JESUCRISTO, SIGNO DE CONTRADICCIÓN HUMANA

 CONTEMPLAMOS:


A lo largo de la historia de la humanidad, muchas personas han negado la DIVINIDAD de Jesucristo, fundamento de la FE CRISTIANA; aunque no es menos cierto que un gran número de personas también ha negado la HUMANIDAD de Jesucristo, no tan solamente en el hecho de negar su naturaleza humana, sino de negarlo como SER HUMANO, es decir, que obra solamente el SER DIVINO, diríamos con una sola voluntad: La DIVINA; todos ellos niegan la síntesis del siglo IV de nuestra era cristiana, en la que se AFIRMA que Jesucristo es VERDADERO DIOS y verdadero SER HUMANO; ahora bien, es en esta humanidad que se transforma para muchos de nosotros en un signo de contradicción: ¿Cómo su naturaleza humana y divina pueden convivir en una sola persona? ¿Cómo esta persona, que vemos humano en todas sus dimensiones, logro vivir sin pecado? ¿Cómo pudo SER PERFECTO?

 

Son algunas preguntas que nos pueden acompañar, en este artículo teológico o en nuestra investigación personal sobre Jesucristo; recordando que para muchos que no creen en Jesucristo, no tiene sentido escribir sobre Él, en cambio, para nosotros como cristianos SI, es un deleite saber más de nuestro MAESTRO: JESUCRISTO; por esta razón, te seguimos motivando a que cada día dediques un tiempo a leer sobre su vida, para conocerle mejor y así poder amarle más y más, hasta que lleguemos a la plenitud en el Reino de Dios; justamente a aquellos que se autodenominan cristianos les queremos invitar a reflexionar sobre la persona de Jesucristo: ¿Quién es para ti? ¿Qué significa para tu vida humana?

 

Con estas dos preguntas personales queremos desafiarte a conocerlo, y al conocerlo lograr imitarlo, seguir su ejemplo y testimonio de vida; aunque para muchos con su origen en Belén, sigue siendo un misterio incomprensible biológicamente: ¿Cómo dar a luz un SER DIVINO? ¿Cómo una persona humana puede tener dos naturalezas: Humana y Divina?

 

Además, en donde, nos narran los Santos Evangelios que solamente participa una mujer y la presencia divina en el Espíritu Santo, como un óvulo se fecunda sin la participación del semen masculino, sin un ESPERMIO, atenta contra todo principio biológico humano. Más aún, para muchos esto es un gran escándalo, ya que también atenta contra todo PATRIARCADO y MACHISMO; con todo esto, nos situamos ante el sentido del tema de hoy: Jesucristo ya desde su concepción es un signo de CONTRADICCIÓN HUMANA, y para nosotros como cristianos: ¿Qué significa que Jesucristo sea un SIGNO de contradicción humana?

 

 

DISCERNIMOS:

 

Es lo que intentaremos discernir a la luz de algunas citas de los Santos Evangelios, partiendo por el texto que nos revela explícitamente que Jesucristo será un SIGNO de contradicción, dicho desde una profecía manifestada para María, la Madre del Salvador: “Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos” (Lucas 2, 34-35). Es un niño recién nacido, de solamente ocho días de vida, que se manifiesta como la LUZ del mundo, que trae la Paz y Amor a la humanidad, entonces: ¿Cómo se puede transformar en un SIGNO de contradicción?

 

Podemos señalar que la contradicción se manifiesta en las personas, ya que provocará un cambio en ellos; para algunos se manifestará en una causa de elevación y en otros será para provocar caídas; como lo podemos ver con el Rey Herodes: una CAÍDA, ya que ante el nacimiento y la posibilidad del surgimiento de un nuevo REY para los judíos, ordena lo siguiente: “Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los mayor le habían indicado. Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen" (Mateo 2, 16-18). Un niño le provoca tanto temor, que es mejor matarlo desde el amanecer de su vida, por ello, ordena MATAR a todos los niños recién nacidos, un gran signo de contradicción en la vida de HERODES: ¿Cómo un REY puede mandar a matar a los niños recién nacidos de súbditos, de su pueblo? ¿Qué clase de REY realiza un acto tan cruel?

 

Ciertamente una persona llena de rabia e ira o que ha perdido la consciencia de lo que es bueno o malo, puede llegar a matar a su familia, a su pareja e hijos, además nos podemos preguntar: ¿Cómo matar la vida de quién está por nacer? Estos son SIGNOS de contradicción humana, mientras algunas mujeres anhelan tener hijos, otras lo matan en su vientre; mientras otros buscan formar una familia, otros la destruyen: ¿Qué nos pasa? ¿Por qué cometemos estos crímenes? Desde la FE, nos cuestionamos sobre otra contradicción: ¿Por qué un Dios Misericordioso permite la muerte de INOCENTES?

 

Muchos responderán en las palabras de Pedro al Maestro: “Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: Dios no lo permita, Señor, eso no sucederá” (Mateo 16, 22). Que todo esto no puede seguir sucediendo, aunque la respuesta de Jesucristo es LAPIDARIA: “Pero él, dándose vuelta, dijo a Pedro: ¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga” (Mateo 16, 23-24). ¿Cómo entender el mensaje de Jesucristo? ¿Cómo aceptar los pensamientos de Dios y la voluntad divina? Otros dirán que es obra del DIABLO, Satanás, los demonios que nos llevan a actuar de tal manera, o decir cosas a los demás, cuando en realidad la mayoría de veces somos nosotros mismos, son nuestros PROPIOS PENSAMIENTOS que ejecutamos, nos dejamos llevar por los pensamientos humanos, de SUPERVIVENCIA; llenos de egoísmo sin capacidad de mirar a los demás o incapacidad de tener empatía hacia el prójimo, esto en la dimensión humana, más en la FE no somos CAPACES de descubrir los PENSAMIENTOS DIVINOS; es aquí en donde Jesucristo se manifiesta como un GRAN SIGNO de contradicción de nuestra humanidad, debemos PENSAR como DIOS y no como los hombres; esto para sus discípulos significa: RENUNCIAR A TU VIDA, cargar con tu cruz de cada día y seguirlo: ¿Lo hacemos?

 

Ahora bien, si lo haces, tú te transformas en SIGNO de contradicción para muchos, tratando de imitar a Jesucristo: “Mientras tanto, los discípulos le insistían a Jesús, diciendo: Come, Maestro. Pero él les dijo: Yo tengo para comer un alimento que ustedes no conocen. Los discípulos se preguntaban entre sí: ¿Alguien le habrá traído de comer?. Jesús les respondió: Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me envió y llevar a cabo su obra” (Juan 4, 31-34). Descubriendo que lo único que debe importar en nuestras vidas humanas es hacer la VOLUNTAD de Dios: ¿Lo realizamos?

 

Al realizarlo y vivirlo se manifiesta la CONTRADICCIÓN entre nosotros, entre todos, si somos capaces de poner el PRIMER LUGAR al DIOS de Jesucristo y su misión terrena: “Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente! ¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división” (Lucas 12, 49-51). A traer división con su PERSONA; algunos lo seguirán, otros NO; otros serán fieles a sus palabras, algunos NO; muchos creerán en su VIDA y OBRAS, muchos más bien rechazarán cada día sus enseñanzas; y nosotros los cristianos: ¿Vivimos sus enseñanzas aunque sean un SIGNO de contradicción para tu vida y los demás?

 

Como lo puede ser la siguiente invitación de Jesucristo a uno de sus Apóstoles: “Entonces se adelantó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces? Jesús le respondió: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete” (Mateo 18, 21-22). PERDONAR a todos y todas SIEMPRE, aunque te haga daño una y otra vez, SIEMPRE PERDONAR, como Dios lo hace con cada hijo suyo, en verdad, los cristianos: ¿Vivimos el PERDÓN, como nos enseña Jesucristo? Más aún nos atrevemos a decir, que él que NO perdona a su prójimo, a los demás: NO es un auténtico cristiano, aunque sea una contradicción de justicia: ¿Cómo perdonar la deuda de mi hermano, si es JUSTICIA que debe devolverme lo que me DEBE? ¿Cómo perdonar aquella persona que asesino a mi hijo? ¿Cómo perdonar a la persona que abusó sexualmente de nuestros hijos? 

 

Solamente lograremos TODO esto, cuando seamos capaces de ver más allá de nuestra HUMANIDAD, de nuestros pensamientos y sentimientos, cuando somos capaces a ejemplo de Jesucristo a VIVIR según la voluntad DIVINA y no de acuerdo a la voluntad personal: La HUMANA, que se llena de pensamientos y emociones negativas: ¿Podemos seguir su ejemplo hasta el extremo de vivir esta gran contradicción humana?

 

Veamos como lo manifiesta Jesucristo para nosotros sus seguidores: “Cuando llegaron, les dijo: Oren, para no caer en la tentación. Después se alejó de ellos, más o menos a la distancia de un tiro de piedra, y puesto de rodillas, oraba: Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22, 40-42). Todo se trata de no CAER en la TENTACIÓN; no llegar al PECADO por medio del DISCERNIMIENTO de la VOLUNTAD DIVINA, es decir, en tu ORACIÓN descubres la voluntad de DIOS; y que en algunas ocasiones se MANIFIESTA como un SIGNO de CONTRADICCIÓN para tu vida humana, para tu vida familiar y para tu vida como CREYENTE: ¿Estás dispuesto a aceptar en tu existencia la CONTRADICCIÓN HUMANA que nos trae JESUCRISTO?

 

 

EVANGELIZAMOS:

 

A luz de Jesucristo, al contemplarlo y al discernir sobre su vida, como propuesta de CONTRADICCIÓN HUMANA; nos queda el desafío de imitarlo, y con ello EVANGELIZAR con nuestra propia vida, es decir, vivir de otra forma, quizás como lo escribe San Pablo a una de sus comunidades más queridas, un amor de carta: “Porque ya les advertí frecuentemente y ahora les repito llorando: hay muchos que se portan como enemigos de la cruz de Cristo. Su fin es la predicción, su dios es el vientre, su gloria está en aquello que los cubre de vergüenza, y no aprecian sino las cosas de la tierra. En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, y esperamos ardientemente que venga de allí como Salvador el Señor Jesucristo. El transformará nuestro pobre cuerpo mortal, haciéndolo semejante a su cuerpo glorioso, con el poder que tiene para poner todas las cosas bajo su dominio” (Filipenses 3, 18-21). Desde su emoción, desde su llanto repite una y otra vez, los cristianos no podemos ser ENEMIGOS DE LA CRUZ, es decir, vivimos como si Jesucristo no hubiera muerto para PERDONAR nuestros pecados, ya que si JESUCRISTO murió por nuestros PECADOS: ¿Por qué seguimos cometiendo pecados?

 

Es aquí una contradicción de nuestra propia vida: ¿Qué nos falta? En Palabras de Pablo es que no hemos sido capaces de VIVIR como CIUDADANOS del Cielo, del Reino de Dios: ¿Seremos capaces? Que mayor contradicción humana, vivir como CIUDADANOS del CIELO estando en la tierra, en el mundo, en medio de la humanidad comportarse como un SER DIVINO, esto es en Jesucristo y en Espíritu Santo. Y PARA TI: ¿Cómo vives tu existencia humana?

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