YO SOY, LA PUERTA

 CONTEMPLAMOS:

 

Hoy nos acompañara en nuestro artículo teológico, la imagen de la PUERTA; ciertamente entraremos brevemente en el capítulo 10 del Evangelio de San Juan; en dónde se unen dos títulos de Jesucristo como YO SOY: La Puerta y el Buen Pastor, el segundo tema lo intentaremos abordar la próxima semana, en este día, queremos invitarte a mirar el tema de la PUERTA, en el uso que le damos, y el significado que tienen para nosotros; ciertamente al ver una casa o un templo, miramos sus puertas, el lugar por donde debemos entrar; muchas veces hemos pasado por diversas puertas que nos conducen a lugares por conocer y descubrir, otras tantas veces NO hemos atravesado las puertas por estar cerrada o prohibida nuestra entrada; en este caso, es Jesucristo que se manifiesta así mismo como la PUERTA; es decir, es la entrada para cada uno de nosotros, a un camino distinto y diverso, algunos dirán la única PUERTA que nos lleva al camino de la salvación: ¿Ha sido así para ti?

 

Es realmente Jesucristo tu salvación y el centro de toda tu existencia; cuando Jesucristo habla de esta realidad lo hace para aconsejarnos que existen personas que entran por otros lugares, algunos entran y salen por ventanas para no ser descubiertos por los dueños de casa; ya sea para buscar algo al interior de la casa, para ver a alguien o salir sin permiso de los padres, u otros para robar y saquear la casa. Ante esta realidad, Jesucristo se quiere presentar como la PUERTA de las ovejas, pensando que todos los seres humanos somos parte de un rebaño divino, y que necesitamos del Pastor, y de la puerta que nos conduce al reino celestial, recordando las palabras del salmista: “El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. El me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre” (23, 1-3). Un Dios que nos conduce a lugares tranquilos para cuidar de nosotros por Amor, y nos va guiando por el buen camino: ¿Qué camino hemos seguido nosotros? ¿Por qué puertas hemos ingresado?

 

 

DISCERNIMOS:

 

Con estas preguntas queremos discernir brevemente las palabras del Evangelio; con la intención de descubrir las verdades divinas cuando nos adentramos en nuestra reflexión bíblica, sobre todo al mirar la imagen de Jesucristo. “Entonces Jesús prosiguió: Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas” (Juan 10, 7). El maestro afirma que es la Puerta de las ovejas, la entrada para cada uno de nosotros: ¿Cómo nos adentramos al Misterio de Jesucristo?

  

Algunos cristianos afirmarán por medio del Bautismo, otros señalarán que se logra en el encuentro personal con Jesucristo, ya que las semillas del Verbo están esparcidas por todo el mundo, para toda la humanidad, para cada uno de nosotros: ¿Cómo ha sido nuestro primer encuentro consciente con Jesucristo? ¿Cómo ha sido nuestra vida cristiana como ovejas de un rebaño?

 

Al mirar nuestro encuentro con Dios, debemos reconocer que la mayoría de veces han sido mediadas por otras personas, algunas veces terminando en malas experiencias religiosas, por falta de testimonio de aquellos que se han hecho llamar pastores, quizás a muchos de ellos, les sea apropiado el siguiente versículo de San Juan: “Todos aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado” (10, 8). Claramente aquí pensando en la segunda venida de Jesucristo, aunque quizás lo que debemos afirmar es que ya sea antes de la primera o segunda venida, muchos que se han llamado pastores son nada más y nada menos que ladrones y asaltantes, asaltantes de la FE, ladrones de la inocencia, ladrones de la consciencia y de la libertad humana. Ciertamente nos han conducido por camino de corrupción, maldad y abusos; se han olvidado que la PUERTA es Jesucristo, y ellos mismos se han ubicado en el lugar de Dios, con su propia palabra y su propio mensaje, aunque muy alejados del verdadero mensaje de Jesucristo. Y  nosotros como cristianos, cada uno: ¿Cómo vivimos el Buen Mensaje de Jesucristo?

 

Obviamente para vivir un mensaje hay que escucharlo, justamente es lo que debemos tener de acuerdo a la actitud de las ovejas, atentas a escuchar la voz de su Buen Pastor, escuchar a nuestro Pastor, Jesucristo es el inicio hacia el camino de la salvación y de vida eterna: ¿Hacemos vida cada palabra que ha salido de la boca de nuestro Pastor, Jesucristo? ¿Hemos seguido fielmente el camino que Jesucristo nos ha revelado con su existencia en medio de la humanidad?

 

Afirmamos el inicio, ya que debe llevar una coherencia, por un lado, el inicio de reconocer que muchas ocasiones hemos abierto otras PUERTAS, que nos lleva a la alegría pasajera, pasarlo bien, aunque a la larga nos conducen a la autodestrucción; otras tantas veces hemos escuchado voces que nos han conducido a obrar mal, en el sentido, de cometer pecados y alejarnos del Dios de Jesucristo. Olvidando su mensaje y su Palabra: “Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento” (Juan 10, 9). Jesucristo es la verdadera PUERTA que nos conduce a la plenitud de la vida, y a la salvación; podemos ir y volver, entrar y salir, siempre teniendo en cuenta que solamente en Él, encontramos el verdadero alimento para nuestra existencia cristiana: ¿Cómo lo buscamos y nos alimentamos cada día de Jesucristo?

  

 

EVANGELIZAMOS:          

 

Es aquí en donde se inicia la evangelización personal, el inicio de una NUEVA evangelización, que brota del encuentro personal con Dios, aunque requiere la actitud personal, que nos movamos: “También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre” (Lucas 11, 9-10). Todo nace de nuestra petición personal: ¿Qué pedimos a Dios Trinidad en Jesucristo, la Puerta?; nos lleva a buscar para encontrar: ¿qué buscamos realmente?; y nos lleva a llamar a la PUERTA indicada para que nos abra el Señor Resucitado, abrir nuestra MENTE y nuestro CORAZÓN,  a descubrir la vivencia del Amor Cristiano. Aunque debemos afirmar, que no pocas personas, ni siquiera hacen el intento de pedir, buscar, ni llamar: ¿Cómo salir al encuentro de esos hermanos, para que se encuentren con Jesucristo y las semillas del Verbo esparcidas en la humanidad?

 

Creemos que no se trata, como muchos creen, de salir a buscar a la oveja perdida, sino ser más respetuosos y tolerantes con la vivencia cristiana y entender que todos somos hijos de Dios, más allá de nuestras propias creencias; y de nuestro estilo de la vivencia de la FE CRISTIANA; que es amplia y diversa, como las miles de personas que siguen buscando la PUERTA que los conduzca a una vida plena y feliz, esperando que encuentren a Jesucristo en sus viajes, en sus comidas, en sus fiestas, en sus amistades, en la propia vida, en todas esas realidades se va manifestando Jesucristo; siempre nos deja ver una PUERTA en la que podemos entrar para encontrar DESCANSO y PROTECCIÓN, la misma que Dios nos regala en Jesucristo, aunque a veces de formas no esperadas y ni tan tradicionales como creemos, esta es la maravilla y el milagro divino, su asistencia más allá de templos y comunidades cristianas, su asistencia en el prójimo, quizás solamente esto nos falta eso para evangelizar: Ser persona para los demás, Ser prójimo para el necesitado, Ser puerta para el extranjero e indigente. Y TÚ: ¿Quién eres?