JESUCRISTO ES LA VERDAD
CONTEMPLAMOS:
En este primer día de la semana, queremos contemplar a Jesucristo
como la VERDAD, o aquel que nos revela la VERDAD de DIOS; sin afán situarnos en
el centro de la Verdad religiosa, ni llegar a afirmar que en Jesucristo
encontramos la Verdad Absoluta; aunque debemos que reconocer que Jesucristo
debe y debería SER para los cristianos la PALABRA de la Verdad Revelada de
Dios, como le dijo a Nicodemo: “Si no creen cuando les hablo de las cosas de la
tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo?” (Juan 3, 12).
Además debemos reconocer que a la hora de hablar de las
cosas de la tierra, Jesucristo no sabía más que las personas de su época; por
decir, algunas cosas, es muy probable que Jesucristo creía que la tierra era
plana, ni pensar que el sol giraba, ya que las creencias de ese tiempo eran
distintas al conocimiento actual, ya que la ciencia nos ha ido ayudando a
comprender muchas cosas más sobre la vida en la tierra; además no conocía muy
bien la división actual de la VID, el señala solamente la vid y sarmientos, y
la VID es el todo, incluido los sarmientos, que están unidos más bien a los
brazos y troncos, por poner otro ejemplo. En este sentido, Jesucristo, en su
condición humana, no sabía la VERDAD de todas las cosas. Ahora bien, ya que los
cristianos creemos que Jesucristo es el Hijo de Dios, también creemos en sus
PALABRAS como revelación de Verdades Divinas, verdades del Reino de Dios, y
sobre todo, VERDADES sobre Dios: “Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie
conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y
aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mateo 11, 27). Ya que es el Hijo
quien nos dice la verdad de Dios Padre, Él mismo nos revela la verdad de DIOS:
¿Qué enseñanzas conocemos de Dios Padre reveladas por Jesucristo?
Desde nuestro conocimiento personal sobre Dios, ahora
bien, no de lo que nos enseñan las religiones, ni en nuestras catequesis, ni en
sermones o predicas, sino que sabemos con certeza de lo que dijo Jesucristo
sobre las VERDADES Divinas, verdad que en algún momento no se trataba de
PALABRAS, sino de gestos, de la misma vida y persona de Jesucristo, es lo que
les señala a los mismos discípulos en el contexto de la última cena: “Felipe,
hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen?. El que me
ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo dices: Muéstranos al Padre? ¿No crees que yo
estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías:
el Padre que habita en mí es el que hace las obras. Créanme: yo estoy en el
Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras”. (Juan 14,
9-11). En este sentido, la manifestación de la VERDAD DIVINA, ya no se trata de
las palabras, sino de las OBRAS, especialmente las que realiza Jesucristo en
nombre del Padre Dios, ya que esas OBRAS manifiestan la unidad del Padre con el
HIJO, y para nosotros, los cristianos: ¿Qué obras de nuestras vidas manifiestan
las verdades divinas en el mundo?
DISCERNIMOS:
Desde la contemplación de la verdad humana de Jesucristo
y la vivencia de nosotros, como humanidad sobre las verdades divinas, les
invitamos a discernir juntos en esta imagen de Jesucristo como la “VERDAD”. Lo
realizaremos con el capítulo 8 del Evangelio de San Juan, en su discurso,
recordando que el sentido de sus palabras, más que revelar verdades es una
invitación de tener FE: “Mientras hablaba así, muchos creyeron en él” (v. 30).
Justamente es lo que iba sucediendo ante sus discursos muchos iban creyendo en
Él, en su predicación y en sus enseñanzas; y nosotros: ¿Por qué creemos en
Jesucristo? ¿Cómo manifestamos y demostramos nuestra Fe en Jesucristo?
Es así, como nos sigue hablando, ya no tan solamente a
los judíos de su tiempo, sino a todos aquellos que vamos creyendo en Él, veamos
que nos dice: “Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en él: Si ustedes
permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos: conocerán
la verdad y la verdad los hará libres” (vv. 31-32). Una invitación a ser LIBRES
por medio del conocimiento de la VERDAD: ¿De qué VERDAD habla Jesucristo?
Al parecer, las personas no se centraron en el tema de la
VERDAD, sino en la LIBERTAD, para nosotros: ¿Qué es más importante tener el
conocimiento de la VERDAD o vivir una auténtica LIBERTAD?; señalamos autenticidad,
porqué los judíos aunque eran gobernados en muchos aspectos por el Imperio
Romano, no se sentían en esclavitud, menos en el sentido espiritual: “Ellos le
respondieron: Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de
nadie. ¿Cómo puedes decir entonces: Ustedes serán libres?” (v. 33). Es lo que
señalan al reconocerse como hijos de Abraham y que nunca han sido esclavos a
pesar de haber vivido en la esclavitud varias veces, por ejemplo: Con el pueblo
de Egipto por más de cuatrocientos años, ante esto nos seguimos: ¿Qué nos hace
personas LIBRES?
Es aquí, que Jesucristo nos manifiesta una VERDAD, para
ellos y para los cristianos en la actualidad: “Jesús les respondió: Les aseguro
que todo el que peca es esclavo del pecado. El esclavo no permanece para
siempre en la casa; el hijo, en cambio, permanece para siempre. Por eso, si el
Hijo los libera, ustedes serán realmente libres” (vv. 34-36). Que nuestros
PECADOS nos hacen esclavos, y que la verdadera libertad radica en permanecer
junto al Hijo de Dios que nos libera totalmente de la esclavitud del “PECADO”,
ante esto nos seguimos preguntando: ¿Somos personas liberadas de todos nuestros
pecados? ¿Vivimos en la LIBERTAD de los hijos de Dios?
“Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero
tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes” (v. 37). Ahora bien,
esta libertad se vive en la dimensión de la aceptación en nuestras vidas de las
Palabras de Jesucristo, por la siguiente razón: “Yo digo lo que he visto junto
a mi Padre, y ustedes hacen lo que han aprendido de su padre” (v. 38). Ciertamente
una razón de FE, en Jesucristo que nos afirma y señala que sus PALABRAS provienen
del Padre Dios: ¿Creemos ser hijos de Dios Padre?
Nos hacemos esta pregunta ante la respuesta de los judíos:
“Ellos le replicaron: Nuestro padre es Abraham” (v. 39 a). Que se reconocen más
bien Hijos de Abraham, padre de la FE; aunque realicen esta afirmación, esto
los condena: “Y Jesús les dijo: Si ustedes fueran hijos de Abraham obrarían
como él. Pero ahora quieren matarme a mí, al hombre que les dice la verdad que
ha oído de Dios. Abraham no hizo eso” (vv. 39 b-40). Ya que ser hijo de alguien
para Jesucristo, significa OBRAR como su PADRE, y nosotros: ¿Obramos cómo hijos
de Dios Padre?
“Pero ustedes obran como su padre. Ellos le dijeron: Nosotros
no hemos nacido de la prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios” (v. 41).
Quizás nos pasa lo mismo que dijo Jesucristo, seguimos OBRANDO más como
nuestros progenitores, nuestros padres humanos, que más parecido a DIOS PADRE,
aunque hayamos sido creados a su imagen y su semejanza: ¿Cómo es en tu vida?
“Jesús prosiguió: Si Dios fuera su Padre, ustedes me
amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él. No he venido por mí mismo,
sino que él me envió. ¿Por qué ustedes no comprenden mi lenguaje? Es porque no
pueden escuchar mi palabra” (vv. 42-43).
EVANGELIZAMOS:
A luz de la VERDAD de Jesucristo, manifestado como VERDAD
para nosotros, a los que creemos y decimos SER HIJOS de Dios, nos debe llevar a
AMAR al verdadero Hijo de DIOS, a Jesucristo; ya que Él es el único que ha
venido de DIOS, para cumplir la misión y el envío de Dios Padre, esta vivencia
del AMOR es nuestra verdadera evangelización: ¿Cómo manifestamos el Amor a
Jesucristo?
Recordamos que la manifestación del AMOR a Jesucristo no
debe ser solamente en PALABRAS, sino en OBRAS; estas OBRAS se deben manifestar
principalmente en el prójimo, según las mismas palabras del Maestro: "Les
aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo
hicieron conmigo" (Mateo 25, 40). Son a ellos que debemos demostrar el
AMOR, allí expresamos en OBRAS de CARIDAD nuestro AMOR a nuestro Señor
Jesucristo. "Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más
pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo" (Mateo 25, 47). Y PARA TI: ¿Qué clase de cristiano eres, de
los que NO hacen nada por Jesucristo o de los que hacen algo por AMOR a
Jesucristo?
Jesús es la verdad, porque si vivo en sus principios, si Evangelio me conforta, me anima y, además, me salva.
ResponderBorrarBuscar a Jesús y lo encontramos en su palabra, nos consuela, nos anima, nos guía... Mi vida hoy tiene sentido, un fin porque Jesucristo se lo da.
Dios mío, envía tu Santo Espíritu para seguirte y vivir en tu y por ti en mis hermanos, que no me aparte de ti porque tú le das sentido a mi vida.