¿QUÉ NECESITAMOS PARA CREER EN JESUCRISTO?
CONTEMPLAMOS:
Este domingo nos adentraremos en el segundo milagro de
Jesucristo en la versión de San Juan, contemplando el tema de la FE: “CREER”,
con esto nos pueden surgir algunas interrogantes: ¿Cuál es la verdadera razón
de nuestra FE Cristiana? Para muchos cristianos lo central de nuestra fe
cristiana se encuentra en el mismo acontecimiento de Jesucristo, sobre todo en
la resurrección, era necesario para sus discípulos ver al que había muerto, es lo
que intento expresar el apóstol Tomás: «Si no veo la marca de los clavos en sus
manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado,
no lo creeré» (Juan 20, 25). Aunque para muchos esto es dudar de su FE, tal vez
era necesario que existan TESTIGOS calificados, de primera fuente, para
trasmitirnos y predicarnos sobre la Resurrección y la Vida Eterna; tan así, que
casi después de dos mil años, seguimos CREYENDO en la Resurrección del Hijo de
Dios: ¿Creemos esto?
Creemos que casi la totalidad de los cristianos
afirmarán: SI, CREO, en la RESURRECCIÓN; tal como se señala en los diversos
Credos Católicos y Apostólicos; si es así, seremos FELICES, según la
exclamación del mismo Jesucristo: «¡Felices los que creen sin haber visto!»
(Juan 20, 29). Entonces, la Felicidad consiste en CREER en algo que no hemos
visto, ahora bien, nos podemos seguir preguntando de manera personal: ¿En qué
creo que no he visto? ¿Creo realmente todos los postulados que recitamos en el
Credo de los Apóstoles? ¿Entiendo y comprendo cada frase que se manifiesta en
los diversos Credos? Más allá de estas preguntas que cuestionan nuestra Fe
cristiana, podemos ir más a una cuestionante más profunda y sincera: ¿Cuál es
la auténtica razón de tu fe cristiana?
Desde esta pregunta, queremos responder a la interrogante
que nos planteamos en este artículo teológico: ¿Qué necesitamos para creer en
Jesucristo? Siguiendo el relato del Evangelio de San Juan, que hemos citado en
esta contemplación, podemos decir junto a San Juan lo siguiente: “Jesús realizó
además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran
relatados en este Libro. Estos han sido escritos para que ustedes crean que
Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre”
(Juan 20, 30-31). Es decir, que lo que encontramos escrito en los Santos
Evangelios bastaría para CREER en Jesucristo, el Mesías, el Hijo de Dios; y qué
por medio de esta FE en Él, logramos tener VIDA; un verdadero sentido para
nuestras vidas, convirtiéndolas en vidas cristianas que caminan hacia la
verdadera vida, la VIDA ETERNA: ¿Creemos de esta forma? Con este sentido, del
mismo Libro de Juan, veremos algunos versículos del capítulo 4, y siguiendo el relato
realizaremos nuestro discernimiento tratando de descubrir qué es lo NECESARIO
para CREER en Jesucristo: ¿Qué es para ti?
DISCERNIMOS:
Al discernir sobre nuestra FE en Jesucristo, quizás sea
bueno pensar un momento, en el ¿Dónde y Cómo surge nuestra Fe en Jesucristo?
Para ir profundizando en el ¿Por qué somos cristianos? Tal vez para algunos sea
sencillo responder; por ello, de manera simple manifiestan que es por tradición
familiar, o sea, es lo que nuestros padres nos trasmitieron desde niños, ya sea
en un rito bautismal o una presentación al Señor, con ello, estamos
respondiendo de manera muy general el ¿Cómo y Dónde? Es al interior de nuestras
propias familias cristianas que surge nuestra fe, unidos a una comunidad
cristiana; aunque tal vez para otros fue una búsqueda que les llevo más años,
quizás en su juventud o adultez tomaron la decisión personal de convertirse a
la Fe en Jesucristo, por algún encuentro con Él, ya sea un retiro o jornadas
espirituales; aquí ya se manifiesta una razón más consciente y libre de la opción
de vida de SER CRISTIANO; que implicaría una última interrogante: ¿Para qué
somos cristianos?
Ahora bien, la relación con Dios se debe enmarcar en el
¿Para qué? Un destino, un sentido, un final, para muchos cristianos es la
resurrección y la vida eterna en el Reino de Dios; allí esta nuestro FIN, en
esto CREEMOS; recordando que nuestra FE surge de un encuentro divino: “Y fue
otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí
un funcionario real, que tenía su hijo enfermo en Cafarnaúm. Cuando supo que
Jesús había llegado de Judea y se encontraba en Galilea, fue a verlo y le
suplicó que bajara a curar a su hijo moribundo” (vv. 46-47). Es lo que realizo
este funcionario real, busco el encuentro con Jesucristo, claramente para
pedirle un FAVOR, que sanará a sus HIJO moribundo, seguramente con la misma FE
que muchos padres, especialmente las madres, piden por la salud de sus hijos;
debemos reconocer que la mayoría de los creyentes en el mundo pedimos milagros
divinos, manifestaciones divinas, para poder CREER, es lo que señala Jesucristo
a esta persona: “Jesús le dijo: Si no ven signos y prodigios, ustedes no creen”
(v. 48). Y nosotros: ¿Para que buscamos a Jesucristo? ¿Creemos sin ver signos y
prodigios? ¿Qué es lo necesario para fortalecer tu FE?
Muchos siguen pidiendo milagros a Dios por intercesión de
Santos, Beatos, la Madre de Jesucristo o los Santos Apóstoles, así creemos,
esta ya es nuestra forma de vivir nuestra Fe cristiana en la diversificación de
ramas al interior de la única Iglesia de Jesucristo; a pesar del
cuestionamiento que nos puede hacer el mismo Jesucristo, nuestra forma de
pensar y actuar no cambia mucho, seguimos pidiendo y pidiendo, así también lo
hace este padre con Jesucristo: “El funcionario le respondió: Señor, baja antes
que mi hijo se muera” (v. 49). Al parecer, pone su confianza en Jesucristo, que
le reconoce un poder divino, posible para realizar sanaciones de personas,
evitando que mueran, es lo que pedimos a diario más en este tiempo de PANDEMIA,
que nuestros enfermos y los enfermos del mundo, no mueran; a muchos no nos
preocupa la voluntad divina, sino solamente lo que sentimos en nuestro
interior: ¿Cómo unir la FE cristiana a nuestros sentimientos?
Ciertamente la Fe no es mero sentimentalismo, este ya
sería un paso de maduración de la Fe, poner el énfasis en CREER en las Palabras
de Jesucristo, claramente es más fácil CREER cuando sus palabras son acordes a
lo que deseamos, cuando nos dice SI, que se vaya haciendo como tú pides, como
le sucedió a este hombre: “Vuelve a tu casa, tu hijo vive, le dijo Jesús. El
hombre creyó en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino” (v.
50). Lo complejo y difícil es cuando Jesucristo; o sea, Dios nos dice algo
distinto a los que queremos, como anda en PAZ tu hijo ha muerto, aunque
alcanzará la VIDA ETERNA; ante este signo contrario, algunos son capaces de
abandonar su FE en Dios, dejar de CREER en Él, ya que nos ha quitado la vida de
un ser querido, es lo que manifiestan muchas personas: ¿Qué otras cosas nos
pueden quitar la FE? ¿Qué situaciones de la vida nos llevan a perder la FE?
¿Qué acontecimientos nos llevan a esconder la vivencia de nuestra FE Cristiana?
En muchos países de Europa va decayendo la Fe Cristiana y
surge con más fuerza la Religión Musulmana: ¿Por qué sucede esto? También en
varios países de América Latina y en todo el mundo va en aumento la cantidad de
personas ateas y/o agnósticas, de igual manera nos preguntamos: ¿Por qué surge
esta situación? En qué sentido hemos fallado como cristianos al transmitir
nuestra FE, o quizás en palabras de Jesucristo, los seres humanos, si o si,
necesitamos signos o prodigios para CREER; si esto es verdad, tal vez
necesitamos CREAR SIGNOS para que los demás crean, o manifestar el “BUEN
MENSAJE”: ¿Qué mensaje llevamos a los demás para crean en Jesucristo? ¿Qué
clase de servidores y mensajeros somos de Dios Trinidad?
De manera sencilla, en eso se transformaron los
servidores de este funcionario real: “Mientras descendía, le salieron al
encuentro sus servidores y la anunciaron que su hijo vivía” (v. 51). Son sus
propios servidores que le anuncian el gran SIGNO, su hijo VIVE, ha sido sanado,
es Dios quien obra; y nosotros, en la actualidad: ¿Dónde y Cómo vemos obrar a
Dios? Quizás a muchos les basta orar cada mañana dando gracias a Dios por el
don de la Vida, por tener buena salud, la posibilidad de un trabajo y tener
seres queridos a su lado en la formación de una familia; en estos signos ven su
propio MILAGRO, y nosotros: ¿Dónde vemos los milagros divinos?
Para muchas personas existe la NECESIDAD de VER MILAGROS
concretos, como lo fue para este funcionario, comprobar que había sido
Jesucristo quien obró el MILAGRO de salvación para su Hijo: “Él les preguntó a
qué hora se había sentido mejor. Ayer, a la una de la tarde, se le fue la
fiebre, le respondieron” (v. 52). Por esta razón, la pregunta que cuando había
desaparecido la fiebre, al ver este milagro en su HIJO es que CREE en
Jesucristo, de la misma manera nos sigue sucediendo a muchos seres humanos,
necesitamos PALPAR la experiencia divina, sentir su presencia, aquí se debe
unir las emociones a la vivencia de la FE, aunque nos seguimos cuestionado en
nuestra Fe cristiana: ¿Por qué y para
qué creemos en Jesucristo?
Seguramente no tenemos una respuesta general y adecuada
para esta ocasión, ya que depende de cada uno de nosotros, es tu PROPIA
respuesta, son tus razones individuales, son tus intenciones personales, lo que
determina tu relación con el Dios de Jesucristo, lo que esta como fundamento
para tu vivencia cristiana: ¿Cómo vives tu fe Cristiana? En el relato que hemos
discernido en este día, vemos la vivencia de un padre de familia, como los hay
miles en el mundo, padres y madres de familia: “El padre recordó que era la
misma hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive. Y entonces creyó él y
toda su familia. Este fue el segundo signo que hizo Jesús cuando volvió de
Judea a Galilea” (vv. 53-54). Justamente es el PADRE de la familia, que se
encarga de trasmitir su vivencia con Jesucristo a los integrantes de su hogar,
por medio de lo que él CREYÓ, logra que CREA toda su familia, no hubo necesidad
de “bautizar”; tal vez, aquí está el desafío de la transmisión de la FE
CRISTIANA, volver a las familias, que en nuestras casas se hable de la FE en
Jesucristo, de nuestros encuentros personales con Él, de cómo surgió nuestra la
Fe, de qué sentimos al estar junto a Jesucristo, de cómo esperamos vivir
nuestra adhesión al Hijo de Dios, de dónde queremos manifestar nuestro discipulado
al Único Maestro; este sería el GRAN SIGNO para que todas nuestras familias
CREAN en Jesucristo. Y TÚ: ¿Cómo vivirás tu Fe Cristiana?
EVANGELIZAMOS:
Desde esta última interrogante, sobre el cómo viviremos
nuestra Fe Cristiana, es que surge una renovada EVANGELIZACIÓN, seguramente
tendremos millones de respuestas diversas, aunque es lo que se requiere para el
fortalecimiento de la Iglesia de Jesucristo, es lo mismo que intenta explicar
San Pablo a la comunidad cristiana que habitaba en Corinto: “Pero Dios dispuso
el cuerpo, dando mayor honor a los miembros que más lo necesitan, a fin de que
no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros sean mutuamente
solidarios. ¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro es
enaltecido? Todos los demás participan de su alegría” (1 Corintios 24b-26). Es
decir, existen millones de miembros de este cuerpo de Jesucristo, que es la
Iglesia, ya que el verdadero Cuerpo de Cristo es cada persona, personas que
debemos estar unidos en la SOLIDARIDAD de los unos por los otros: ¿Somos
solidarios con los demás cristianos?
Ahora bien, la vivencia de nuestra FE CRISTIANA, de ser
un solo CUERPO en JESUCRISTO, implica vivir en un camino distinto, así lo
repite el mismo Apóstol: “Ustedes, por su parte, aspiren a los dones más
perfectos. Y ahora voy a mostrarles un camino más perfecto todavía (1 Corintios
12, 31). O sea, en la línea de nuestra reflexión, basta que vivamos el camino
perfecto, desde nuestras casas y comunidades cristianas; aunque muchos se
preguntarán: ¿Cuál es ese camino más perfecto? Lean: 1 Corintios 13 y
descubrirán que se necesita para CREER en Jesucristo, y con ello, lograr
transmitir la FE CRISTIANA: ¿Lo harás?
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