JESUCRISTO ES NUESTRO SALVADOR

 CONTEMPLAMOS:


Hoy es un día de alegría y jubilo, celebramos la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén y muchos católicos en el mundo comienzan a celebrar la Semana Santa, aunque debemos reconocer que el ambiente ya no es lo mismo, ya no lo vivimos con la misma intensidad, y esto no sucede solamente por la PANDEMIA, ni porque muchos templos se van a encontrar cerrados o en otros casos habrán celebraciones con un número reducido de personas; en realidad, podemos CONTEMPLAR que nuestra sociedad profundamente católica ha cambiado, hemos dado paso a vacaciones en semana santa, a escuchar música o ver televisión en estos días santos, incluso algunos siguen trabajando como si fuera un día más: ¿Qué nos ha pasado, qué se ha ido perdiendo el significado de la Semana Santa en nuestras familias?

 

Al parecer, cada vez más pierde fuerza el sentido espiritual en nuestras vidas, todos nos preocupamos de nuestro cuerpo, alimentarlo, vestirlo y hacer ejercicios; otros se preocupan más del crecimiento de la mente, en lo intelectual; algunos más de la psiquis por medio de terapias psicológicas o psiquiátricas; y con ello, creemos que muchos han ido perdiendo de vista la necesidad de alimentar su alma, su espíritu; con esto, no queremos negar la importancia del cuerpo, la psiquis y la mente, todo lo contrario, queremos que toda la PERSONA madure y crezca de forma equilibrada para su sanidad personal; en esta línea, proponemos centrarnos en la figura de Jesucristo, Él siendo verdadero SER HUMANO; también alimento su cuerpo, su mente, su psiquis, sus emociones, y por sobre todo, su Alma en la cercanía con Dios Padre por medio de la oración, por esta razón, te invitamos a que esta semana santa sea una semana de oración para tu vida: ¿Aceptas este camino de oración?

 

No, con el sentido de que oración es para no caer en la tentación, que nos conduce al pecado, sino con la intención de que descubramos que la oración es la fuente del alimento de nuestra ALMA, que por medio de nuestro espíritu está en contacto permanente con Dios Padre: ¿Por qué estar en constante comunicación con Dios en la oración? Porque allí Dios nos habla y nos revela su voluntad; algunos dirán este está loco: ¿Cómo nos hablará Dios? Si nunca lo hemos escuchado, es aquí la importancia de las Sagradas Escrituras, sobre todo de los Santos Evangelios, es allí en dónde Dios nos habla, un creyente debería siempre ir a la oración con las Sagradas Escrituras en la mano, para descubrir: ¿Qué nos dice Dios, en Jesucristo, por medio de tal pasaje evangélico? En realidad, más que responder qué nos dice, es: ¿Qué te dice? Es lo que hemos intentado cada domingo en estas reflexiones sobre el Santo Evangelio, evangelios tomados del leccionario de nuestra Iglesia Trinitaria, Apostólica y Ecuménica; hoy leeremos el Evangelio de San Marcos en el capítulo 11 para nuestro discernimiento sobre la vida de Jesucristo. VEN, hagámoslo juntos: ¿Quieres?

 

 

DISCERNIMOS:

 

Desde nuestra invitación, vamos a discernir sobre Jesucristo: “Cuando se aproximaban a Jerusalén, estando ya al pie del monte de los Olivos, cerca de Betfagé y de Betania, Jesús envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo” (vv. 1-2). Un Jesucristo que peregrina hacia Jerusalén, por lo menos, así lo presentan los evangelios sinópticos, caminando durante un año, en su vida pública, desde Galilea a Jerusalén, con un solo objetivo de vida: cumplir con la voluntad de Dios Padre, que lo ha enviado al mundo para salvarlo por medio del misterio de la muerte y resurrección: ¿Creemos esto?

 

Recordando que muchos no creyeron, y algunos otros inventaron una historia paralela para justificar el hecho de que no estaba el cuerpo sepultado de Jesucristo: “Estos se reunieron con los ancianos y, de común acuerdo, dieron a los soldados una gran cantidad de dinero, con esta consigna: Digan así: «Sus discípulos vinieron durante la noche y robaron su cuerpo, mientras dormíamos». Si el asunto llega a oídos del gobernador, nosotros nos encargaremos de apaciguarlo y de evitarles a ustedes cualquier contratiempo. Ellos recibieron el dinero y cumplieron la consigna. Esta versión se ha difundido entre los judíos hasta el día de hoy” (Mateo 28, 12-15). Otros no creen porque no le encuentran sentido a la Fe cristiana, por nuestras incoherencias de vida, misma incoherencias que mostró el pueblo judío en el tiempo de Jesucristo. Y TÚ: ¿Vives conforme a tu Fe Cristiana?

 

Una fe cristiana que tiene su fundamento en esta Semana Santa; en el misterio de Jesucristo, hace unos días celebramos la “ENCARNACIÓN” del Salvador, y estos días, veremos su última semana de vida terrena entre nosotros, con sus discípulos, como estos que fueron e hicieron lo que Jesucristo les decía: “Y si alguien les pregunta: ¿Qué están haciendo?, respondan: El Señor lo necesita y lo va a devolver en seguida” (v. 3). Una pregunta que se puede seguir repitiendo en nosotros, muchos nos siguen diciendo: ¿Qué haces? ¿Por qué te dedicas a esto? ¿Por qué no haces otra cosa que valga más la pena? Así muchas veces son tratados los seguidores de Jesucristo, aunque los cristianos seguimos nuestro caminar haciendo lo que Dios nos pide y no los seres humanos, haciendo la voluntad divina y no vivir según los pensamientos humanos. Y PARA TI: ¿Cómo vives?

 

Los dos discípulos, vivían haciendo lo que el MAESTRO les pedía: “Ellos fueron y encontraron un asno atado cerca de una puerta, en la calle, y lo desataron. Algunos de los que estaban allí les preguntaron: ¿Qué hacen? ¿Por qué desatan ese asno?” (vv. 4-5). A pesar de las preguntas de los demás, ellos cumplían con las Palabras del Maestro y hablaban con sus mismas palabras: “Ellos respondieron como Jesús les había dicho y nadie los molestó” (v. 6). Y para los cristianos: ¿Es así en la actualidad?

 

“Entonces le llevaron el asno, pusieron sus mantos sobre él y Jesús se montó” (v. 7). Decir y hacer todo lo que le pide Jesucristo, aunque no entendían bien para que Jesucristo quería un ASNO, muchas veces en la vida de FE nos sucede lo mismo, no entendemos totalmente los MISTERIOS DIVINOS; aunque seguimos haciendo y cumpliendo con lo que creemos que DIOS nos pide, en nuestro caso, ser servidores de Dios y su Pueblo Santo a ejemplo de Jesucristo, aquel que hoy miramos y contemplamos en su entrada a Jerusalén: “Muchos extendían sus mantos sobre el camino; otros, lo cubrían con ramas que cortaban en el campo. Los que iban delante y los que seguían a Jesús, gritaban: ¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito sea el Reino que ya viene, el Reino de nuestro padre David! ¡Hosana en las alturas!” (vv. 8-10). Jesucristo es quien nos ha traído el Reino de Dios a la tierra, es nuestra tarea vivir como si ya estuviéramos en el Reino de Dios del cual ya somos parte en la medida que tenemos la FE CRISTIANA. Y TÚ: ¿La tienes?

 

 

EVANGELIZAMOS:

 

Cómo hemos señalado en muchas ocasiones a luz de Jesucristo, al contemplar y al discernir, necesariamente nos conduce a un testimonio de su vida cristiana, que es la EVANGELIZACIÓN: ¿Cómo vamos a evangelizar esta Semana Santa?

 

Aquí retomamos nuestra invitación inicial, que sea una Semana Santa de Oración, de oración personal, por ello, te invitamos a leer el Evangelio de San Marcos, desde el capítulo 11 al 16, cada día un capítulo, comenzando mañana lunes hasta el día sábado; y desde esta lectura responder una sola pregunta: ¿Qué ejemplo de vida te da Jesucristo como su seguidor, su discípulo misionero?

 

Ahora bien, al realizar este ejercicio e ir viviendo lo que leemos en los Santos Evangelios, es que estamos EVANGELIZANDO nuestra propia vida, es una para responder a nuestra interrogante: ¿Cómo vamos a evangelizar? Es el inicio, debemos partir por nosotros mismos, y una forma es este sencillo ejercicio de lectura diaria. Y TÚ: ¿Lo harás?

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