YO SOY, RESURRECCIÓN Y VIDA

CONTEMPLAMOS:


En algunas ocasiones para entender mejor las cosas debemos ver su contrapuesto, por ejemplo: para entender mejor la importancia y el significado de la LUZ es bueno a veces estar en total oscuridad, y con ello descubrir la necesidad vital que nos proporciona la LUZ; así podemos enumerar varios ejemplos que nos ayuden a comprender mejor las cosas. Aunque en nuestro tema teológico de hoy nos corresponde presentar a Jesucristo como “YO SOY”, es el título divino que hemos analizado estas últimas semanas a la luz del Evangelio de San Juan, hoy contemplaremos: “La Resurrección y la Vida”. Ciertamente para vivir resucitados debemos primero pasar por la MUERTE, y que al valorar el DON de la VIDA siempre es bueno recordar que somos seres mortales, por lo tanto, tarde o temprano vamos a MORIR; con esto, queremos reafirmar nuestra idea inicial, del contrapuesto, y que al mirar la MUERTE valoramos mejor la realidad de la VIDA.

 

Justamente es en este contexto de la MUERTE que Jesucristo se manifiesta a sí mismo como la Resurrección y la Vida: “Betania distaba de Jerusalén sólo unos tres kilómetros. Muchos judíos habían ido a consolar a Marta y a María, por la muerte de su hermano. Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa. Marta dio a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas” (Juan 11, 18-22). El texto evangélico nos muestra la MUERTE de Lázaro, hermano de Marta y María. Desde esta mirada nos podemos preguntar de manera personal: ¿Cuántas veces hemos tenido de sepultar a nuestros seres queridos? Sobre todo en este tiempo de PANDEMIA, recordando que algunos ni siquiera han tenido un funeral digno, otras personas ni siquiera se han podido despedir de sus seres queridos, hacer un duelo adecuado; además los días pasados hemos recordado a nuestros fieles difuntos: en el día de los muertos; de estas realidades nos surge la siguiente pregunta: ¿Qué pasa después de la muerte con nuestros familiares fallecidos?

 

Desde la fe cristiana contenida en los Santos Evangelios, el personaje Marta nos revela que si Jesucristo hubiera estado mientras estaba enfermo Lázaro, este no habría fallecido; y al parecer, también nos señala un mejor final si es que Jesucristo le pide a Dios por su amigo Lázaro; seguramente la mayoría de los que leen este artículo teológico ya saben que Lázaro es devuelto a la vida por Jesucristo, aunque en verdad lo que nos interesa es discernir a JESUCRISTO, como la Resurrección y la Vida.

  

 

DISCERNIMOS:

 

Para ir realizando nuestro discernimiento usaremos el capítulo 11 del Evangelio de San Juan, analizando nuestra fe cristiana, como lo anuncia Marta: «Sé que resucitará en la resurrección del último día» (v. 24). Esto es lo que profesamos en nuestra fe, ya que creemos en la resurrección de los muertos.

 

Ante esta realidad pueden surgir varias interrogantes: ¿Cuándo sucederá? ¿Qué pasa con los muertos mientras se espera la resurrección del último día? Y nosotros como cristianos: ¿Qué creemos? ¿Qué profesamos? ¿Qué le dirías Jesucristo ante la muerte de tu hermano o hermana? Más allá de nuestras palabras y nuestras actitudes, lo que nos debe interesar como seguidores de Jesucristo son sus palabras, lo que nos quiere revelar como verdades divinas: “Jesús le dijo: Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá: y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?” (vv. 25-26). Aquí una Verdad Divina, Jesucristo es DIOS, es la Resurrección y la Vida, hoy unimos esta verdad de FE a la pregunta realizada a Marta, que puede ser la interrogante a cada cristiano y a cada persona: ¿Creemos lo que nos dice Jesucristo?

 

Que toda persona que muere y cree en Él, aunque muera VIVIRÁ, es aquí que nuestra fe cristiana nos lleva a CREER en una vida después de la MUERTE, a la que hemos denominado: VIDA ETERNA; ahora justamente ese paso sucede en el misterio de Jesucristo, en los acontecimientos de la MUERTE y RESURRECCIÓN. Por esta razón, el mismo se presenta como “LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA”: ¿Qué conlleva esto para nuestra existencia cristiana? Seguramente muchos no logramos comprender que conlleva vivir como RESUCITADOS; sobre todo mirado desde manera espiritual en la recepción de cada sacramento, sobre todo en el BAUTISMO, que hemos MUERTO para vivir una NUEVA VIDA en Jesucristo: ¿Es así?  

 

Por otro lado, existimos muchas personas que nos seguiremos preguntando y reclamando a Dios, como también lo hizo María, la otra hermana de Lázaro: “María llegó a donde estaba Jesús y, al verlo, se postró a sus pies y le dijo: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto” (v. 32). Es lo que nos sucede, como seres humanos, queremos y anhelamos la VIDA TERRENA; que nuestros amigos y familiares sigan con nosotros, aunque ya tengan 100 años; a la larga muchos le seguimos reclamando a DIOS: ¿Por qué? Creyendo que si DIOS está con nosotros no DEBEMOS MORIR; y aquí es en donde dejamos en segundo lugar, nuestra FE CRISTIANA, que nos debe llevar a concluir mirando la VIDA de Jesucristo, que incluso vamos a morir, ya que Él aunque era verdadero DIOS, y por ende INMORTAL; en su humanidad, realmente murió como uno de nosotros; a pesar de esto, creemos en la VIDA ETERNA y debemos entender que para lograr este objetivo cristiano, ciertamente debemos aceptar el misterio de la MUERTE que nos conduce a la Resurrección: ¿Creemos en esto?

 

Claramente al igual que Jesucristo, desde su humanidad que comparte con cada uno de nosotros, podemos sentir dolor y rabia, otras tantas veces llorar de impotencia e incomprensión: “Y Jesús lloró. Los judíos dijeron: ¡Cómo lo amaba!” (vv. 35-36). Recordando que Jesucristo también es verdadero ser humano, expresa su amor y dolor, que generalmente están unidos, en el llanto frente a la tumba de su amigo Lázaro; es aquí en donde nos enseña a CONMOVERNOS, por ello, se debe actuar para cambiar las situaciones de la VIDA, claramente nosotros solamente desde nuestra humanidad, en el caso de Jesucristo desde su humanidad y su divinidad: “Jesús, conmoviéndose nuevamente, llegó al sepulcro, que era una cueva con una piedra encima, y le dijo: Quiten la piedra. Marta, la hermana del difunto, le respondió: Señor, huele mal; ya hace cuatro días que está muerto. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra, y Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, te doy gracias porque me oíste. Yo sé que siempre me oyes, pero le he dicho por esta gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado. Después de decir esto, gritó con voz fuerte: ¡Lázaro, ven afuera! El muerto salió con los pies y las manos atadas con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desátenlo para que pueda caminar” (vv. 38-44).

 

Es desde la humanidad que Jesucristo se conmueve, llora, ora y grita; y desde su divinidad, realiza el acto de devolver a la vida a Lázaro. De esta forma, no tan solamente se autoproclama como el YO SOY: LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA, sino que también lo deja de manifiesto con este MILAGRO; DA VIDA Y RESUCITA: ¿Creemos en Jesucristo, que es la resurrección y la vida?

 

 

EVANGELIZAMOS:           

 

Con esta pregunta damos paso a nuestra Evangelización, que consiste en vivir como RESUCITADOS; esta vivencia se inicia con la adhesión a Jesucristo: “Al ver lo que hizo Jesús, muchos de los judíos que habían ido a casa de María creyeron en él” (v.45); ya no tan solamente los judíos se adhieren a la FE Cristiana, sino que millones de personas en el mundo dicen CREER en Jesucristo; ahora bien, creemos que se necesita una recta evangelización, o una re-evangelización a nosotros como cristianos,  no desde una ideología eclesial o religiosa de alguna congregación, sino desde el mismo evangelio, que es el mismo JESUCRISTO, el que es RESURRECCIÓN Y VIDA: ¿Lo es para ti?


Si, diremos desde nuestra vereda eclesial, entonces debemos UNIRNOS todos en un solo CUERPO, que es la Iglesia de Jesucristo, esto conlleva según nuestra mirada de hoy, vivir como RESUCITADOS, tener una vida nueva: ¿Cómo vivimos nuestra FE en Jesucristo Resucitado? ¿Cómo ponemos en práctica las palabras de Jesucristo Resucitado? Y cada creyente, como vive la nueva vida en Jesucristo. Y TÚ: ¿Cómo la vives?

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