo seguimos escuchando su “Buen Mensaje”?
Son preguntas que nos pueden ayudar a discernir mejor
nuestro seguimiento a Jesucristo, que nos sigue hablando por medio de los
Santos Evangelios: “Acercándose, Jesús les dijo: Yo he recibido todo poder en
el cielo y en la tierra” (v. 18). Nos habla desde su poder DIVINO, un poder que
ha sido dado por Dios, su Padre, no para IMPONER ni abusar, como es la
costumbre de nosotros cuando tenemos “PODER”, sino todo lo contrario, es un
PODER que implica y conlleva servicio a toda la humanidad, es con esta
intención que les habla a sus discípulos, es con esta mirada que les encarga
una misión evangelizadora, que se revela como una misión divina que se traduce
en hacer lo que Él nos pide; los cristianos: ¿Hemos cumplido con el encargo de
Jesucristo? Y PARA TI: ¿Lo estas cumpliendo en tu vida a diario?
Desde nuestro cumplimiento surge la EVANGELIZACIÓN, que
se traduce en HACER lo que nos dice el MAESTRO: “Vayan, y hagan que todos los
pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y
yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo” (vv. 19-20). ¿Cómo hemos
cumplido este mandato divino?
EVANGELIZAMOS:
A luz de Jesucristo, al contemplarlo y al discernir sobre
su vida, podemos imitarlo, y con ello EVANGELIZAR, en el sentido de nuestro
evangelio dominical, la invitación de Jesucristo es a IR por todo el mundo, por
todos los pueblos: ¿Para qué?
Desde el texto descubrimos que es para HACER DISCÍPULOS,
es decir, Jesucristo le pide a los apóstoles, a la Iglesia Naciente que vaya
por el mundo a “HACER DISCÍPULOS”, esto realizarlo en el nombre de Dios Padre,
Hijo y Espíritu Santo, por medio del rito del bautismo que requiere la FE de la
persona que lo recibe, aunque por sobre esto, recibir la enseñanza del MAESTRO,
así se demuestra que somos discípulos de Jesucristo, cuando somos capaces de
vivir según las enseñanzas del MAESTRO; los cristianos: ¿Vivimos en las
enseñanzas de Jesucristo? Que conlleva cumplir TODO lo que Jesucristo nos ha
mandado realizar. Y PARA TI: ¿Eres un verdadero discípulo de Jesucristo?
Desde el momento que nos decimos cristianos es porque tenemos la firme voluntad de creer en él y seguir su palabra, según los Santos Evangelios.
ResponderBorrarNo somos un grupo de animación únicamente, somos hermanos en Cristo que, vivimos el Evangelio, iniciando con el amor a Dios (empezando por amarnos nosotros mismos), con amor somos felices y capaces de vivir nuestra vida con alegría, pues, ser cristianos, nos lleva a vivir con la esperanza, fe y caridad.
Tenemos poder desde el sentido "yo si puedo", esto es, se me dificulta hablar, de me dificulta trasladarme, sin embargo, busco la manera o el medio posible para realizarlo... Jesucristo, es poderoso y envía a su Santo Espíritu para creer y ver las posibilidades que surgen cuando el fin es anunciar el Evangelio, en tu casa, trabajo, amigos, personas del transporte, es Dios quien pone los medios.
Por qué soy cristiana?... Porque he conocido a Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, lo conozco desde su palabra divina, Evangelio, en mis hermanos cristianos (algunos que viven su fe de forma sencilla), en mi oración diaria que pongo en ella nos dolencias, mis peticiones y mis perdones.
Estoy aprendiendo a ser una disculpa de Dios, aceptando mis limitaciones humanas, hechas de emociones, carencias... Tengo fe en Dios, Jesús, prometió que estaría con nosotros hasta el fin del mundo y, yo le creo